Finalmente, y tras varios idas y vueltas judiciales, la mendocina Julieta Silva recibió una nueva pena por otro hecho de violencia contra un hombre. La mujer de 37 años, que se volvió públicamente conocida en 2017 tras cumplir una condena por atropellar y matar a quien era su novio, reconoció ante los magistrados que golpeó a su actual pareja y fue condenada a nueve meses de prisión. Como el tiempo es relativamente poco y la acusada tiene un bebé, transitará la sanción en su vivienda.
Este miércoles, en la ciudad de San Rafael, la Justicia resolvió, en un juicio abreviado acordado entre las partes, penar a Silva con nueve meses de prisión domiciliaria luego de que la sospechosa reconociera que había agredido físicamente a quien era su actual pareja, Lucas Adrián Giménez, informó el diario local Uno. El hombre de 42 años la denunció por haberlo golpeado en el domicilio donde convivían.
Fue penada por lesiones leves agravadas que cometió contra el hombre, en tanto que quedaron descartados los hechos de privación ilegítima de la libertad agravada, amenazas agravadas y desobediencia a una orden judicial.
En su momento, y en el marco de la investigación, Silva se había presentado ante la Justicia e insistido con que su cónyuge la extorsionaba con que iba a mostrarle a sus hijos videos sobre aquel momento en que estuvo involucrada en el homicidio de Genaro Fortunato, su anterior pareja. Por ese hecho, la acusada estuvo presa 3 años y 9 meses.
La mendocina es recordada por ese caso de 2017 que generó conmoción en el país. La noche del 9 de septiembre de ese año, ella y su novio de aquel entonces, Fortunato, de 25 años, mantuvieron una fuerte discusión en el interior del boliche La Mona, en la ciudad de San Rafael. Al salir del local, ella subió a su auto Fiat Idea. Su pareja quedó en la calle y, en una maniobra que fue objeto de un largo debate judicial, la mujer lo atropelló y lo mató.