Buenos Aires y la convicción de sus jugadores. Buenos Aires y la fe de su gente. El arrasador fervor de Buenos Aires, sobre el césped y en las tribunas, hizo posible el milagro del que ahora todos hablan con lágrimas. El viejo león, uno de los fundadores de la Unión Argentina de Rugby, se puso de pie. Volvió a sacudir la melena, le ganó ampliamente a Belgrano, por 39-14, y se queda en el Top 12, que en 2026 será Top 14. Su rival directo en el fondo de la tabla, San Luis, cayó ante Newman por 29-26 y deberá afrontar el repechaje con los equipos ubicados entre los puestos tercero y quinto de la primera A.
Se habló de milagro y sucedió el milagro. Es que Biei, superado cómodamente por CUBA hace una semana, debía jugar el mejor partido de la temporada para vencer a Belgrano, uno de los candidatos más fuertes a quedarse con el título. Y con eso no bastaba: necesitaba también que el Bordó le diera una mano en su partido. Sin motivaciones extras, debía dar vuelta un 17-26 a un cuarto de hora del pitazo de Simón Larrubia. Se alinearon los planetas y Victoria festejó.
Con los hechos consumados y la salvación concretada, poco importa el análisis del juego. A los aciertos y los defectos se los llevaron la felicidad por seguir perteneciendo. Ya llegará el momento de sentarse y examinar qué se hizo bien, qué se hizo mal y porqué Buenos Aires vivió esta situación extrema. Hoy, no hay análisis posible. No cabe. Hay emoción, alivio. Se terminó la angustia, la desazón. La pesadilla de un nuevo descenso se fue lejos, bien lejos. Se perdió detrás del pelotazo con que Mateo Capalbo cerró la cuenta del match, sin más tiempo por delante.
“Queríamos demostrarnos que nos merecíamos quedarnos en esta categoría. Se sufrió mucho, pero volvimos a dar la cara y reflejamos el equipo que queremos ser”, comentó, con tonada cordobesa, el fullback Julián Quetglas. El Mono liquidó a Belgrano al promediar el segundo tiempo. Buenos Aires recuperó la pelota sobre sus cinco yardas, en pleno ataque del Marrón. La pelota voló hacia la punta y allí la tomó Quetglas para iniciar una corrida sensacional, de ingoal a in-goal. Arrancó y se le fue a Landó, resultó demasiado veloz para Gasparotti y, pisando la zona de los 22 metros ajenos, le amagó a Blaksley, enfiló en dirección a la bandera y anotó el try de una zambullida.
El resto fueron minutos de ansiedad e incertidumbre. En Victoria, al costado de la Panamericana, ya no había nada más que hacer, sólo esperar que el tiempo pasara. Que se consumiera acá, pero que se detuviera allá, en Benavídez, donde Newman perdía por nueve puntos y Biei necesitaba que ganara, aunque sea por medio puntito. Treinta minutos del segundo tiempo, treinta y cinco…
Se mueven los bancos. Entra medio mundo, sale la otra mitad. La pelota la manejan los forwards de Belgrano, pero a nadie le importa. Todos clavan sus ojos en los teléfonos y siguen los últimos minutos de Newman-San Luis. Scrum para Belgrano. Try de Newman. Recupera la pelota Buenos Aires. Otra anotación del Bordó y pasa al frente: 29-26. “Ay, si el mundo se detuviese ahora y las cosas quedaran así”, rogaba un hincha. Otro, a su lado, insultaba al celular porque el que llevaba la pelota de Newman se cayó en vez de pasarla.
Avanzan los azules. Da igual. El público ruega que los de Bordó avancen. Ya es la hora. Pocos se enteran de que Capalbo metió el último penal y que Buenos Aires estiró la diferencia. “¿Cómo salió San Luis?”, preguntan los jugadores tras el pitazo de Deluca. Y se van sobre un costado. “Terminalo, Larrubia, terminalo… Van dos minutos agregados”. Parece que el hombre de canas tiene delay en su aparato, porque veinte metros a su derecha, una tribuna de mujeres ya celebra. “Ganó Newman”. “No, todavía, no”. “Ahora sí”. “Vaaamoooss… Biei, car… Gracias, Newman”.
