El reto más urgente del nuevo Milei: del bronce al barro de la política

admin

Nadie en su sano juicio desarmaría “el mejor gobierno de la historia”. Dos meses de adversidad despertaron a Javier Milei del sueño en el que conducía un equipo cubierto de bronce. Ya no ofrece a la sociedad la evidencia de sus éxitos sino la esperanza de un porvenir que requiere, ante todo, cambiar a gran parte de su gabinete y tejer alianzas con una parte de la oposición que solía despreciar.

Cerró medio año de campaña extenuante con la promesa de ser a partir del lunes un nuevo Milei, que rescata del original solo algunos rasgos de rebeldía. Dejó de andar por la calle con una motosierra -símbolo celebratorio del ajuste-, pero le habla a la gente con un megáfono, como un amateur. No fantasea con el Nobel de Economía, pero vaticina que la Argentina será “la superpotencia mundial” si persiste en las ideas que él defiende.

La metamorfosis en ciernes es un ejercicio de pragmatismo, producto del inesperado resultado electoral adverso en la provincia de Buenos Aires. Lo que resta saber es si, además, responde a una autocrítica. Dicho de otro modo: ¿cree Milei que la crisis que atraviesa es puro riesgo político por obra y gracia de la existencia del kirchnerismo o acepta que sus penurias presentes empezaron antes de la derrota del 7 de septiembre? Dilucidar esa incógnita es determinante para la etapa que viene, porque permitirá descubrir hasta qué punto podrá salir de la espiral negativa que lo ha llevado desde la cima de su popularidad a un sendero de emergencias.

Milei cerró su campaña electoral en Rosario

En sus palabras, el año electoral ha sido “un infierno”. Lo que viene difícilmente sea el paraíso que alguna vez proyectó, cuando decía en público que sacaría entre 40% y 45% de los votos nacionales. El país pintado de violeta. Los últimos pronósticos ubican su apoyo en los alrededores de un tercio, sin grandes distancias con los peronistas que resisten sus políticas.

Un resultado de esas características no obrará el milagro de ordenar, en un solo pase de magia, la economía y la política. Demandará, en cambio, un despliegue de liderazgo presidencial que pondrá a prueba a Milei como nunca antes. El látigo para domar a sus rivales fue eficiente en la primavera de su poder, cuando el 55% del balotaje contra Sergio Massa metía miedo a una clase política humillada por sus fracasos.

Los cambios en el Gabinete constituyen el primer gran desafío. Hasta ahora Milei administró con espíritu salomónico el duelo entre su hermana Karina y el asesor sin cargo Santiago Caputo, que con el paso de los meses se ha transformado en una guerra sin cuartel entre los soldados que responden a uno y a otro. El desinterés del Presidente por armonizar la convivencia de esos dos polos ha erosionado a todo el equipo oficialista hasta el límite de la parálisis. Los escándalos que se acumularon en el tramo final de la campaña ahondaron la desunión y los rencores cruzados.

No hay prueba de desorden más contundente que la decisión del canciller Gerardo Werthein de dar un portazo a cuatro días de unas elecciones en las que el Gobierno –en sus propias palabras- se juega la vida.

Gerardo Werthein dio el portazo en plena campaña

El odio que profesa Milei por la actividad política lo llevó a desentenderse de funciones inherentes a su cargo, indelegables. Por mucho que la economía ocupe toda su atención, la experiencia de los últimos meses le demostró cuánto pesa la política a la hora de alcanzar objetivos materiales.

“Los nombres del nuevo gabinete serán los que necesite a partir del resultado electoral”, explicó Milei. Entiende al menos una parte del dilema. Importa quién entra y quién sale, es cierto. Pero pesa mucho más cuál será la lógica de funcionamiento y la eficiencia del aparato burocrático y político que tendrá que lidiar con la endiablada realidad argentina.

Todos contra todos

La sugerencia de que Santiago Caputo asumirá un cargo y más funciones en el Gobierno agiganta las dudas de qué pasará con Karina Milei. “Ella calla por ahora. Pero es la última que Javier va a escuchar”, se consuela un allegado a la secretaria general. Guillermo Francos, jefe de Gabinete y tutor del ministro del Interior, Lisandro Catalán, también resiste la entronización del asesor de comunicación.

Milei se mantiene en negación. Insiste en que la interna es una invención periodística y en cada decisión trata de evitar una sentencia firme. A Werthein lo reemplazo con Pablo Quirno, miembro del equipo económico y hombre de máxima confianza del ministro Luis Caputo, que así calla a quienes piensan que podría ser parte del recambio en caso de un mal resultado electoral. Por ahora la Cancillería no será botín ni de Karina Milei ni de Santiago Caputo (aunque el segundo estaba más conforme que la primera con el desenlace).

