Los líderes de la Unión Europea exhibirán este jueves su apoyo al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, al que arroparán en la idea de que toda negociación de paz parta de la situación actual sobre el terreno y no de cesiones de territorio a Rusia, en una cumbre en la están llamados a concretar el préstamo de reparación de 140.000 millones a Ucrania financiado con el efectivo generado por los activos rusos congelados.
El mandatario ucraniano participará en persona en la cumbre europea marcada por los intentos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de lanzar negociaciones con Rusia para un alto el fuego con posibles cesiones ante el presidente ruso, Vladimir Putin, una situación que provocó la rápida reacción de los líderes europeos para confirmar su apoyo a la integridad territorial de Ucrania y recalcar que cualquier negociación se base en las actuales líneas de contacto.
«Ucrania tiene que decidir sobre sus territorios y las negociaciones deben tener como punto de partida la línea de contacto, lo vemos esto como un apoyo a la posición negociadora de Ucrania y de Estados Unidos», han señalado fuentes diplomáticas sobre el cierre de filas de europeos y ucranianos antes de la cumbre en Bruselas en una maniobra para atraer a Trump a unos principios mínimos y evite «soluciones simplistas y rápidas».
En todo caso, la cumbre llega cuando Washington ha enfriado el escenario de una cita inminente entre Trump y Putin en Budapest, tras rebajarse las expectativas sobre la reunión, que sería la segunda al máximo nivel tras la visita del presidente ruso a Alaska el pasado mes de agosto. En Bruselas insisten en la falta de voluntad de Moscú para cerrar un acuerdo de paz, asegurando que sigue con sus objetivos maximalistas en su agresión al país vecino.
AVANZAR EN LOS PRÉSTAMOS DE REPARACIÓN A UCRANIA
A la espera de que se concreten negociaciones de paz, en la capital comunitaria insisten en seguir los trabajos para reforzar a Ucrania en el plano militar y financiero de cara a un potencial proceso. Como eje principal en ese respaldo, los líderes esperan lograr avances en el préstamo de 140.000 millones para Ucrania con los saldos de efectivo de los activos rusos inmovilizados, pero sin llegar a confiscarlos.
Esta innovadora propuesta ya ha sido presentada ante las capitales y busca una nueva línea de apoyo mantenga a Ucrania en la contienda bélica, en un momento de descenso en la ayuda militar de sus aliados.
Así, se espera que los líderes definan las condiciones para gastar el préstamo, el reparto de la solidaridad y las garantías que avalen los fondos, ante las dudas legales que persisten por el uso de los activos confiscados y las repercusiones tanto jurídicas como de prestigio para el euro, algo que sigue preocupando al Banco Central Europeo, cuya presidenta Christine Lagarde, participará en la cumbre.
Todo con la vista puesta en que la Comisión Europea elabore su propuesta formal para un apoyo viable en los próximos meses, aunque Bélgica, donde se encuentra la mayoría de activos congelados, mantiene sus reticencias y reclama que todos los Estados miembros avalen el préstamo ante el riesgo de que, pese al fin de la guerra, el Kremlin no pague las reparaciones de guerra.
«Estos problemas deben resolverse, pero los resolveremos. No tengo ninguna duda al respecto. Eso si, requiere discusiones y no hay nada de malo en eso con la cantidad de fondos de la que estamos hablando», han explicado otras fuentes diplomáticas sobre el debate que indican que Bélgica no tiene problema con la idea detrás de la iniciativa sino con la arquitectura de la propuesta, a la vista de que faltan muchos detalles técnicos por definir.
Otra de las cuestiones sobre la mesa es emplear una estratagema legal para renovar la congelación de los activos rusos más allá de los seis meses actuales, lo que genera regularmente incertidumbre y posibles vetos. «Si podemos encontrar una forma mejor de hacerlo, acogeríamos con agrado esa opción, ya que ofrece más certeza de que esos préstamos se inmovilicen y, por lo tanto, de que podamos ofrecer la garantía que debemos ofrecer», ha indicado.
Sobre el debate suscitado, con largas conversaciones sobre el préstamo ante de siquiera contar con una propuesta formal de la Comisión Europea, en Bruselas defienden que esta forma de proceder permite despejar las dudas y enfocar el debate antes de que el Ejecutivo europeo presente una propuesta que no cuente con apoyo.
NUEVAS SANCIONES CONTRA RUSIA
Sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno estarán las nuevas sanciones contra el Kremlin, una tanda que comprende nuevas restricciones al sector de los hidrocarburos rusos y estrechar el cerco contra la flota fantasma que emplea Rusia para sortear las sanciones, incluyendo un registro de buques de bandera falsa o medidas contra puertos y buques cisterna que les asisten.
La que será la 19ª ronda de medidas desde el inicio de la agresión contra Ucrania, está en proceso de finalización, así que la cumbre será el momento para que los líderes europeos den su visto bueno, a expensas de Eslovaquia que mantiene reticencias por las repercusiones de las medidas en el suministro energético del país.
Sin embargo varias fuentes dan por hecho que en la cumbre se superarán las dudas de Eslovaquia, cuyo primer ministro, Robert Fico, se ha abierto a levantar el veto a la vista de las medidas para atender sus preocupaciones por el precio de la energía. El país centroeuropeo no tiene tanto problema con el paquete de sanciones sino que, según estas fuentes, busca sacar tajada en asuntos como la seguridad energética y la agenda verde.
DEBATE CLIMÁTICO Y PRIMERA CUMBRE DE VIVIENDA
Los líderes también debatirán por primera vez sobre la crisis de vivienda que afecta a todos los países del bloque, si bien se trata de un ámbito en el que la UE carece de competencias directas y que sigue siendo principalmente responsabilidad de las autoridades nacionales, regionales y locales.
«La asequibilidad y la accesibilidad de la vivienda se encuentran entre las preocupaciones más urgentes de los europeos», ha subrayado el presidente del Consejo Europeo, António Costa, quien ha advertido de que «esta crisis afecta a los derechos fundamentales de los ciudadanos, repercute negativamente en la competitividad y socava la confianza en nuestras instituciones democráticas».
Así, el ex primer ministro portugués ha avanzado que el objetivo del debate en el Consejo Europeo es ofrecer orientación política a la Comisión y al Consejo en la preparación de los planes de vivienda asequible.
Por otro lado, los jefes de Estado y de Gobierno debatirán cómo alcanzar el objetivo climático intermedio de la UE para 2040, que divide al bloque entre un grupo de países con mayor ambición climática, como es el caso de España, y otro que incluye a los más reticentes –entre los que se encuentran Alemania, Francia o Italia– y que reclama más flexibilidades para lograrlo.