En tiempos de disrupción permanente, pocos observadores han sabido anticipar con tanta claridad la transformación del periodismo como Rosental Calmon Alves. El periodista brasileño, docente y director fundador del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, lleva décadas analizando cómo la tecnología sacude los cimientos de una industria acostumbrada a modelos estables. Hoy, cuando la inteligencia artificial redefine la relación entre medios y audiencias, vuelve a sonar su voz de alerta.
Hace más de veinte años, Alves acuñó una frase que se volvió célebre en las redacciones latinoamericanas: “Pasaremos de la era de los medios de masa a la era de la masa de medios”. Su predicción se cumplió: la comunicación dejó de ser unidireccional y mediocéntrica para convertirse en un ecosistema disperso, donde individuos y organizaciones no tradicionales compiten en alcance con las marcas periodísticas históricas. Ahora advierte que una nueva ola de cambio se aproxima con la llegada de los agentes de inteligencia artificial (IA).
El experimentado periodista brasileño los describe como una evolución de los modelos de lenguaje (LLM): no solo procesarán información y generarán texto, sino que planearán, ejecutarán acciones y actuarán como intermediarios entre los medios y sus públicos. “Estamos pasando de los LLM (large language models o grandes modelos de lenguaje) a la era de los agentes IA. Pronto habrá que pensar el periodismo en clave B2A2C: de la empresa al agente y de éste al consumidor”, explica. Así como el SEO se volvió imprescindible para seducir a Google, ahora los editores deberán optimizar contenido para los agentes.
La formación de un periodista debería incluir clases sobre tecnología, innovación y emprendedorismo: es importante que todos sepan de la necesidad de encontrar formar sostenibles de sobrevivir y prosperar en este mundo de evolución tecnológica acelerada
Lejos de un mensaje catastrofista, Alves insiste en que el periodismo humano de calidad será más valioso que nunca, en un océano de información producida por máquinas. Pero advierte: seguir persiguiendo clics fáciles es un camino sin retorno, especialmente ante fenómenos como el “Clic Zero”, que ya erosiona el tráfico proveniente de buscadores y redes sociales. Su llamado es a repensar modelos de negocio, reforzar la ética profesional y formar periodistas con pensamiento crítico y dominio de la tecnología.
– Usted siempre habla de un nuevo ecosistema mediático que reemplaza al viejo sistema industrial del siglo XX. ¿Cuáles son, a su juicio, las principales mutaciones que todavía no terminamos de entender -y qué riesgos trae esa ceguera-?
– Hace unos 20 años yo dije en un congreso del Foro de Periodismo Argentino (Fopea) en Buenos Aires que pasaríamos de la era de los medios de masa a la era de la masa de medios. Les gustó tanto a los colegas que imprimieron la frase en una taza de café, que guardo con mucho cariño en mi oficina. Yo decía que el ecosistema mediático pasaría de ser medio-céntrico, o sea centrado en los medios institucionales, a un sistema yo-céntrico, mucho más disperso, centrado en los individuos y otras instituciones que serían empoderadas con capacidades que eran exclusivas o casi exclusivas de los medios de masa. Esos profundos cambios ya se realizaron y el ecosistema mediático que tenemos hoy es muy distinto del que existía hace 20 o 30 años. Hoy los medios de masa coexisten con una masa de medios, incluso medios de individuos, de personas, que a veces tienen más audiencia que los medios de masa institucionales. Claro que los medios institucionales no tienen que desaparecer, pero no terminamos de entender cómo van a adaptarse a ese nuevo ecosistema que está otra vez a punto de cambiar profundamente con el adviento de la inteligencia artificial. Lo que más me preocupa ahora es que no logramos entender bien los cambios profundos que la IA está a punto de provocar. Mi impresión es que hasta ahora los medios ven la IA solamente como herramienta para aumentar la productividad, pero no se dan cuenta de otros cambios profundos en la sociedad que se darán a corto plazo con la acelerada adopción de la IA. Por ejemplo, los agentes IA están llegando. Con ellos, habrá cambios importantes en la relación entre los medios y sus audiencias.
– ¿Entonces qué significa la llegada de los agentes IA y cuando eso va a pasar?
– Se dice aquí en Estados Unidos que 2025 es el año del Agentic AI, el año de los agentes IA. O sea, que este año estamos pasando de la corta era de los LLM a la era de los agentes IA. Los agentes son LLMs, pero con muchas más capacidades. Es una evolución significativa, con consecuencias importantes para el ecosistema mediático. La IA generativa que empezamos a acceder con el sorpresivo lanzamiento del ChatGPT por la OpenAI en fines de 2022 tiene limitaciones. Los LLMs no piensan, sino que procesan en lenguaje natural el conocimiento de todo lo que encontró en la web. Así, es capaz de generar texto o respuestas cuando activados a través de un prompt, de un pedido específico. Los agentes IA hacen todo eso, pero van mucho más allá. Al contrario de los LLM, los agentes IA son capaces de pensar, de planear y ejecutar acciones, de reconocer un ambiente, un contexto y adaptarse por iniciativa propia. Se espera que a lo largo de 2026 y 2027, los agentes IA se popularicen en la velocidad supersónica que ha caracterizado el desarrollo de la IA desde el lanzamiento del ChatGPT. Con eso, imaginamos que entre las tareas que la gente va a encargar sus agentes estará el consumo de noticias. Esa agentización tendría múltiples implicaciones para los medios.
