El paquete de remuneración de Satya Nadella como director ejecutivo de Microsoft durante el año fiscal 2025 alcanzó los 96,5 millones de USD, la cifra más alta desde que asumió el cargo en 2014, según un informe regulatorio difundido el martes.
El comité de compensaciones del consejo de administración destacó en una nota a los accionistas que estos resultados “demuestran que Satya Nadella y su equipo de liderazgo han posicionado a Microsoft como un claro líder en inteligencia artificial ante este cambio generacional tecnológico”.
Cerca del 90% de la compensación total de Nadella se entregó en forma de acciones de la compañía, mientras que su salario base correspondió a 2,5 millones de USD, según detalló la empresa en su informe. En el año fiscal anterior, su remuneración había sido de 79,1 millones de USD.
El aumento en las retribuciones no solo benefició al CEO. Amy Hood, directora financiera, percibió 29,5 millones de USD en el periodo, y Judson Althoff, recientemente ascendido para liderar el negocio comercial de la empresa, recibió un paquete de 28,2 millones de USD.
Durante el año, las acciones de Microsoft, el principal fabricante de software del mundo, registraron un incremento del 23% hasta el cierre del martes. Un factor clave en este desempeño fue el crecimiento sostenido de su división de computación en la nube, Azure, que mantuvo tasas de expansión superiores a las de rivales como Amazon.com Inc.
El consejo subrayó la vinculación de la remuneración con los resultados extraordinarios de la compañía en inteligencia artificial y la transformación digital global, evidenciando la visión estratégica y la capacidad de ejecución del equipo comandado por Satya Nadella.
El futuro según Satya Nadella
La visión de Satya Nadella sobre la inteligencia artificial se centra en su capacidad para producir beneficios tangibles y justificables para la sociedad. Durante una charla en la Escuela de Startups de IA de San Francisco, enfatizó que “si no estamos creando un superávit social y económico, no podemos justificar el consumo de energía de la IA”, remarcando que la legitimidad del impacto tecnológico dependerá de demostrar mejoras concretas en la vida de las personas.
Alejándose de la retórica sobre el potencial ilimitado de la IA, subrayó la obligación ética de la industria de generar valor real y medible.
Identificando a la IA como la cuarta gran revolución tecnológica de Microsoft, tras el PC, Internet y la nube, Nadella explicó que cada salto tecnológico se ha asentado sobre la infraestructura desarrollada previamente.
Destacó el rol de la computación en la nube en la expansión de la IA, al habilitar el entrenamiento de modelos avanzados mediante supercomputadoras especializadas. Describió este momento como el “momento SQL” de la inteligencia artificial, una oportunidad para que la IA se consolide como una plataforma estable para la creación de productos transformadores.
En cuanto al impacto global, Nadella ilustró cómo herramientas basadas en IA ya están mejorando la vida cotidiana en distintos contextos. Relató el caso de un agricultor en India que pudo acceder a subsidios estatales gracias a un chatbot en WhatsApp, y mencionó investigaciones del Banco Mundial que muestran cómo el acceso a GitHub Copilot representa una de las intervenciones tecnológicas más eficaces en educación en regiones como África y Latinoamérica. Resaltó que la verdadera medida del éxito tecnológico será el efecto directo en el bienestar de las personas.
Finalmente, Satya Nadella advirtió que el mayor desafío en la integración de la IA no es técnico, sino social, ya que implica transformar la gestión del cambio y los flujos de trabajo dentro de las organizaciones. Reflexionó que la IA es una herramienta, no un reemplazo de la inteligencia humana, y que siempre será imprescindible la supervisión y responsabilidad legal humana.