Salir a pedir dulces es una de las actividades más tradicionales en Halloween en Estados Unidos. La frase más común que expresan niños cuando llegan a la puerta es “trick or treat”, que en español se traduce como “dulce o truco”. Esta expresión podría estar inspirada en antiguas costumbres europeas e incluso en prácticas navideñas.
Por qué se piden dulces en Halloween
Holiday Symbols and Customs (Símbolos y costumbres de las fiestas) es un libro publicado en 2015 que recopiló los orígenes de más de 365 festividades alrededor del mundo. De acuerdo con National Geographic, este texto sugirió que la tradición de pedir dulces el 31 de octubre de cada año viene de Inglaterra.
En este país se conmemora el All Soul’s Day (Día de los fieles difuntos) el día 2 de noviembre. En el siglo XVI, se volvió costumbre que los niños recibieran pasteles decorados con cruces si participaban en los rezos dedicados a los fallecidos.
BBC agregó que durante All Soul’s Day, la práctica de ir de casa en casa para pedir alimentos a cambio de oraciones era conocida como “souling”, en referencia a las almas (soul, en inglés) de los muertos.
Lisa Morton, autora del libro Trick or Treat: A History of Halloween (Dulce o truco: una historia de Halloween), propuso que la tradición de pedir dulces en Halloween podría venir de una actividad navideña que se realizaba en las regiones al este de Estados Unidos y Canadá en los siglos XVIII y XIX.
Como recordó National Geographic, en ese entonces surgió una práctica llamada “belsnickling”, la cual consistía en disfrazarse y visitar casas ajenas para pedir comida a cambio de realizar trucos para entretener a los residentes del hogar.
Cuál es el origen de la frase “dulce o truco”
Según National Geographic, en el siglo XIX los más jóvenes comenzaron a golpear ventanas y cambiar de lugar las cosas de sus vecinos, y aparentaban que las travesuras las había realizado un ente sobrenatural. Por eso, algunas personas empezaron a ofrecer dulces a cambio de que no causaran problemas en su propiedad.
El Diccionario Merriam-Webster señaló que fue el etimólogo Barry Popik quien rastreó cuándo fue la primera vez que se usó la expresión “trick or treat” para referirse a esta actividad de Halloween.
Popik encontró que en 1923, el periódico The Leader-Post (de la provincia de Saskatchewan en Canadá) mencionó que el Halloween de ese año fue tranquilo: “ni los ‘dulces’ ni los ‘trucos’ fueron parte de la orden del día”.
Con el paso de los años, la frase “trick or treat” y las bromas se volvieron comunes en EE.UU. y Canadá. Un fragmento de una nota de 1928, publicada en el diario Bay City Times en el estado de Michigan, describió el Halloween de ese año de la siguiente manera:
“Los ciudadanos pacíficos vivieron aterrorizados por el momento en que de noche fueron llamados a sus puertas para escuchar el ultimátum fatal: “¡dulce o truco!”, pronunciado en un tono despiadado por algún niño pequeño que agarraba en un puño un trozo de jabón capaz de eliminar la transparencia de cualquier número de ventanas”.
La popularización de pedir dulces en Halloween en EE.UU.
La revista Smithsonian explicó que la práctica del “dulce o truco” se perdió en Estados Unidos entre 1939 y 1945. Esto se debió al desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual varios recursos y alimentos tuvieron que racionarse. Entre ellos estuvo el azúcar.
Cuando terminó el conflicto y las personas volvieron a comprar dulces, el “dulce o truco” regresó al país y se intensificó gracias a una combinación de factores.
En esos años se registró un crecimiento de los suburbios en EE.UU., lo cual propició que los niños fueran capaces de visitar más casas y con rutas más definidas.
Además, las fábricas comenzaron a vender más golosinas empaquetadas de forma individual que eran más prácticas para regalar durante Halloween.