La aerolínea canadiense WestJet ha implementado una nueva tarifa en la que los pasajeros que deseen reclinar su asiento deberán pagar un suplemento adicional, según ha informado la emisora canadiense 98.5 FM. Esta medida supone un paso más en la estrategia de las compañías de bajo coste -conocidas como low cost por su denominación en ingles- que buscan maximizar su rentabilidad mediante la facturación de servicios que en el pasado estaban incluidos en el precio del billete.
Suplementos extra para servicios básicos
La decisión de WestJet implica que solo quienes abonen el suplemento de mejora de clase, denominado Extended Comfort o Premium, tendrán derecho a sentarse en un asiento reclinable. La vicepresidenta de WestJet, Samantha Taylor, ha subrayado el objetivo de la medida: “Esto demuestra nuestro compromiso por mejorar cada aspecto de la experiencia de viaje y responder a la demanda de los clientes de una gama más amplia de productos”, ha explicado la directiva a 98.5 FM.
Esta política se suma a otras prácticas extendidas entre las compañías de bajo coste que, en los últimos años, han introducido cargos adicionales por servicios como la elección de asiento, el equipaje o, incluso, la impresión de la tarjeta de embarque. Como resultado, servicios tradicionalmente gratuitos se han convertido en una fuente significativa de ingresos adicionales para el sector y un problema para los bolsillos de decenas de miles de pasajeros en todo el mundo.
Los asientos fijos permiten instalar una fila extra en cada avión
Actualmente, la mayoría de las aerolíneas de bajo coste han prescindido de los asientos reclinables en clase turista, lo que les permite instalar una fila extra de asientos en cada avión. Según señala 98.5 FM, este cambio obedece tanto a razones económicas como operativas.
Por una parte, los asientos fijos facilitan acomodar a más pasajeros en la cabina, incrementando así la rentabilidad de cada vuelo. Por otro lado, la eliminación de la función reclinable ayuda a evitar conflictos entre los pasajeros, ya que “el que reclina el asiento reduce el espacio del que está detrás,” según detalla la emisora canadiense. Además, el mantenimiento de los asientos reclinables es más caro que el de los fijos, lo que supone un ahorro adicional para las aerolíneas.
Suplementos: más ingresos para las aerolíneas y menos facilidades para los pasajeros
Este modelo de ingresos es cada vez más habitual en el sector. Según datos recogidos por 98.5 FM, en 2023 los suplementos y opciones adicionales supusieron unos ingresos de 117.900 millones de dólares (alrededor de 110.000 millones de euros) para las aerolíneas, lo que representa un 14,7% de los ingresos globales.
Antes de la pandemia de Covid-19, en 2019, esta cifra era de 109.500 millones de dólares (más de 102.000 millones de euros), es decir, el 12% de la facturación total. Hace una década, en 2014, los ingresos por estos conceptos suponían solo el 6,7% del total.
El nuevo recargo de WestJet para poder reclinar el asiento ilustra la tendencia creciente de las aerolíneas de bajo coste a fragmentar la experiencia del pasajero, convirtiendo en opcionales y, por tanto, de pago, servicios que antes formaban parte del billete estándar.