El dolor cervical es uno de los problemas más frecuentes en la actualidad. El uso prolongado de dispositivos electrónicos, el estrés y la falta de actividad física son algunas de las causas más comunes.
David, un osteópata que publica contenido en su cuenta de TikTok (@recuperacionfuncional), ha subido un vídeo en el que habla de este tema más en profundidad. “Está relacionado con las malas posturas”, señala el experto como el motivo principal que origina estas molestias.
Cómo eliminar el dolor
Según explica David, la causa principal del dolor cervical suele estar directamente relacionada con una mala postura. Por ello, la clave para aliviar estas molestias pasa por corregir la alineación del cuerpo y fortalecer la zona. En su vídeo, propone dos ejercicios sencillos que pueden realizarse en casa y que ayudan a estirar y descargar la musculatura del cuello y la parte superior de la espalda.
El primero se realiza de pie, frente a una pared, a una distancia aproximada de medio metro. Hay que apoyar ambos codos sobre la pared y entrelazar los dedos por detrás del cuello. A continuación, se contraen los glúteos y se deja caer lentamente el cuerpo hacia adelante, permitiendo que la cabeza se incline ligeramente hacia atrás.
Este movimiento favorece la extensión de la columna cervical y ayuda a estirar la musculatura de la zona, corrigiendo la curvatura excesiva del cuello y la típica “chepa” que aparece por pasar mucho tiempo encorvado.
El segundo ejercicio también se hace junto a la pared, pero en este caso conviene colocarse un poco más separado. Desde esa posición, se realiza una ligera sentadilla para apoyar tanto los glúteos como la cabeza.
Las manos se colocan sobre la cintura y, desde ahí, se lleva la pelvis hacia delante mientras la cabeza se inclina suavemente hacia atrás y los hombros se abren. Esta postura favorece la apertura del pecho, mejora la alineación de la columna y contribuye a reducir la tensión acumulada en la zona cervical.
Estrategias complementarias para prevenir el dolor cervical
Además de los ejercicios de estiramiento y corrección postural, existen otras estrategias que pueden ayudar a prevenir y minimizar el dolor cervical. La ergonomía en el espacio de trabajo es fundamental: ajustar la altura del monitor, mantener los pies apoyados en el suelo y utilizar sillas con buen soporte lumbar puede marcar una gran diferencia.
Incorporar hábitos de actividad física regular es igualmente importante. Ejercicios de fortalecimiento de la espalda, los hombros y la zona abdominal mejoran la estabilidad general y ayudan a mantener una postura adecuada durante más tiempo.
Actividades como la natación, el pilates o el yoga no solo fortalecen la musculatura de ciertas zonas, sino que también promueven la flexibilidad, lo que disminuye la rigidez en el cuello.
Por último, técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o los masajes terapéuticos pueden ser un complemento útil. Reducir el estrés no solo beneficia la salud mental, sino que también disminuye la tensión muscular que se concentra en la zona cervical.