
La entrada del otoño trae consigo la temporada de las castañas, un fruto seco que destaca por su aporte de fibra, potasio, fósforo y vitaminas del grupo B. Esta es el fruto del castaño y consumirlas ofrece múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, existe otro árbol cuyos frutos no son comestibles y pueden confundirse con aquellas primeras: el castaño de indias.
Al castaño de indias también se le conoce como falso castaño porque sus frutos se parecen mucho a los de la familia del género Castanea, aquellas que sí son comestibles. La farmacéutica Montserrat Villar, vocal de Plantas Medicinales del Colegio Oficial de Farmacéuticos A Coruña, alerta de que no debemos confundir ambos frutos: “Las castañas de indias no son comestibles y presentan una alta toxicidad”.
El castaño se indias es un árbol de gran envergadura perteneciente a la familia de las sapindáceas y, aunque su fruto no pueda comerse, su corteza cuenta con propiedades medicinales que sí son beneficiosas para nuestro organismo gracias a su composición de “heterósidos cumarínicos como principios activos”.
A la corteza del castaño de indias se le conoce también como la planta de las varices, puesto que sus propiedades inflamatorias y venotónicas favorecen la circulación venosa al mismo tiempo que disminuyen la permeabilidad de los vasos sanguíneos, explica Villar.
Las venas varicosas (o varices) son venas superficiales que se agrandan, se ven retorcidas o abultadas bajo la piel, normalmente en las piernas, debido a que las válvulas internas no funcionan correctamente. Los profesionales de la Clínica Mayo explican que, cuando estas válvulas están debilitadas o dañadas, permiten que la sangre retroceda y se acumule en lugar de fluir de regreso al corazón, lo que aumenta la presión y dilata las venas afectadas.
Aunque para muchas personas las várices son un problema estético, también pueden producir dolor, sensación de pesadez, calambres, hinchazón o cambios en el color de la piel. Si se complican, pueden derivar en úlceras, hinchazón de las piernas, sangrado o coágulos sanguíneos.
La opinión de la EMA sobre el castaño de indias
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso del castaño de indias para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica, caracterizada por hinchazón de piernas, sensación de pesadez, dolor, cansancio, picor, tensión y calambres en las pantorrillas. La EMA también aprueba su uso tradicional en aplicación tópica para el tratamiento de los síntomas de malestar y pesadez de las piernas relacionados con trastornos venosos leves, así como para el alivio de los signos asociados a contusiones como edemas locales o hematomas.
Respecto a las dosis, la farmacéutica distingue dos posologías: “Por vía oral se recomienda repartir la dosis de castaño de indias en dos o tres veces al día, adaptando según sea polvo de planta o extracto seco. En cuanto al uso por vía tópica, se recomienda aplicar una fina capa en el área afectada de entre una a tres veces al día”. La farmacéutica recuerda preguntar “siempre a tu farmacéutico de confianza, experto en plantas medicinales”, para recibir un consejo adecuado.
