La realización de la IV Cumbre Celac-UE en Santa Marta ha estado marcada por dificultades logísticas que generaron inquietud en el seno del Gobierno Petro.
A pesar de que el evento, programado para el 9 y 10 de noviembre, representa una oportunidad estratégica para fortalecer la integración regional y proyectar una voz común en el escenario internacional, la organización ha enfrentado contratiempos que han trascendido a la esfera diplomática.
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Uno de los episodios más reveladores de estos problemas se produjo cuando el presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, se vio obligado a contactar directamente a Gustavo Petro para solicitar el envío formal de la invitación a la cumbre, ya que no la había recibido.
Según relató el propio Petro durante una reunión en la Casa de Nariño, la situación requería una acción inmediata para remitir la invitación y coordinar detalles con las carteras involucradas, especialmente la Cancillería.
“El presidente llegó con cara de preocupación y cansado”, relataron asistentes a ese encuentro, en el que los funcionarios aguardaron varias horas hasta la llegada del mandatario para abordar la organización del evento internacional.
La Cancillería definió la cumbre como “una oportunidad estratégica para traducir el diálogo político en resultados concretos”, pero a pocas semanas de su realización persisten dificultades en la logística y la coordinación interinstitucional. Funcionarios consultados por El Colombiano, bajo condición de anonimato, señalaron que existen carteras con personal sin experiencia en la gestión de este tipo de eventos. Uno de ellos afirmó: “Desprecian lo técnico y les gana la ideología”.