
El Frente Polisario ha advertido de que «romperá su cooperación» con el enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, y con la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) si el Consejo de Seguridad aprueba la próxima semana una resolución promovida por Estados Unidos, insistiendo en que «la única senda viable» hacia una «paz justa y duradera» pasa por el derecho de autodeterminación de la población saharaui.
Así consta en una carta remitida al embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, presidente de turno del Consejo, y a la que ha tenido acceso Europa Press a pocos días de que el principal órgano de Naciones Unidas vote un texto llamado a renovar el mandato de la MINURSO y entre presiones de Estados Unidos para dar un nuevo espaldarazo a las tesis de Marruecos.
Washington reconoce la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española como resultado de una decisión adoptada por el ahora presidente, Donald Trump, en el tramo final de su primer mandato y que sigue vigente a día de hoy.
Rabat sólo contempla para la antigua colonia española una autonomía ampliada, a partir de un plan esbozado en el año 2007 por el rey Mohamed VI, y el enviado del Polisario para la ONU, Sidi M. Omar, ha advertido en la misiva del riesgo de aparcar de forma definitiva «los principios del Derecho Internacional» que señalarían este conflicto como «una cuestión de descolonización».
En este sentido, ha señalado que supondría una ruptura «muy peligrosa» y «sin precedentes», al tiempo que iría en contra del proceso de negociaciones impulsado desde la ONU y supondría «una grave violación del estatus internacional del territorio», controlado parcialmente por el Polisario.
«La soberanía del Sáhara Occidental pertenece en exclusiva al pueblo saharaui, que tiene un derecho inalienable, innegociable e imprescriptible a la autodeterminación», ha enfatizado Omar, en una misiva en la que ha señalado que cualquier alejamiento de este concepto es a todas luces «inaceptable».
El Polisario, que ha defendido sus «tremendas concesiones y sacrificios» durante las últimas décadas, ha insistido en que no cierra la puerta al diálogo con Marruecos, siempre y cuando se haga «de buena fe» y sin condiciones, y «confía» en que los Estados miembro del Consejo no atiendan a las peticiones estadounidense.
NUEVA OFERTA DE DIÁLOGO
El secretario general del movimiento, Brahim Ghali, también trasladó en una reciente carta al máximo responsable de la ONU, António Guterres, una nueva oferta de diálogo, planteando su disposición a hablar de manera «directa» y «seria» con Marruecos con vistas a alcanzar una solución que «prevea la autodeterminación del pueblo saharaui».
Pese a los esfuerzos de De Mistura, ninguna de las partes ha dado muestra de moverse de sus respectivas posiciones, lo que se ha traducido en un estancamiento del proceso en estos últimos años. El enviado de la ONU, sin embargo, ha mantenido en las últimas semanas una nueva ronda de contactos que le ha llevado de nuevo sobre el terreno.