Un padre no aguanta más y se larga a llorar. Otro se abraza a su hijo, vestido con la camiseta y el pantalón corto del equipo. Lo aprieta, se aprietan. Tomás Herrador expulsa la angustia por los ojos, se le moja la cara y no le importa. Está feliz. Ramiro Costa, Francisco Ibarra y Tomás Ruiz forman una ronda. No hace falta que se digan nada. Está todo dicho. La emoción habla por ellos. Otros levantan los brazos y miran al cielo, como agradeciendo por la alegría. Biei de entrada arrinconó a Belgrano con sus forwards. Salió decidido a llevárselo puesto y rápidamente sacó ventajas. Lo igualaron, pero de inmediato pasó al frente y comenzó a despegarse. Para la mayoría, los 23 que entraron a la cancha son héroes. El Mono Quetglas es San Martín por el cruce de una punta a la otra de la cancha. Y no conviene nombrar a nadie, porque todos fueron leones. Todos fueron el león. Que hizo su parte del milagro. Ganarle nada más y nada menos que a Belgrano.
Compacto de la victoria y la salvación de Buenos Aires
Herido, cansado, golpeado por las lesiones y las deserciones, el león parecía entregado. Pero, no. Motivado por su gente, intentó el último acto de rebeldía. Hizo el último esfuerzo. Se puso de pie. Sacudió la melena y rugió bien fuerte: “Biei es de primera, y de primera no se va”.
Síntesis de Buenos Aires 39 vs. Belgrano 14
- Buenos Aires: Julián Quetglas; Ignacio Bensadón, Ramiro Costa, Agustín Lamensa (capitán) y Tobías Díaz Borda; Mateo Capalbo y Mateo Freire; Valentín Arauz, Tomás Etcheverry y Pablo Bourdal; Francisco Sluga y Bautista Durañona; Tomás Gallo, Tomás Rosasco A y Nahuel Zunini.
- Cambios: ST, Renzo Zanella por Gallo; 7 minutos, Juan Segundo Campbell A por Arauz; 22, Francisco Ibarra por Etcheverry; 32, Tomás Herrador por Zunini, y 36, Pedro del Carril por Durañona, Nicolás del Campo por Freire, Alejo Novo por Quetglas y Tomás Ruiz por Rosasco.
- Entrenadores: Martín y Gonzalo Etchepare y Bruno Leoni.
- Belgrano: Juan Landó; Pedro Arana, Santino Ruzzante A, Martín Arana y Tobías Bernabé; Juan Aparicio y Theo Blaksley; Augusto Vaccarino, Franco Vega y Joaquín de la Serna; Ramón Duggan y Juan Penoucos; Lisandro García Dragui, Valentín Chiodi y Francisco Ferronato.
- Cambios: ST, 7 minutos, Tomás Etchepare por P. Arana y Franco Morales por García Dragui; 16, Mateo Gasparotti por Duggan; 20, Carlos Bottini por Blaksley y Santiago Villegas por Ferronato; 23, Rodrigo Fernández Criado por De la Serna, y 32, Joaquín Mihura por M. Arana y Mateo Etchecoin por Chiodi.
- Entrenadores: Guillermo Tramezzani y Luis y Francisco Gradin.
- Primer tiempo: 3 minutos, try-penal (BA); 10, gol de Landó por try de Vaccarino (B); 11, gol de Capalbo por try de Bourdal (BA); 14, gol de Capalbo por try de Bensadón (BA), y 27, gol de Landó por try de M. Arana (B). Resultado parcial: Buenos Aires 21 vs. Belgrano 14.
- Segundo tiempo: 3 minutos, penal de Capalbo (BA); 10, try-penal (BA); 19 try de Quetglas (BA), y 38, penal de Capalbo (BA). Amonestados: 10, Ruzzante (B); 18, Campbell (BA), y 26, Rosasco (BA). Resultado parcial: Buenos Aires 18 vs. Belgrano 0.
- Árbitro: Pablo Deluca (h.).
- Cancha: Buenos Aires.
- Intermedia: Buenos Aires 31 vs. Belgrano 26.