El regreso de Beto Ortiz a la pantalla no pasó desapercibido. En la edición especial de ‘El Valor de la Verdad’ por la crisis política que vive el Perú, el periodista lanzó duras críticas al reciente cambio de poder en el país.
Cuestionó el ascenso de José Jerí, a quien dijo no conocer, y arremetió contra el Congreso por haber “jugado con la voluntad popular”.
Sus palabras encendieron el debate nacional, especialmente por el tono directo y la crudeza con la que describió la salida de Dina Boluarte del gobierno y la fragilidad del sistema político peruano.
Un regreso cargado de ironía y fuego político
Beto Ortiz inició su monólogo con la ironía que lo caracteriza. Desde su lugar en el set y el foco centrado en su rostro, miró a cámara y lanzó su primera sentencia: “Los partidos que el jueves han hecho que la presidenta Dina Boluarte se vaya a su casa y sea reemplazada por un ilustre desconocido de nombre José Jerí”.
Su afirmación marcó el tono del programa. Ortiz, quien recordó haber entrevistado a cientos de políticos durante su carrera, dijo que jamás había escuchado de José Jerí. “Parece un personaje de perfil bajo, que prefiere mantenerse lejos de las luces, pero de pronto se ha sacado la tinka, el boleto premiado, y ahora es presidente de la República”, ironizó.
El periodista contrastó ese ascenso con lo que llamó la pérdida de mérito en la política. “Hubo un tiempo en que los presidentes eran hombres ilustrados, cultos, con experiencia al servicio de la patria. Ahora parece que basta un golpe de suerte”, afirmó, mientras el público seguía en silencio.
Ortiz marcó además una coincidencia que calificó como “curiosa”: el 12 de octubre, día del programa, es exactamente seis meses antes de las próximas elecciones. “No es casualidad”, insinuó, dejando entrever que el cambio en el Ejecutivo responde más a cálculos políticos que a convicciones éticas.
“Cuatro mil quinientos muertos y recién reaccionan”
El periodista elevó la tensión con un repaso de cifras que leyó desde una hoja. Recordó que, durante el gobierno de Dina Boluarte, las víctimas de violencia superaron los cuatro mil quinientos. “Seis asesinatos diarios, más de mil quinientos en 2025. A Merino lo vacaron por dos, ¿se acuerdan? Inti y Brayan. Acá hemos esperado cuatro mil quinientos muertos para decir: ‘Ah, no, esto ya se pasó de la raya’”, señaló.
Sus palabras buscaron evidenciar la aparente indiferencia del Congreso y de los líderes políticos frente a las víctimas. “El ataque al grupo Agua Marina ha sido la gota que rebalsó el vaso, dicen. Pero, ¿había que esperar tanto para decidir que Boluarte debía irse a su casa?”, se preguntó.
Con tono de indignación, cuestionó la repentina unidad del bloque parlamentario que impulsó la vacancia. “Todo el río de sangre que vino antes estaba bien, ¿no? Gobernabilidad, fotos con Boluarte, todos felices. Pero de pronto se volvió el demonio y en hora y media la echaron”, dijo.
José Jerí, el presidente que nadie conocía
La figura del nuevo mandatario fue otro de los blancos del comentario de Ortiz. “¿Quién cuernos es José Jerí? No lo conocían ni en su barrio”, exclamó con ironía. Para él, el ascenso del congresista simboliza el estado de desconexión entre el poder y la ciudadanía.
“El Congreso gobierna el país, aunque no lo elegimos para eso. Los elegimos para legislar, no para decidir quién debe mandar”, afirmó. Según el periodista, la vacancia de Boluarte fue el reflejo de un sistema en el que las alianzas parlamentarias reemplazan la voluntad popular.
Ortiz describió con tono teatral el proceso que llevó a Jerí al poder. “Hora y media. Pum, pim, pam, pum, pum, chao. Se fue. Y pusieron al ilustre José Jerí. Un hombre que pasó de la sombra a Palacio sin que nadie lo esperara”, comentó entre risas y asombro.
Durante el segmento, recordó que Jerí pertenece a un grupo político que formó parte del autodenominado Bloque Democrático, integrado por partidos como Fuerza Popular, APP, Renovación Popular y Avanza País. “Ellos deciden por nosotros y nosotros solo miramos en televisión cómo mueven las piezas”, añadió.
Dina Boluarte, blanco de una crítica sin filtros
Lejos de defender a la exmandataria, Ortiz fue contundente al describirla. “Ha sido una presidenta mediocre, patética, cínica, arribista, muerta de hambre”, declaró sin matices. Su frase resonó en el estudio, donde el silencio fue absoluto por unos segundos.
Para el conductor, la caída de Boluarte no fue más que el desenlace de un gobierno marcado por la improvisación y la distancia con la gente. “Merecía irse hace tiempo, no ahora. No había que esperar seis meses exactos para separarse de Dina”, sostuvo.
El periodista aprovechó el espacio para repasar lo que llamó “los grandes momentos” del gobierno saliente, entre errores, promesas incumplidas y episodios de violencia que, según dijo, “la historia pronto olvidará”.
Su retorno a la televisión, envuelto en sarcasmo, ironía y crítica mordaz, marcó el tono del debate político en un país que parece acostumbrarse a los cambios vertiginosos en el poder. Ortiz, fiel a su estilo, convirtió su regreso en un retrato incómodo de la política peruana actual, entre la indignación y el desencanto.