Un tiempo para arrollar y otro para controlar una ventaja que, desde lo futbolístico y físico, era indescontable. Liga Deportiva Universitaria de Quito aplastó en 45 minutos a Palmeiras, logró una ventaja de 3-0 y, aunque enseñó dos posturas opuestas yendo de mayor a menor en el desarrollo, tomó una diferencia que lo acerca a Lima, sede de la final de la Copa Libertadores.
Una actuación destacadísima que se cerró con un punto oscuro, con la expulsión de Bryan Ramírez, una de las figuras por desequilibrio que tuvieron los quiteños. Una fortísima infracción sobre el argentino Agustín Giay, el motivo de la tarjeta roja que sacó el árbitro Facundo Tello. El jueves, en el Allianz Parque, los albos deberán revalidar los pergaminos ante un rival que expresó una tibia reacción en el segundo tiempo, aunque no tuvo eficacia para descontar y regresar con mejores sensaciones: revertir la serie tendrá tinte de epopeya.
Un cambio de roles, una modificación de conductas y actitudes. Los 2800 metros de altitud de Quito, un aliado que los buenos equipos de Liga exprimieron para ser protagonista en las copas internacionales a lo largo de la historia.
La formación que entrena el brasileño Tiago Nunes explotó ese beneficio y abrumó a Palmeiras, un gigante de Brasil y un cuco en la Copa Libertadores que llegó a la cita como único invicto de la competencia –nueve triunfos y un empate- y con 12 partidos sin derrotas como visitante. El mejor equipo ofensivo del torneo cayó de rodillas ante uno de los destacados en defensa, que decidió desempolvar una versión diferente, entendiendo que para una nueva página de gloria era necesario machacar, ahogar y borrar la jerarquía del rival.
Cuarenta y cinco minutos de dominio sostenido, sin pausa, con una dinámica que Palmeiras no logró equiparar. Liga marcó el pulso a su antojo, con piezas que no tenían una posición fija y aparecían en una jugada por la derecha y en el siguiente ataque por el lateral opuesto. Los paulistas quedaron minimizados y la energía de los ecuatorianos era incontenible. Si retrocedían los brasileros para refugiarse cerca del área, los remates de media distancia eran la solución; si adelantaban apenas unos metros la línea defensiva para acoplarse con los volantes, los albos aceleraban con el balón para desgastar físicamente al adversario y utilizar una receta tan vieja como efectiva: desborde y desde la línea de fondo lanzar el pase atrás para la definición franca, de frente, con ventaja…
La marca agresiva, intensa, con los zagueros centrales plantados en la mitad de la cancha y saltando para anticipar, un sello que Palmeiras no logró replicar en Quito. Liga apuró cada acción para quitarle aire al rival y el desgaste se evidenció en un tiro de esquina a favor que tuvieron los paulistas: se impuso en el juego aéreo Liga y en el contraataque se vio cómo el capitán Gustavo Gómez se quedaba quieto, con las manos en la cintura. Las bocas abiertas, buscando oxígeno, una imagen que se repitió en los jugadores brasileños, que sin capacidad aeróbica no tenían respuestas para ensayar una reacción.
Leonel Quiñonez tiene una bazuka en su pierna izquierda y no es temeroso: se perfila y gatilla. Hizo revolcar al arquero Carlos Miguel, que reemplazó a Weverton, ausente por una fisura en la mano derecha. Ramírez fue el titiritero de Liga, un futbolista que deambuló por todo el campo de juego, detectando el espacio donde no tendría marca y desde ahí conducir. De Bolivia y con 24 años, Carlos Villamil tomó un mayor impulso y se destaca en la segunda temporada en el conjunto ecuatoriano: pifió un remate, al impactar mordida la pelota, y avisó que dentro del área sería una pesadilla.
Con el mismo libreto: llegando desde atrás, para que los defensores no puedan bloquearlo, anticiparlo… definió un desborde de Quiñonez por la izquierda y también un puñal que lanzó Ramírez, por la derecha. Dos remates de zurda, inatajables: el primero, apenas se cumplió el cuarto de hora; el restante, cuando el primer tiempo desarrollaba los últimos compases. En el medio de las dos estocadas de Villamil, una jugada preconcebida que finalizó en penal: el argentino Lisandro Alzugaray fue quien abrió y completó la obra.
Entrerriano, se paseó por Atlético Paraná, Chaco For Ever, Newell’s y Central Córdoba (Santiago del Estero), donde logró su mejor versión en el fútbol nacional y saltó a Aucas y luego a Universidad Católica (Ecuador); Liga es el tercer equipo ecuatoriano, después de un paso por Al Ahli (Arabia Saudita). Lanzó un tiro de esquina y Quiñonez empalmó el balón de aire; el brazo izquierdo de Andreas Pereira se interpuso y el árbitro argentino Tello sancionó de inmediato penal. Licha Alzugaray se hizo cargo de la ejecución y anotó con un remate ajustado, contra el poste derecho del arquero.
El resumen de la goleada de Liga de Quito
Palmeiras, que en el primer tiempo descubrió su mejor oportunidad en un mano a mano que Vitor Roque no logró definir ante el achique del arquero Alexander Domínguez, en el inicio del segundo episodio tuvo otra chance tras una guapeada del Flaco José López, que cayéndose remató de puntín, con el pie izquierdo, y el balón estalló en el pecho del guardavalla. Descontar la diferencia era una meta para los paulistas, que el domingo cayeron con Flamengo en el Maracaná y ahora comparten el primer puesto en el Brasileirao. Liga pasó a ser un actor pasivo, alejado del conjunto intenso y efectivo del inicio, como si también hubiera sentido el trajín y a la espera de espacios que no logró explotar.
Los ingresos de Giay y del paraguayo Ramón Sosa, en el entretiempo, más los de Jefté y Allan –promediando la segunda etapa- renovaron a Palmeiras, que escapó del asedio en parte por pericia propia y también porque Liga jugó a otra marcha. Tuvo su ocasión Sosa, respondió Domínguez, que a los 38 años tomó la titularidad tras la lesión el fin de semana ante Barcelona, de Gonzalo Valle. Eran las últimas escenas de un partido que se jugó al ritmo que impuso Liga, que 17 años después de aquella magnífica e histórica conquista bajo la batuta del Patón Edgardo Bauza quiere volver a jugar una final de la Copa Libertadores.
