Tres médicos del hospital Artémides Zatti de Viedma, Río Negro, fueron imputados este miércoles por homicidio culposo por una presunta mala praxis contra la exfuncionaria de la Procuración Penitenciaria Gloria Jara Guerrero, de 59 años. La víctima, que murió a finales de septiembre de 2024, falleció por una peritonitis derivada de una apendicitis aguda que no fue diagnosticada ni tratada a tiempo.
Según el medio local El Diario de Río Negro, el fiscal a cargo imputó a un médico cirujano y dos médicas residentes por supuesta responsabilidad, ya que se les atribuye haber actuado con negligencia y omitir controles y estudios que hubiesen sido fundamentales para detectar la patología a tiempo.
El Ministerio Público Fiscal, en el marco de la audiencia de cargos que se realizó en Viedma, señaló que el comportamiento de los profesionales no se ajustó al estándar de buena práctica médica.
El médico cirujano fue acusado de no haber hecho un control adecuado tras la cirugía ni haber solicitado estudios complementarios, lo que podría haber alterado el cuadro clínico, mientras que una de las residentes incumplió su deber por no haber realizado un control posoperatorio y no efectuar los seguimientos necesarios.
En tanto, la otra residente atendió a la exfuncionaria el 28 de septiembre de 2024 -dos días antes de su muerte- y decidió darle el alta de guardia sin realizar una valoración clínica completa ni ordenar estudios a la paciente. Según la fiscalía, esa conducta determinó “una demora en el diagnóstico de apendicitis aguda y una consecuente pérdida de oportunidad terapéutica”. Luego, Jara Guerrero volvió al hospital por un cuadro de sepsis derivado de una peritonitis y falleció.
Por su parte, los defensores de los médicos justificaron que los profesionales actuaron bajo supervisión y en un contexto formativo, pero la jueza de Garantías desestimó el planteo, formuló los cargos y dio un plazo de cuatro meses para la investigación preparatoria.
Durante 14 años, Jara Guerrero fue titular de la delegación Viedma de la Procuración Penitenciaria. “Con responsabilidad y compromiso, llevó adelante la misión del organismo en la Provincia en defensa de los derechos humanos de las personas privadas de libertad. Gloria fue la primera responsable de la subdelegación de PPN cuando fue inaugurada en 2010 y continuó siéndolo cuando se transformó en delegación en 2015. Fue abogada y mediadora. Creía en el uso de la palabra para la resolución pacífica de los conflictos y estaba convencida de que su trabajo en la Procuración Penitenciaria representaba un gran aporte a la defensa de los derechos de las personas privadas de libertad”, expresó la entidad en un comunicado en septiembre del año pasado.
“Hoy debemos despedirla, con la tristeza que representa perder no solo a una persona tan joven, sino a una maravillosa compañera y a un ser humano cálido y comprometido con los valores de este organismo. Acompañamos a su familia, compañeros de trabajo y seres queridos en este difícil momento”, concluyó.