Un tiro en el poste de Julián Álvarez, en los primeros compases del segundo tiempo ilusionaron a Atlético de Madrid que, en el primer capítulo del partido en el Emirate Stadium, de Londres, resistió a los ataques de Arsenal. Pero, en lugar de asustar y paralizar a los Gunners, ese remate de la Araña resultó la chispa que encendió una maquinaria que en 13 minutos arrolló al rival para demolerlo con un contundente 4 a 0, por la tercera jornada de la Champions League.
Una goleada que refleja el presente de Arsenal, primero en la Premier League y también puntero y con cosecha ideal en el máximo torneo de clubes que organiza la UEFA. También las dificultades que no logran sortear los colchoneros, con una estadística negativa en sus visitas a rivales ingleses en la etapa de grupos o de clasificación: no saben de victorias en los últimos seis partidos.
En el momento en que Atlético de Madrid intentó ser valiente y dar el paso al frente, Arsenal lo minimizó con sus múltiples recursos y un ritmo intenso. Lo aturdió con el gol de Gabriel Magalhaes y lo remató en seis minutos con el tanto de Gabriel Martinelli y los dos festejos de Viktor Gyökeres. Al juego le sobraban 20 minutos y mientras el Cholo enviaba al campo de juego a Thiago Almada y a Antoine Griezmann para intentar descontar en el resultado, en el banco de suplentes rival los abrazos y felicitaciones entre el director técnico Mikel Arteta y su ayudante Gabriel Heinze eran la señal del objetivo cumplido de modo imperial. “Han sido 14 minutos contundentes y el Arsenal merece la victoria”, apuntó el Simeone.
En verdad los minutos de furia fueron 13, aunque el derrumbe pudo empezar una hora antes, cuando Saka –una pesadilla para la defensa colchonera, en particular para David Hancko y Nicolás González que debía ayudar en la marca- asistió a Eze, que gatilló: la pelota rebotó en Hancko, se elevó, dejó fuera de servicio al arquero Jan Oblak y se estrelló en el travesaño. La toma continuó: Declan Rice capturó el balón, pero no tuvo puntería. Una muestra de lo que le depararía el encuentro a Atlético de Madrid, que caminaba bajo un temblor: Saka perdió en un mano a mano con el guardavalla, un disparo de Myles Lewis-Skelly cruzó la portería, Martinelli se atragantó en un festejo por posición adelantada…
Arsenal fue un equipo agresivo, con una efectiva presión alta, que empujó a los españoles a perder con rapidez el control de la pelota y quedar encajados en propio campo. Un error del arquero David Raya, que ante la asfixia de Giuliano Simeone cedió un lateral que el volante ejecutó con velocidad, una maniobra que tuvo a Julián Álvarez como rematador, aunque por centímetros no le acertó al arco. Un tiro libre que lanzó más tarde la Araña fue la siguiente respuesta de los colchoneros en 45 minutos.
Los primeros movimientos en Emirates Stadium no fueron tan caros como los que Atlético de Madrid protagonizó en Anfield, donde en 360 segundos estaba 0-2 en el marcador [cayó 3-2 en el descuento], aunque la angustia se apoderaría de los madridistas en el segundo tiempo. El escenario señalaba que un equipo se preparó para jugar con el balón y el otro a bloquear caminos y lanzar contraataques: el primero tocó la partitura durante todo el partido, para los españoles la canción duró apenas un cuarto de hora. La conformación del equipo desnudaba que Simeone dejaría a Alexander Sørloth como faro y que Julián Álvarez se las tendría que ingeniar para diseñar juego y rematar, porque Griezmann, Almada y Álex Baena esperaron entre los suplentes.
«FUIMOS SUPERADOS POR UN EQUIPO MEJOR». El Cholo Simeone analizó el triunfo del Arsenal ante su Atlético de Madrid.
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— SportsCenter (@SC_ESPN) October 21, 2025
Alertados de que las jugadas de pelota parada son muy bien trabajadas por Arsenal, al mínimo descuido los Gunners establecieron que lo que se dice es una realidad: lanzamiento de Rice y cabezazo de Magalhaes para destrabar el marcador. La reacción de Simeone de introducir tres variantes no logró interpretarse: llovieron los festejos rivales. “El balón parado era una forma de poder hacer daño y una vez que llegó el gol hubo más espacios y se pudieron generar más oportunidades y a través del caos les hicimos más daño. Cuesta mucho desorganizar al Atlético”, comentó Arteta, con número fabulosos ante equipos españoles: siete partidos, siete triunfos.
El resumen del triunfo de Arsenal
Desde el otro vestuario, Simeone robusteció el pensamiento del entrenador vasco. “A mí siempre me encantó la pelota parada. La trabajan muy bien, son especialistas los que cabecean, los que ejecutan, el cuerpo técnico que lo trabaja y tienen un valor increíble en partidos complejos y difíciles”, apuntó el Cholo, que resaltó que los fallos individuales afectaron el plan colectivo: “No es mala suerte, son errores. Pudimos hacer falta en el 2-0 y no lo hicimos, en el 3-0 hay una jugada trabada que disputamos de forma débil… Son pequeños errores que hacen que el partido vaya para un lado o para el otro. Eso no se trabaja, se tiene dentro de uno. Cuando las situaciones se pueden resolver colectivamente, las trabajamos. Pero lo individual es más difícil”.
Un partido de 14 perdió Arsenal en el Emirates Stadium por la Champions League y, de los restantes 13, en siete no recibió goles. Una estadística que exhibe la fortaleza de un equipo que juega con el balón y se defiende con la pelota. Lo sufrió Atlético de Madrid.