La separación entre Angelina Jolie y Brad Pitt parece ser tan turbulenta y escandalosa como el inicio de su relación, pero mucho más progresiva y lenta. Si bien el divorcio se concretó legalmente el 30 de diciembre de 2024, después de ocho años de litigio, todavía tienen cuestiones que dirimir en la justicia.
En nuevos documentos judiciales presentados por los abogados de Jolie ante el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles el lunes 6 de octubre, la actriz asegura que cedió a Pitt “el control y la residencia permanente de las mansiones familiares en Los Ángeles y en Miraval, sin compensación” porque “esperaba que lo hiciera sentir más tranquilo” en el trato que le dispensaba tanto a ella como a sus hijos “después de un período difícil y traumático”.
Esa declaración forma parte de la actual batalla legal que la expareja mantiene por el dominio de la bodega Château Miraval, que los dos compraron mientras estaban juntos y desde hace algunos años se convirtió en uno de los principales motivos de conflicto.
En los documentos, que fueron dados a conocer por People, Jolie asegura que ni ella ni sus hijos han pasado tiempo en la bodega francesa desde que se separaron. “Hasta el día de hoy, mis hijos y yo nunca hemos vuelto a pisar la propiedad, dada su conexión con los dolorosos acontecimientos que llevaron al divorcio”, escribió Jolie en su declaración.
“Tras la separación, inmediatamente comencé a buscar una nueva casa para mí y nuestros hijos, inicialmente alquilando una vivienda mientras buscaba una solución más estable. Como quería asegurarme de que Brad siguiera siendo una parte importante de la vida de nuestros hijos, busqué comprar una propiedad cerca de su casa. En ese momento, mis ahorros estaban invertidos en Miraval y no le había solicitado a Brad pensión alimenticia ni ninguna otra ayuda financiera”, rememora la actriz en su escrito.
Jolie y Pitt tienen seis hijos en común: Maddox, de 24 años; Pax, de 21; Zahara, de 20; Shiloh, de 19; y los gemelos Vivienne y Knox, de 17. Ninguno de ellos mantiene una relación frecuente con el actor luego de la separación, que se produjo en 2016, tras haber estado 12 años juntos.
El litigio por la bodega francesa es independiente a la división de bienes que se estableció en el divorcio, y parece difícil de resolver de una manera que los deje conformes a ambos. Jolie vendió su participación a Tenute del Mondo, la división vinícola del Grupo Stoli, en 2021, desatado la furia de su exesposo.
En febrero de 2022, Pitt presentó una demanda en su contra alegando que realizó la venta a pesar de un acuerdo previo según el cual ninguno se desprendería de su parte societaria sin la aprobación del otro. Ese mismo año, la actriz presentó una contrademanda alegando que el padre de sus hijos comenzó una “guerra vengativa” en su contra desde el momento en el que presentó la solitud de divorcio, en 2016.
En esta nueva presentación judicial, Jolie se refiere a la bodega como “una de las primeras grandes inversiones” que ella y Pitt hicieron en común. “Era un punto clave de nuestra vida familiar. Nos casamos allí, pasé parte de mi embarazo allí y llevé allí a nuestros gemelos desde el hospital. Ha sido duro tener que separarme tan repentinamente de mi hogar y de mis recuerdos, y fue especialmente duro para los niños ver sus vidas tan trastocadas”, afirma la actriz.
En documentos judiciales anteriores, la protagonista de Lara Croft: Tomb Raider asegura que Pitt se negó a comprar su parte del negocio vinícola porque ella no quería firmar un acuerdo de confidencialidad que, según indicó, estaba diseñado para obligarla a “guardar silencio sobre su abuso y encubrimiento”, en referencia a lo ocurrido en un vuelo privado, en 2016. Según la versión de la actriz, en ese contexto, el protagonista de Troya abusó verbal y físicamente de su familia.