– ¿De qué tipo? ¿Cómo eso afectaría el periodismo?
– Para empezar, en las especulaciones actuales, imaginamos que tendremos en breve una nueva audiencia que los medios tendrán que considerar: los agentes IA que podrían actuar como nuevos intermediarios entre los medios y el consumidor. En este escenario, tendríamos que ocuparnos de optimizar nuestro contenido para llegar a los agentes, de la misma forma que en estos últimos años teníamos el SEO para llegar de forma más eficiente a los algoritmos de Google y ganar espacios destacados en el buscador. El SEO ya perdió mucho de su sentido porque la búsqueda tradicional de Google fue de las primeras víctimas de la IA generativa. Cuando el ChatGPT apareció, Google se dio cuenta de inmediato que la gente pasaría a buscar contenidos en los LLM. Y supo reaccionar con eficiencia y rapidez. Reemplazó los links azules el topo de los resultados de búsqueda con el resumen hecho por Gemini, su propio LLM. Y como si eso no bastara, pasó a añadir una serie de preguntas y respuestas, que disminuyen aún más la probabilidad de que una persona llegue a los links azules y vaya al contenido original. Eso ya afectó la audiencia de muchos medios, que dependían de Google. Y si eso ya tuvo impacto, imagine cuando todo mundo tenga agentes IA. Ante la inminente llegada de los agentes IA, ojalá estuviéramos viendo de parte de los editores de periódicos y sitios de noticias la misma reacción, la misma adaptabilidad que Google demostró al adaptarse a los LLM.
Los agentes IA son capaces de pensar, de planear y ejecutar acciones, de reconocer un ambiente, un contexto y adaptarse por iniciativa propia. Se espera que a lo largo de 2026 y 2027se popularicen en la velocidad supersónica
– Pero ¿qué pueden hacer los editores de medios con esta irrupción de los agentes de IA?
- Es importante que sigan creando herramientas para lograr más productividad en las operaciones de la redacción y de otras áreas de los periódicos, pero también hay que buscar una visión panorámica de lo que viene por adelante. Hay que ver a la IA también como una fuerza avasalladora que puede cambiar la relación de los medios con sus audiencias. Por ejemplo, ya se habla de que la relación del periodismo con su audiencia dejará de ser apenas un negocio B2C, o sea, business to consumer, de la empresa al consumidor. Ese contacto directo con la audiencia tiene que seguir y siempre será el más valioso. Pero, va a emerger un nuevo intermediario, el agente IA, así que se pasaría a otro esquema que están llamando de B2A2C: de la empresa periodística (B) para los agentes (A) y de estos para los consumidores (C). Cuanto antes empecemos a pensar en agentes como una nueva audiencia, mejor. La industria necesita prepararse para ese nuevo escenario. De la misma manera que hace años los medios usan metalenguaje en sus páginas web para agradar a los algoritmos de Google o de las redes sociales, tendríamos en breve que hacer eso para los agentes IA. Claro que los agentes IA pueden leer rápidamente los artículos en lenguaje natural, pero si añadimos en metalenguaje con datos estructurados sobre la nota, como qué tipo de contenido (noticia, comentario, columna, opinión), el tema, el origen, fuentes, etc, los agentes van a leer más rápido y de manera eficiente. Hay que acordarse de que habrá agentes IA de los dos lados en esa interacción. En ese escenario, mi agente podría conversar con el agente de LA NACION, para negociar su acceso a los contenidos del periódico. Eso abre nuevas posibilidades más allá de lo que se tiene hoy con el paywall, con la administración de las suscripciones. Entre esas posibilidades ya están apareciendo oportunidades para micropagos, para pago por artículo. Las experiencias anteriores fracasaron, pero ahora hay tenemos otra dinámica de monetización. Como siempre ocurre en escenarios disruptivos, habrá amenazas y oportunidades.
– En América Latina, muchos medios todavía dependen de modelos de negocio de otra época. ¿Qué le diría a un editor que hoy sigue priorizando el clic fácil por sobre la calidad periodística?
