LONDRES.– Acorralado por los escándalos, el príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III de Gran Bretaña, anunció el viernes la renuncia a su título de duque de York en medio de las crecientes controversias en torno a las acusaciones de abuso sexual a una menor en su contra y sus vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.
El miembro de la familia real ha estado bajo escrutinio público desde 2021, cuando Virginia Giuffre lo acusó de haber tenido relaciones sexuales con ella cuando era menor, en un encuentro facilitado por el exfinancista norteamericano.
El tercer hijo de la reina Isabel II evitó entonces el juicio civil en Estados Unidos mediante un acuerdo millonario, pero debió renunciar a ser un “miembro activo” de la familia real, perdió el uso del tratamiento de “Su Alteza Real” y dejo de participar de los actos oficiales de la familia.
Los crecientes pedidos al Palacio de Buckingham para que tomara medidas en su contra puede que lo hayan llevado ahora a devolver voluntariamente sus títulos nobiliarios y renunciar a su membresía a la Orden de la Jarretera, una antigua orden de caballería del país.
“En conversación con el Rey, y con mi familia inmediata y extendida, hemos llegado a la conclusión de que las acusaciones continuas en mi contra distraen del trabajo de Su Majestad y de la Familia Real. He decidido, como siempre lo he hecho, anteponer mi deber hacia mi familia y mi país. Mantengo mi decisión, tomada hace cinco años, de apartarme de la vida pública”, escribió el príncipe en su comunicado.
“Con el acuerdo de Su Majestad, sentimos que ahora debo dar un paso más. Por lo tanto, dejaré de utilizar mi título y los honores que me han sido conferidos”, informó Andrés, además de volver a declararse inocente de las acusaciones en su contra.
Según la BBC, aunque dejará de ser el duque de York y su papel como miembro de la familia real se verá aún más reducido, Andrés seguirá siendo considerado príncipe.
Su exesposa Sarah Ferguson dejará de ser duquesa de York, aunque sus hijas mantendrán el título de princesas.
Bajo escrutinio
El miembro de la familia real se encuentra bajo un fuerte escrutinio público a raíz de las acusaciones en su contra, lo que a su vez ha generado una creciente frustración en la familia real, acostumbrada a intentar evitar los escándalos.
En su entrevista con BBC Newsnight, el príncipe Andrés había dicho que rompió todo vínculo con Epstein después de que fueran fotografiados juntos en Nueva York en diciembre de 2010.
Sin embargo, tal cómo informó la BBC, posteriormente salieron a la luz correos electrónicos enviados en febrero de 2011 que sugerían que Andrés había mantenido contacto privado con Epstein, incluyendo un mensaje en el que se leía: “Sigamos en contacto y pronto jugaremos un poco más”.
La próxima semana se publicará el libro póstumo de memorias Nobody’s Girl (La chica de nadie) de Virginia Giuffre, que se suicidó en su casa de Perth, Australia, el pasado abril a los 41 años. Además de acusar al príncipe Andrés, Giuffre era la principal denunciante de Epstein, que se suicidó en su celda de Nueva York en 2019 mientras esperaba el juicio por tráfico sexual de menores.
En las memorias —que saldrán a la venta el 21 de octubre y del que el medio británico The Guardian publicó extractos exclusivos- , Giuffre describe el encuentro con el príncipe Andrés en marzo de 2001, en la casa londinense de Ghislaine Maxwell, asociada de Epstein.
“Ghislaine me despertó temprano. Dijo que iba a ser un día especial. ‘¡Igual que Cenicienta, vas a conocer a un apuesto príncipe!’, me dijo riendo”, escribió Giuffre en sus memorias.
Horas más tarde, el duque de York apareció. “Era educado, aunque algo distante”, recuerda. “Me pidieron que adivinara su edad. Dije que tenía unos 40. Él respondió: ‘Y tú, ¿cuántos años tienes?’ Cuando le dije 17, sonrió: ‘Mis hijas son solo un poco más jóvenes que tú’.” “Vamos a tener que intercambiarla pronto”, replicó la británica, en una broma de mal gusto sobre cómo Giuffre comenzaba a hacerse mayor.
Esa noche, salieron a comer y luego fueron al club nocturno Tramp, en el centro de Londres. “Bailaba con torpeza y sudaba tanto que su camisa estaba empapada”, escribió Giuffre. “Cuando regresamos a casa, Ghislaine me dijo: ‘Ahora harás con él lo que haces con Jeffrey’. Y lo entendí todo.”
El relato del encuentro es directo, sin eufemismos: “Fue amable, pero con ese aire de superioridad. Como si tenerme fuera un privilegio inherente a su sangre”.
En 2019, tras la muerte de Epstein, el príncipe Andrés intentó defenderse en una entrevista a la BBC, pero el efecto fue catastrófico. “Puedo decir categóricamente que nunca sucedió. No recuerdo haberla conocido en absoluto”, declaró.
Sus argumentos —incluida una célebre explicación de que no podía haber estado sudando en el club Tramp porque “no transpira debido a una condición médica”— se convirtieron en motivo de burla pública.
En 2022, llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre por una cifra que no se hizo pública, aunque medios británicos estiman que superó los 10 millones de dólares. El acuerdo incluyó una declaración en la que Andrés reconocía el sufrimiento de las víctimas de Epstein, sin admitir responsabilidad personal.
Agencias AP, AFP y diario El País