La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, centró sus críticas más recientes en intelectuales, columnistas y medios de comunicación, a quienes tachó de “irrelevantes, mentirosos y manipuladores”, durante su conferencia matutina del miércoles. La postura presidencial marca un giro en la definición de la oposición y, como analizó el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada este jueves bajo el título “Los verdaderos enemigos de Sheinbaum”, refleja la creciente molestia del poder ante los últimos contrapesos democráticos independientes: los periodistas y la prensa.
En su texto, Raymundo Riva Palacio advierte que, mientras los partidos políticos quedan relegados en la narrativa oficialista, los medios y quienes los integran se han consolidado como los obstáculos centrales para el proyecto que busca modificar y consolidar el régimen político impulsado por la llamada Cuarta Transformación. “Ilusos aquellos que pensaron que cuando la presidenta hablaba de la oposición se refería a los partidos políticos”, afirma el columnista, quien describe cómo la pluralidad democrática resulta incómoda para el Plan Palenque y la continuidad obradorista encabezada por Sheinbaum.
Uno de los ejemplos citados ocurrió cuando, durante la mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum reclamó que uno de los principales periódicos de México no priorizó la nota sobre la caída de homicidios dolosos. El dato ofrecido por el gobierno presentaba, según la mandataria, una baja de 32% en homicidios en el último año, cifra calificada por Riva Palacio como “manipulada” y poco representativa. El periodista destaca, citando el análisis del especialista Eduardo Rivera (@edusax79), que el promedio real de homicidios dolosos durante la gestión de Sheinbaum alcanza 74.85 casos diarios, una cifra solo superada por el promedio de 94.95 homicidios diarios durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
La irritación presidencial se intensifica, apunta Raymundo Riva Palacio, ante la persistencia de investigaciones periodísticas sobre presuntos actos de corrupción al interior de la élite obradorista. La estrategia del gobierno, advierte la columna, consiste en intentar desacreditar y restar credibilidad a las revelaciones periodísticas sobre los vínculos entre funcionarios, políticos y estructuras criminales. “Nadie los lee, los ve ni los oye”, sugirió la presidenta, según Riva Palacio, aunque “sabe bien que sí los leen, sí los ven y sí los oyen”.
En la misma semana, el contraste dentro del gabinete federal se volvió evidente: el fiscal general Alejandro Gertz Manero señaló vínculos entre el exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, y la delincuencia organizada, mientras el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, minimizó el alcance del grupo criminal “La Barredora” en Tabasco, contradiciendo la versión oficial anterior. Riva Palacio interpreta este episodio como una señal del blindaje político para figuras cercanas al expresidente López Obrador, especialmente para el senador Adán Augusto López Hernández, cuyo entorno ha sido foco de investigaciones mediáticas.
La relación de Sheinbaum con López Obrador, resalta la columna, se sostiene en un delicado equilibrio entre subordinación, dependencia política y la sombra de una fuerte tutela sobre la presidencia. Los medios independientes, señala el autor, han documentado que la mandataria mantiene una actitud ambivalente y que, lejos de romper con su predecesor, reproduce el estilo confrontativo. “Cada vez se va quitando la máscara de demócrata y mostrando la casaca de autoritaria”, sentencia Riva Palacio.
Para el autor, en los regímenes autoritarios, los enemigos son esenciales: jueces, congresistas y, sobre todo, periodistas y medios libres, a quienes se busca someter o desacreditar. La columna concluye que el ataque sistemático contra la prensa y la creación de adversarios públicos es una estrategia persistente de gobiernos con vocación autoritaria, siguiendo el patrón instaurado en el sexenio anterior y que, según el análisis de Riva Palacio, ahora se refuerza bajo la administración de Sheinbaum.