En un reciente video compartido en su cuenta de TikTok, la psicóloga Patricia García ha abierto un debate fundamental sobre las dificultades emocionales que enfrentan los niños con altas capacidades intelectuales. A lo largo de su intervención, García reflexiona sobre las características de estos niños que no siempre son reconocidas ni comprendidas, ni por los adultos que los rodean, ni por los propios sistemas educativos. La profesional expone una preocupación que, aunque no es nueva, sigue siendo una de las grandes ausencias en la atención psicológica: la soledad que experimentan los niños con altas capacidades.
“El otro día un amigo y compañero de profesión me preguntaba que, desde que me he ido especializando en la atención a personas con altas capacidades, cuál creo que es, desde mi opinión, el problema principal que trae este colectivo de personas a terapia”, comenzaba el vídeo la psicóloga. Esta pregunta le hizo reflexionar, hasta que llegó a dos conclusiones.
“No sienten conexión”
Así, García reconoce que muchos de los niños diagnosticados con altas capacidades llegan a terapia debido a síntomas de ansiedad, insomnio y otros trastornos emocionales que son comunes en muchas personas. Sin embargo, a medida que profundiza en el tema, la psicóloga pone de manifiesto algo que, según ella, no está presente en los manuales diagnósticos tradicionales ni en el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales): el sentimiento de soledad profunda que estos niños experimentan a pesar de estar rodeados de gente.
“La soledad no es entendida como estar físicamente aislado o en un lugar vacío”, explica García. “Muchos de estos niños están rodeados de personas, pero el problema es que no sienten conexión con ellas”. Esta desconexión emocional es uno de los aspectos más complejos y menos comprendidos de las altas capacidades intelectuales. García señala que, aunque cada caso es único y debe ser evaluado individualmente, este sentimiento de aislamiento puede estar relacionado con las grandes diferencias en la forma de percibir el mundo de los niños con altas capacidades.
Para estos niños, el mundo puede parecer muchas veces superficial o inalcanzable, ya que sus niveles de comprensión, creatividad y razonamiento suelen ser mucho más desarrollados que los de sus compañeros de edad. Esto provoca que, aunque interactúen con otros, la sensación de no encajar o de no encontrar interlocutores en su entorno sea constante.
Soledad frente a solitud
La psicóloga también destaca un factor crucial en la forma en que estos niños manejan su soledad: la comprensión de las razones detrás de esa desconexión. “Una vez que la persona entiende los motivos por los cuales no se da esa conexión con un gran porcentaje de la población general, ese sentimiento de soledad tiende a llevarse mucho mejor”, comenta García. Según su experiencia, cuando estos niños logran entender que su forma de percibir y procesar el mundo es distinta, la soledad puede transformarse. En lugar de ser una carga emocional negativa, se convierte en algo que se elige de manera consciente y voluntaria, lo que ella denomina “solitud”.
La “solitud” no es lo mismo que la soledad, ya que implica una experiencia introspectiva y una búsqueda de paz interior que es elegida activamente. De hecho, la experta sostiene que muchas personas recurren a este tipo de soledad de forma voluntaria en algún momento de sus vidas. Esta nueva forma de experimentar la soledad, según la psicóloga, permite que los niños con altas capacidades encuentren un espacio de confort donde puedan desconectar de la presión social que sienten al no poder conectarse con los demás.
Por último, cabe destacar la importancia de visibilizar el problema de la soledad en los niños con altas capacidades, un reto que, aunque invisible para muchos, tiene un impacto significativo en su bienestar psicológico y emocional. La clave está en comprender que la alta capacidad no solo se refiere a un desarrollo cognitivo avanzado, sino también a una forma particular de vivir y experimentar el mundo, que puede resultar difícil de compartir con los demás.