Con la llegada del otoño y la bajada de temperaturas paulatina, los suelos del hogar se van enfriando. Junto a ello, vienen también los gastos energéticos y los pijamas polares y gorditos. Pero para evitar los costes de la calefacción hay una estrategia que se basa en el uso de plástico de burbujas. Y es que, esta herramienta, que suele emplearse en mudanzas o para transportar objetos frágiles, puede servir como aislante térmico en ventanas y macetas cuando llegan las olas de frío.
Según recogió Ideal Home, esta solución casera gana popularidad en Europa y Estados Unidos por su simplicidad y bajo precio sin depender de costosas instalaciones. La experta en jardinería de Miracle-Gro, Kate Turner, ha aconsejado a los lectores de dicho medio “agrupar los recipientes cerca de una pared o debajo de árboles y arbustos” para potenciar la protección de todas las plantas ante heladas inesperadas.
Este método se suele usar sobre todo para la protección de las plantas sensibles al frío. En este sentido, Jack Sutcliffe, profesional de jardinería, explicó que esta medida permite a los aficionados al jardín limitar el impacto de las heladas nocturnas: “Atrapa el aire caliente alrededor de tus plantas en macetas, envolviéndolas en plástico de burbujas”. Así, a pesar de que “el clima frío, en particular las heladas, hace que el agua de las células vegetales se congele”, este material “puede ayudarlas a sobrevivir al clima ventoso del invierno”, detalló Sutcliffe. Algo que los especialistas también han adaptado este sistema a los hogares.
“Puede reducir esa pérdida hasta en un 70 por ciento”
Otra de las ventajas señaladas es que este material “puede evitar que los contenedores se agrieten cuando las temperaturas caen por debajo del punto de congelación y luego vuelven a subir”, una preocupación común en macetas decorativas o recipientes especiales. Diversos especialistas coinciden en que envolver la maceta —en vez de la planta— contribuye a aislar el suelo y proteger las raíces de las bajas temperaturas.
En interiores, la función aislante del plástico de burbujas se utiliza para disminuir la pérdida de calor que sufren las viviendas por las ventanas. El procedimiento consiste en recortar el material al tamaño del cristal, humedecer el vidrio con agua y fijar la parte de las burbujas directamente sobre la superficie, conforme explican los expertos consultados por Ideal Home. El sistema replica el principio del doble acristalamiento al crear una capa adicional que bloquea el paso del aire frío y retiene el calor en el interior.
Urbane Eco, una organización centrada en sostenibilidad, ha indicado para The Sun que “alrededor del 15 por ciento del calor de una casa se pierde a través de las ventanas”. Así, “un doble acristalamiento adecuado puede reducir esa pérdida hasta en un 70 por ciento, ahorrando potencialmente alrededor de 200 dólares al año en costos de calefacción y reduciendo cientos de libras de dióxido de carbono”, afirma.
Desde esta perspectiva, el uso de plástico de burbujas representa una alternativa práctica cuando la instalación de doble o triple acristalado no está al alcance económico de la mayoría. “Si bien el plástico de burbujas no es tan efectivo como el acristalamiento profesional, es una forma fácil y gratuita de mejorar el aislamiento, especialmente cuando la instalación de un acristalamiento secundario puede costar miles de dólares por ventana”, ha señalado el artículo de Ideal Home.