Leandro Esteban García Gómez, de 47 años, es un empresario de bajo perfil y sin redes sociales que hasta esta semana prácticamente no había tenido relevancia en la agenda pública. Este jueves por la noche quedó detenido en su departamento de Palermo, acusado de retener a su expareja Lourdes Fernández, la cantante integrante del grupo Bandana. La Policía de la Ciudad lo arrestó luego de que una orden judicial autorizara el ingreso a la vivienda donde fue encontrada la artista.
Durante toda la jornada, García Gómez se mantuvo en el centro de la atención policial y mediática. Por la mañana, cuando la madre de Fernández ya había denunciado la desaparición de su hija, el empresario fue visto saliendo de su edificio y respondió con una frase evasiva ante los periodistas: “Que vuelva Cristina ya. Esto no da para más. Distrajeron con esto toda la mañana para no hablar de la situación del país”. A esa hora, no existía aún una orden de allanamiento ni una acusación formal en su contra.

Por otra parte, Lissa Vera, compañera de Lourdes en Bandana, declaró ante la Justicia que García Gómez era “una persona muy peligrosa” y que la cantante sufría situaciones de violencia desde hacía años. Según su testimonio, el empresario había ejercido conductas de control y amenazas hacia Fernández y otras personas del entorno del grupo musical.
“Siempre la saboteó: shows, viajes, pasajes. Tenía acceso a los apaches y los cambiaba. No sé cómo decirlo, está enamorada, es patológico”, dijo Vera, quien además afirmó que la cantante habría sufrido una lesión en una costilla y que pidió una medida perimetral para protegerse.
Toda esta situación de tensión comenzó este jueves por la mañana, cuando la madre de Fernández se presentó en la Comisaría Vecinal 14B de la Policía de la Ciudad, donde denunció que no tenía noticias de su hija desde el 4 de octubre. En la exposición, advirtió que la artista había sido víctima de episodios de violencia de género por parte de su expareja, lo que llevó a las autoridades a iniciar un operativo de búsqueda.
Más adelante, la cantante publicó en su cuenta de Instagram una serie de historias que generaron confusión. Entre ellas, una fotografía junto a su gato y un video breve en el que intentaba mostrarse tranquila. Luego, mantuvo una videollamada con el área de Búsquedas de Personas de la Policía de la Ciudad, en la que dijo: “Con esto se van a dar cuenta que estoy re bien. Muchísimas gracias”. Sin embargo, según detallaron fuentes policiales a LA NACION, no quiso informar dónde se encontraba ni permitió determinar si realmente estaba en buen estado.
La incertidumbre continuó durante toda la tarde, mientras el departamento de Ravignani 2186 permanecía bajo vigilancia. En ese lapso, García Gómez permitió parcialmente el ingreso de efectivos policiales, pero no los dejó recorrer todos los ambientes. La negativa generó sospechas y motivó el pedido de una orden judicial para allanar la propiedad. Así, finalmente el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 47 autorizó el procedimiento.
Durante el operativo, la Policía de la Ciudad ingresó al inmueble y encontró a Lourdes Fernández en el interior del departamento. Fue trasladada al hospital Fernández, donde recibió atención médica.