– Editores que siguen priorizando el clic fácil ya están sufriendo con lo que en Estados Unidos bautizaron de “Clic Zero”. Eso se refiere justamente al que hablamos hace un ratito de que los links azules de Google perdieron importancia para los resúmenes y las preguntas y respuestas que aparecen en las búsquedas. Muchos editores reportan caídas drásticas de su tráfico procedente de Google. Y las redes sociales hace rato discriminan a la prensa en sus feeds. Una de las lecciones importantes de las últimas dos décadas es que el periodismo no puede depender de las grandes plataformas. Tiene que encontrar formas de conectarse directamente con sus consumidores. Y si las últimas dos o tres décadas fueron tan disruptivas para los medios, las próximas décadas serán mucho más, en mi modesta opinión, debido al impacto de general la IA. Los modelos de negocio de otras épocas o de la época actual no van a funcionar. Lo que si va a funcionar es el periodismo de calidad, hecho por humanos, que se va a destacar en la multitud de información producida por IA. En lugar de pensar en clics, hay que pensar en buenos autores, buen periodismo. En un mundo de robots, la producción de humanos tendrá un valor agregado importante. Como hoy día ciertos productos cuestan más porque son hechos a mano vamos a valorar lo “hecho por humanos”.
– Usted fundó la primera cátedra Knight de Periodismo Internacional y es pionero en estudios de medios digitales. Si tuviera que rediseñar desde cero una carrera de periodismo para 2025, ¿qué materias no podrían faltar?
– Yo mantendría una base sólida de Humanidades, Ciencias Sociales o lo que aquí en Estados Unidos llaman de “Liberal Arts”, con énfasis en el pensamiento crítico. Aquí también incluiría algo de teoría, de Ciencia de la Información, pero no mucho porque eso cabe más en posgrados. Solo después, sobre esa base intelectual, trataría de introducir los temas más específicos del periodismo, temas elementales que separan el periodismo de aquello que parece periodismo, pero no lo es. Hablo de las técnicas, los procesos y las metodologías hasta los indispensables e innegociables principios éticos y deontológicos. La carrera debería incluir también clases sobre tecnología, innovación y emprendedorismo, pues es importante que todos sepan de la necesidad del periodismo de encontrar formar sostenibles de sobrevivir y prosperar en este mundo de evolución tecnológica acelerada.
Editores que siguen priorizando el clic fácil ya están sufriendo con lo que en Estados Unidos bautizaron de “Clic Zero”
– ¿Cómo ve el desafío de enseñar ética periodística en un mundo en el que el contenido se produce con inteligencia artificial y se viraliza en plataformas donde el contexto es la primera víctima?
– El mayor desafío está en demostrar que la información producida por periodistas comprometidos con la ética y la deontología de nuestro oficio tiene más valor real que contenidos virales producidos por máquinas o por personas que solo piensan en los clics fáciles. En este mundo de la automación, vamos a ver crecer el valor de saber que el contenido que estás consumiendo fue producido por un ser humano, que tiene autoría real. Y que este ser humano es periodista que saben darle una información verificada, con su debido contexto, etc.
– ¿Qué características debería tener el periodista latinoamericano del futuro para no quedar atrapado entre la precarización económica y la irrelevancia social?
– La precarización del trabajo en las próximas décadas debido a la adopción generalizada de la IA, debido a la robótica, no será un problema solo en nuestro oficio. Será un problema para toda la humanidad. Por ahora yo diría que todos, periodistas o no, deben aprender a usar la IA de la mejor manera posible, con toda la precaución posible claro, pero disfrutando de sus capacidades ampliar nuestra eficiencia, nuestra propia inteligencia. Por ahora, es más fácil que uno pueda su trabajo como periodista porque no sabe o no quiere usar la IA de que por ser substituido por un robot.
– ¿Cuál es el mayor mito que circula hoy sobre la relación entre inteligencia artificial y periodismo?
– El mayor mito es que el periodismo va a acabar, que la IA va a reemplazar a los periodistas. Eso es una tontería. Pero lo que más me preocupa no son los mitos, es la falta de comprensión de la amplitud y la profundidad de los cambios que la IA representa. Eric Schmidt, el exCEO de Google, considera que el acelerado y descontrolado desarrollo de la IA es underhyped, o sea es poco exagerado, a pesar de toda la atención que estamos dando a ese tema. Toda esa atención no es suficiente, dice Schmidt. Yo diría lo mismo sobre la relación entre la inteligencia artificial y el periodismo.
¿Quién es Rosental Calmon Alves?
- Formación. Periodista y educador brasileño, graduado de la Universidad Federal de Río de Janeiro, dirige el Knight Center for Journalism in the Americas de la Universidad de Texas, en Austin. Se mudó a Austin en 1996 como primer ocupante de la Cátedra Knight. Es el ex-presidente de Orbicom, la red global de cátedras de comunicación de la UNESCO.
- Carrera. Es el presidente de la junta de los Premios Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia y miembro de varias juntas internacionales de organizaciones relacionadas con el periodismo como la Fundación Nieman para el Periodismo en la Universidad Harvard y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. Sus tres áreas de enseñanza e investigación son noticias internacionales, especialmente el trabajo de corresponsales extranjeros en América Latina; periodismo latinoamericano y libertad de prensa; y periodismo digital. Fundó el Centro Knight en 2002.