Esteban Bullrich, exsenador del PRO, mantuvo un fuerte intercambio el sábado por la noche con el biógrafo del presidente Javier Milei, Nicolás Márquez, a raíz del premio Nobel de la Paz otorgado a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado.
Bullrich, que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), respondió una publicación de Márquez en la red social X en la que éste último criticaba a Machado. “Qué idiota sos”, escribió.
Que idiota sos. https://t.co/X18xxDc0Nx
— Esteban Bullrich (@estebanbullrich) October 12, 2025
En la publicación el autor de la biografía del presidente Javier Milei «La revolución que no vieron venir» había cuestionado el reconocimiento a Machado alegando que desde hace años aquel premio “es una caricatura para consumo de progres y buenistas: se los dieron a (Barack) Obama, a la guerrillera Rigoberta Menchú, a Juan Manuel Santos, tras entregarse a los narco-marxistas de las FARC, y ahora a esta emisaria de Maduro, que parodia de opositora”.
Lejos de acabar allí el intercambio, tras el insulto de Bullrich, Márquez le contestó:
“No te voy a responder, Esteban Bullrich: ya aprendí que hay situaciones en donde gente equivocada puede insultar sin ser retrucada. Dios te Salve”.
Sin embargo, el propio Milei felicitó a Corina Machado por el Premio Nobel de la Paz y aplaudió “su enorme lucha por la defensa valiente de la libertad y de la democracia”.
Y ella, en una entrevista con LA NACION, contó que habló con Milei y lo elogió: “Con el presidente Milei nos une una gran amistad y un enorme respeto. Creo que está haciendo un gran trabajo por Argentina. Creo que nuestros países tienen que fortalecerse unos a otros porque, al final, aquellos que han destruido Venezuela también ven en Javier una amenaza, porque representa precisamente eso, una sociedad autónoma, una sociedad libre, una sociedad que no es dependiente del Estado, y eso es la antítesis de lo que estos criminales creen”.
Premio Nobel a Machado
La líder opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada el viernes con el premio Nobel de la Paz, debido a su “incansable” defensa de la democracia frente al “brutal” gobierno de Nicolás Maduro.
“¡Estoy en shock!“, reaccionó la política venezolana, que vive en la clandestinidad, en un video difundido por su equipo de prensa tras conocerse el galardón.
“¿Qué es esta vaina? Yo no lo puedo creer”, dijo en una conversación con su aliado Edmundo González Urrutia, exiliado en España y que la reemplazó como candidato en las pasadas elecciones presidenciales luego de su inhabilitación.
Machado fue premiada “por su incansable trabajo de promoción de los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela, y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, anunció el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jargen Watne Frydnes.
Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la Libertad.
Estamos en el umbral de la victoria y hoy más que nunca contamos con el Presidente Trump, el pueblo de los Estados Unidos, los pueblos de América…— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) October 10, 2025
“Es uno de los ejemplos más extraordinarios del coraje civil en América Latina en tiempos recientes”, destacó el presidente del Comité. Según él, María Corina Machado se ha impuesto como “una figura clave unificadora en una oposición política que antes estuvo profundamente dividida”, y que ahora exige “elecciones libres y un gobierno representativo”.
“Pese a enfrentar serias amenazas contra su vida, ha permanecido en el país, una elección que ha inspirado a millones”, agregó el presidente del Comité Noruego del Nobel, quien estimó que Venezuela “ha evolucionado de un país próspero y relativamente democrático a un Estado brutal y autoritario”.
Recientemente, Machado, de 58 años, ingeniera y madre de tres hijos, manifestó su respaldo al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, que el gobierno de Maduro tachó de “amenaza”.
“Falta muy poco para que los venezolanos recuperemos nuestra soberanía y la democracia. Estamos listos para asumir las riendas del nuevo gobierno”, dijo Machado en septiembre.
Washington, que acusa a Nicolás Maduro de estar detrás de las redes del narcotráfico, bombardeó en las últimas semanas varias embarcaciones que salían de Venezuela, pero el chavismo lo considera una “guerra no declarada”, en palabras del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
En la clandestinidad
En las últimas semanas circuló en redes sociales el rumor de que María Corina Machado se refugia en la embajada de Estados Unidos. El ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, insinuó que podría estar albergándose en esa sede diplomática.
La opositora vive en la clandestinidad desde de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que Maduro reivindicó la victoria pese a las denuncias de fraude de sus rivales.
La oposición liderada por Machado reivindica la victoria en esas últimas elecciones presidenciales, a las que concurrió con la candidatura de Edmundo González Urrutia, exiliado en España a raíz de una orden de detención en su contra.
Estados Unidos tampoco reconoció el resultado de aquellos comicios. El premio es un “merecidísimo reconocimiento” a su “larga lucha” por la “libertad” en Venezuela, celebró González Urrutia en la red social X. “¡La primer Nobel de Venezuela!”, escribió.
El portavoz de la comisión de Derechos Humanos de la ONU, Thameen Al-Kheetan, dijo a su vez que la decisión refleja “las claras aspiraciones del pueblo de Venezuela por elecciones libres y justas, por los derechos civiles y políticos y por el Estado de derecho”.
La Unión Europea reaccionó también al premio. El Nobel es un “poderoso mensaje” en favor de la democracia, afirmó Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión, el ejecutivo comunitario.
El año pasado, el prestigioso galardón fue para el grupo antinuclear japonés Nihon Hidankyo, un movimiento promovido por supervivientes de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. El premio, que se entregará el 10 de diciembre en Oslo, consiste en una medalla de oro, un diploma y una suma de 1,2 millones de dólares.
Tal como esperaban los observadores, el premio se le escapó así al presidente estadounidense Donald Trump, que manifestó de forma reiterada su deseo de verse galardonado con el Nobel de la Paz, como lo fuera su predecesor demócrata Barack Obama.