El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha asegurado este viernes que no dimitirá pese al fracaso de la OPA lanzada en sobre Banco Sabadell y recalca que su continuidad “no dependía del resultado de este proceso”. En rueda de prensa ha explicado que fue el consejo de administración en pleno quien tomó todas las decisiones, incluida la de presentar la oferta, y ha afirmado que su labor es “intentar aquellas cosas que tienen sentido”. “En todo momento hicimos lo que creíamos que teníamos que hacer”, ha añadido.
Torres se ha mantenido en la defensa de la operación, que desde el banco vasco creían “fantástica” y añadió que el precio no dejaba margen a mejoras por parte de la entidad. “Ofrecimos la mejor propuesta posible, una oferta objetivamente atractiva”, ha subrayado. Pese a que reconoce que “obviamente” el resultado no era el esperado, también indica que “importa poco” lo ocurrido en cuanto a los colectivos que han acudido a la oferta. En concreto, ha señalado que los accionistas institucionales acudieron “en gran medida”, mientras que la opinión contraria del Sabadell y la posible expectativa de una segunda oferta influyeron en la baja aceptación de los minoristas.
La OPA fracasa con un 25% de aceptación
Pese a que este escenario era el considerado por los analistas como menos probable, el BBVA ha fracasado en su OPA sobre el Banco Sabadell, al lograr únicamente el 25,7% del capital. Este resultado, con un porcentaje que se sitúa por debajo del mínimo requerido, ha llevado al grupo vasco a dar por concluido su intento de control sobre la entidad catalana. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) confirmó este jueves que la oferta fue aceptada por el 25,5% de los derechos de voto, por lo que queda sin efecto.
Entre los accionistas minoritarios del Sabadell, la reacción ha sido de satisfacción. Jordi Casas, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios, subrayó que el fracaso de la OPA demuestra que el mercado financiero español necesita a la entidad, centrada en servicios a pymes, y destacó que solo un 2,8% de los minoristas acudió al canje, un rechazo masivo que dificultaba la operación. Casas también señaló que los planes estratégicos del banco se han cumplido con creces y que la perspectiva de dividendos futuros, por 6.450 millones de euros en dos años y medio, fue un factor clave para que los accionistas decidieran no vender.
Respuestas desde Barcelona y Madrid
Las reacciones institucionales y políticas también han sido numerosas. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, celebró el desenlace y resaltó la importancia de mantener un sistema bancario adaptado a Cataluña. El expresidente Carles Puigdemont, por su parte, valoró la OPA fallida como una victoria para el sistema bancario catalán, mientras que Oriol Junqueras, presidente de ERC, afirmó que el fracaso era una buena noticia para Cataluña, sus empresas y trabajadores.
Desde el Ministerio de Economía, se destacó la “impecable labor” de los supervisores y autoridades implicadas y se mostró respeto por la decisión de los accionistas. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, consideró que la paralización de la operación es positiva para el país, al evitar efectos negativos sobre el empleo y la financiación de pymes.
Siguientes pasos para BBVA
Para los de Torres, el fracaso de la OPA representa una oportunidad para reforzar la retribución a los accionistas. El banco retomará su plan estratégico, que incluye la recompra de acciones por cerca de 1.000 millones de euros desde el 31 de octubre y el pago de un dividendo récord de 0,32 euros por acción el 7 de noviembre, por un total de aproximadamente 1.800 millones de euros. Además, tras la aprobación del Banco Central Europeo, se pondrá en marcha una recompra adicional significativa de acciones.
BBVA mantiene sus objetivos para 2025-2028: un ROTE promedio del 22%, un ratio de eficiencia cercano al 35%, un crecimiento anual del patrimonio neto tangible por acción más dividendos del 15% y un beneficio atribuido acumulado de unos 48.000 millones de euros en cuatro años.