El futuro inmediato de Andrade “El Ídolo” en la lucha libre profesional atraviesa un momento de alta tensión. El gladiador mexicano, actualmente vinculado con All Elite Wrestling (AEW), podría enfrentar una suspensión prolongada a nivel mundial tras haber violado una cláusula contractual impuesta por la World Wrestling Entertainment (WWE).
Según el portal especializado Wrestling Observer, Andrade habría incumplido la llamada cláusula de competencia, la cual le impedía luchar o firmar con otra empresa dentro de los 90 días posteriores a su liberación contractual. Dicha rescisión ocurrió el pasado 13 de septiembre, fecha en la que el mexicano fue oficialmente liberado por WWE.
Sin embargo, apenas unas semanas después, el exintegrante de La Sombra apareció en AEW, lo que desató una nueva controversia entre ambas empresas. Reportes indican que la dirigencia de AEW desconocía la existencia de dicha cláusula, motivo por el cual incluyeron al mexicano en su programación sin prever posibles repercusiones legales.
Lo más sorprendente, según fuentes cercanas al caso, es que ni siquiera la propia WWE estaba plenamente consciente de que el contrato de Andrade contenía esa restricción. Esta falta de claridad administrativa podría complicar los reclamos legales, aunque no exime al luchador de posibles sanciones si la empresa de Vince McMahon decide llevar el caso a los tribunales.
De confirmarse la violación del acuerdo, Andrade podría ser inhabilitado para luchar durante un año completo, lo que afectaría severamente su ritmo competitivo y su posición dentro del panorama internacional de la lucha libre.
El escándalo se intensificó tras su reciente participación en The Crash, empresa mexicana independiente donde Andrade se coronó Campeón Mundial de Peso Completo al derrotar a DMT Azul el pasado 3 de octubre en el Auditorio Municipal Fausto Gutiérrez Moreno de Tijuana. Su aparición en ese evento, apenas semanas después de su salida de WWE, refuerza la versión de que el mexicano habría roto las condiciones del contrato.
Hasta el momento, ni WWE ni AEW han emitido un comunicado oficial sobre el caso. No obstante, diversas fuentes cercanas a ambas compañías han señalado que el conflicto podría escalar hasta instancias legales si la WWE busca sentar un precedente sobre el cumplimiento de las cláusulas de competencia.
Mientras tanto, los fanáticos del luchador originario de Gómez Palacio, Durango, permanecen en expectativa ante lo que podría convertirse en uno de los conflictos más polémicos del año en la industria de la lucha libre mundial.