La película Matilda, dirigida por Danny DeVito y estrenada en 1996, dejó una marca indeleble en el púbico, no solo por su entrañable historia de una niña genio, sino también por sus escenas icónicas. Una de las secuencias más recordadas y que generó mayor impacto en la audiencia es aquella en la que la malvada directora Tronchatoro (interpretada por Pam Ferris) lanza a la alumna Amanda Thripp por los aires, sujetándola únicamente por sus trenzas. Ahora, el propio actor y director reveló los detalles técnicos detrás de la filmación de este gran momento cinematográfico.
En la secuencia en cuestión, que transcurre en el patio de la escuela, Tronchatoro acusa la nena de tener un peinado “inapropiado”. Sin mediar palabra, la directora la toma por las trenzas y, con un giro violento, la arroja a una distancia considerable, haciéndola volar por encima de las cabezas de los demás alumnos. Este momento, que en la pantalla parece brutalmente real, requirió una meticulosa planificación y el uso de efectos especiales básicos, como explicó DeVito en un reciente comentario sobre el detrás de cámaras.
“Teníamos trenzas especiales hechas bien para que pudiéramos balancearla en un plano amplio”, reveló Danny DeVito, que destacó la importancia de la preparación de los elementos de utilería. Estas trenzas no eran meros adornos capilares; estaban diseñadas específicamente para soportar la tensión y el movimiento de la escena, lo que garantizó que la ilusión de Amanda lanzada fuera convincente. Además, la niña pendía de unas cuerdas casi invisibles para dar la sensación de que “volaba”. El proceso no estuvo exento de dificultades, ya que, según el director, las trenzas especiales “se salieron y tuvimos que pegarlas de nuevo”.
La coordinación entre el equipo de producción fue fundamental. En una de las tomas se puede ver a la cámara seguir el movimiento de Tronchatoro. La precisión en el movimiento de la cámara era crucial para mantener la continuidad y la ilusión. El director DeVito, visiblemente involucrado en cada aspecto de la producción, supervisaba de cerca cada toma de la película, que se transformó en un clásico. “Estábamos todos horrorizados”, dijo, refiriéndose al impacto que la escena generaba en su equipo de grabación, incluso entre quienes sabían que era una ficción.
Para la parte del “vuelo” de Amanda, donde la niña es suspendida en el aire y luego atrapada, se emplearon arneses y cables, aunque no son visibles en el fragmento del detrás de cámaras que muestra a la niña. La joven actriz Jacqueline Steiger, quien interpretó a Amanda Thripp, demostró una valentía y profesionalismo admirables. En el video, se la ve atrapada por varios miembros del equipo de producción, quienes la reciben con cuidado después de su “vuelo”. DeVito, con una mezcla de asombro y admiración, exclamó: “¡Wow! ¿Es ella buena o qué? ¡Lo que estás volando, estás volando! ¡No puedo creer!”.
La escena no solo es un testimonio de la creatividad en los efectos especiales prácticos de la época, sino también de la dedicación del elenco y el equipo. La capacidad de la joven actriz para simular el terror y la sorpresa mientras era lanzada, y luego la calma al ser recibida, fue esencial para la credibilidad de la secuencia. El equipo de seguridad, compuesto por varios hombres, se aseguró que la caída fuera suave y controlada, lo que minimizó cualquier riesgo para la niña. La ovación y los aplausos que se escuchan al final del clip del detrás de cámaras son un reflejo del éxito de la toma y del alivio general por haberla completado de manera segura y efectiva.