Una nueva polémica se generó en el partido de Carlos Casares, después de que un concejal propusiera llevar al recinto local una nueva sobretasa vial a los productores agropecuario para reconstruir los caminos. Todo esto, en medio de una grave crisis por las inundaciones que afectan a la región, donde el frente político prepara una iniciativa que busca imponer una mayor carga tributaria a un sector ya devastado. Se trata del concejal de Avanza Libertad, José Luis Ledesma, quien es el impulsor de un proyecto que busca aumentar en un 30% la tasa vial que abonan los productores agropecuarios.
La propuesta cayó como un baldazo de agua fría sobre los chacareros, que en medio de las inundaciones luchan por no perderlo todo. En conversación con LA NACION, el intendente de Carlos Casares, Daniel Stadnik, se desligó rápidamente de la iniciativa y afirmó que estaba en contra.
La noticia la dieron a conocer los mismos productores, indignados por la iniciativa: “El Municipio de Carlos Casares pretende crear una sobretasa vial para reconstruir caminos y así cobrarnos más, en un momento en el que los caminos están hechos pedazos y los campos bajo agua. Esta recarga no tiene un fin tributario, sino aleccionador, es un castigo a los contribuyentes que reclamamos y que expusimos la inacción del ingeniero Daniel Stadnik. Denunciamos la desidia de la Municipalidad y del intendente: pagamos por un servicio que no se hizo y no tenemos. La inoperancia del jefe comunal nos ha llevado al desastre que hoy padecemos. Ahora quieren meternos otra vez la mano en los bolsillos, justo cuando no podemos producir ni pagar».
Además, señalaron que esto lo impulsan mientras les piden “responsabilidad política” y “respetar los tiempos institucionales”. “En el campo la realidad es otra: el 90% de nuestras producciones está bajo agua. Sin producción, no hay pago. Exigimos: no aprobar este proyecto que impondría una recarga tributaria injusta. Plan de emergencia con plazos, responsables y obras verificables. Rendición peso por peso y auditoría independiente de todo lo recaudado. Antes de cobrar: hagan, porque sin caminos, no hay tasa», plantearon los agricultores.
Stadnik agregó a este medio que el proyecto lo presentó un concejal de otro bloque. “No es una propuesta nuestra y nuestro bloque no lo va a acompañar”, aseguró. Reconoció la crítica situación del sector. “Hoy el productor está todo inundado, no me paga la tasa como está, imagínese una sobretasa”, dijo a LA NACION.
El jefe comunal destacó que, si bien cualquier concejal tiene derecho a presentar propuestas, en este caso no contarán con el apoyo oficialista. Además, subrayó su buen diálogo con la Sociedad Rural local y afirmó que “no haría nada sin un acuerdo con ellos”.
Stadnik también detalló los problemas financieros que enfrenta el municipio debido a la poca recaudación por la crisis climática. Explicó que la tasa actual, de entre $13.000 y $14.000 por hectárea al año, no ha sido aumentada, pero que la cobrabilidad ha caído drásticamente.
“Están todos los campos inundados, es entendible, pero se me ha caído mucho la tasa de cobrabilidad”, admitió, señalando que lo mismo ocurre con el impuesto inmobiliario rural que coparticipa la provincia de Buenos Aires. Esta merma, sumada a las lluvias récord de hasta 1900 milímetros en el último año, lo obliga a destinar fondos de otras áreas para intentar mantener los caminos.
Sin embargo, de acuerdo con los productores, los caminos están destruidos, los campos bajo agua y la producción frenada. “No es una tasa: es un castigo a quienes reclamamos, a quienes seguimos poniendo el hombro mientras el Municipio mira para otro lado. Pagamos por un servicio que nunca existió, y ahora quieren cobrarnos más», plantearon en los mensajes que divulgaron en los grupos vecinales.
Julián Carlos, un productor afectado de la zona, dijo que la propuesta fue impulsada por el concejal Ledesma, de otro partido, y necesita un voto del oficialismo para ser tratada sobre tablas. Cuestionó que esta medida llega en medio de una situación crítica, donde muchos productores no pueden trabajar ni acceder a sus campos, los ingresos por tasas se han desplomado y, aun así, se busca aumentar la carga impositiva. “El 70% de lo recaudado se va en sueldos y ahora quieren cobrar más. Nos están exprimiendo. No puedo salir del campo, no puedo producir, y me quieren cobrar más”, expresó indignado.
Considera que imponer la sobretasa en estas condiciones es “injusto” y advirtió que podría poner en riesgo la continuidad de las explotaciones rurales, mientras la infraestructura y el drenaje del agua no se resuelven de manera efectiva.