El jueves 9 de octubre marcó el final de una etapa para la industria automotriz argentina. Tras más de siete años de producción conjunta, Nissan y Renault detuvieron definitivamente la fabricación de las pickups Frontier y Alaskan en la planta de Santa Isabel, en Córdoba. La medida cierra el proyecto industrial iniciado en 2018, que representó una inversión de US$600 millones y formó parte de una alianza estratégica entre ambas marcas.
El cierre se inscribe en una reorganización global impulsada por Nissan, que busca reducir su capacidad industrial, concentrar la producción y mejorar la rentabilidad. Desde 2026, la pickup Frontier —junto a la NP300 y el Versa— se fabricará exclusivamente en México, primero en la planta CIVAC (Morelos) y luego en el complejo de Aguascalientes, donde la marca centralizará toda su producción mexicana durante el próximo ejercicio fiscal.
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El proceso no se limita a América Latina. En su país de origen, la marca también confirmó que cesará la producción en su histórica planta de Oppama, Japón, en marzo de 2028, trasladando sus operaciones a Kyushu y otras unidades productivas. De esta manera, Nissan avanza hacia un esquema con menos fábricas y mayor tasa de utilización, al tiempo que reduce su capacidad global de 3,5 millones a 2,5 millones de unidades anuales (excluyendo China). En nuestro país, la compañía japonesa permanecerá como importadora y seguirá manteniendo su amplia oferta, importando la Frontier desde México.
Para Renault Argentina, el fin del acuerdo con Nissan también marca un cambio de rumbo.
Con la salida de Alaskan de la producción local, Renault concentrará su operación en el Proyecto Niágara, la nueva pickup de media tonelada del rombo, que ocupará dos tercios de la capacidad industrial de Santa Isabel y trabajará con dos turnos completos. El modelo —aún sin nombre definitivo— se producirá sobre la misma línea del Kangoo, con equipamiento de última generación y una arquitectura electrónica avanzada, y se sumará a la amplia lista de modelos producidos por la marca francesa en la Argentina.
La pickup tendrá una proyección de hasta 160.000 unidades para exportación y entre 60.000 y 80.000 para el mercado local, según detalló su CEO, Pablo Sibilla, en los festejos por los 70 años de la planta de Santa Isabel en marzo último.
La detención de las líneas de Frontier y Alaskan pone punto final a un ciclo industrial compartido entre Renault y Nissan, que en su concepción original también había incluido a Mercedes-Benz con la cancelada Clase X.
Así, se conjuga un nuevo mercado en el país. Por un lado, Renault apuntará con fuerza a la producción de la pickup compacta y Nissan encausará el plan “Re:Nissan” que, a nivel global, se resume en menos plantas, nueva estrategia internacional y nuevos modelos con distintos focos en cada mercado.