Luis Caputo, en Rosario, durante el acto de cierre de campaña de LLA

La configuración del Gabinete es una señal principal que esperan los eventuales aliados de los libertarios para definir su grado de colaboración. El Pro sigue los acontecimientos a una distancia prudencial. Mauricio Macri avaló la alianza de su partido con La Libertad Avanza (LLA), que supuso esconder el amarillo bajo un brochazo violeta. Pero a la hora de hacer campaña solo ha mostrado vocación de apoyar con ganas a su histórico secretario Fernando de Andreis, que compite en el quinto lugar de la boleta porteña. Patricia Bullrich, cabeza de la lista de senadores y libertaria de toda la vida, lo acusa de deslealtad.

El comunicado que sacó esta semana el Pro para sentar posición ante las elecciones no menciona a Milei ni a LLA en 454 palabras. Se define como un partido que nació creyendo “en la gestión, en la transparencia, en la cultura del trabajo y en la libertad” y no en función “del enojo ni de la bronca”. Reivindica “el diálogo”, “un Estado que acompañe, no que asfixie” y la “educación como la herramienta más poderosa para igualar oportunidades”. Nunca aclara a quién sugiere votar.

En el Gobierno lo leyeron como el inicio de una negociación. Macri ya conversó con Milei de lo que espera de la nueva etapa. Pero al Presidente también le habla, y a diario, su asesor Caputo, siempre resistente a darle poder real al macrismo. Promueve, en cambio, el puente de plata a los conversos. El cuadro soñado fue la foto de campaña en la que Diego Santilli, Guillermo Montenegro y Cristian Ritondo tuvieron que posar con un buzo violeta en un lodazal de La Matanza, antes de las elecciones bonaerenses.

Macri apoyó con una foto a los candidatos del Pro en las listas de LLA

Macri ofrece experiencia pero exige respeto. Francos avala un rol más protagónico del expresidente. Karina Milei tiende a coincidir con su rival Caputo en la reticencia a una contaminación de “la casta” que venían a reemplazar.

De cómo defina Milei estos retos dependerá el avance de las otras negociaciones en busca de estabilidad política. Los gobernadores quieren discutir con el presupuesto arriba de la mesa. En total 19 de ellos enfrentan a LLA en sus territorios y ansían llegar a la discusión con el triunfo en el bolsillo. Cada voto cuenta.

Hay razones para el escepticismo. Para muestra lo que pasó el jueves: el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (radical de Provincias Unidas), dijo en una entrevista que estaba dispuesto a considerar el apoyo a reformas para modernizar la economía. Esa noche, en el acto de cierre de campaña de LLA en Rosario, Milei hizo silencio durante 30 segundos y dejó que el público cantara: “¡Pullaro narco, la puta que lo parió!”. No hizo ni un intento de corregirlos.

“Se están muriendo”

El auxilio de Estados Unidos que impidió un desastre financiero en plena campaña actúa como una presión adicional para Milei. “No tienen dinero, no tienen nada. Se están muriendo”, dijo Donald Trump a principios de semana. Se justificaba así ante su propio electorado. Para que la apuesta por Argentina no sea gravosa necesita que su amigo del Sur del mundo recupere la confianza de los mercados y que sea capaz de liderar una gestión eficiente. Le exige capacidad de decisión y de acción. Bisturí en lugar de motosierra. Acuerdo con los ex mandriles. Paciencia en lugar de rock and roll.

Donald Trump dijo que «Argentina está luchando por su vida».

Ya aviso Trump que si el gobierno libertario pierde el domingo no se quedará mucho en estos pagos. Como tradujo el economista Ricardo Arriazu: “Si las elecciones salen mal, se acaba la ayuda de Estados Unidos y el dólar se va a cualquier nivel”. El énfasis del ministro Caputo por defender el régimen de bandas cambiarias choca con las vivencias acumuladas por los argentinos. Ni la billetera infinita de Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, alcanzó para doblegar la obsesión dolarizadora de los argentinos antes de votar.

Los grandes medios internacionales coinciden en que se viene un cambio de sistema cambiario al final del evento electoral. The Economist, en su última edición, consideró que sería trágico que se mantuviera el actual esquema y, en cambio, ofreció un escenario optimista en caso de que LLA salga relativamente bien parado de las urnas. “El señor Milei debería entonces señalar que ha comenzado un nuevo capítulo de su proyecto. Debería eliminar inmediatamente la banda cambiaria y dejar flotar el peso”. Consideró que “con la revolucionaria disciplina fiscal del señor Milei, podría ser suficiente para superar un pico de inflación temporal”. El apoyo estadounidense, añadió, “podría ayudar al Banco Central a reducir la volatilidad mientras el peso encuentra un nuevo nivel”.

El discurso oficial sigue anclado en que el plan económico no tiene fallas.

Milei redondeó la campaña con un llamado a la polarización. Si no gana él, vienen “los orcos”. Hizo uso de una particular memoria selectiva para convocar a los desencantados con su proyecto: “De esa experiencia ya aprendimos. Los enojaditos de Macri permitieron que volviera el kirchnerismo. Y no volvieron ni moderados ni mejores: del otro lado están los Gremlins, les tirás agua y se convierten en monstruos”.

Se refería a las elecciones de 2019, que ganó Alberto Fernández, el “moderado” que inventó Cristina Kirchner. El estereotipo del “enojadito” era un economista liberal de pelos revueltos llamado… Javier Milei. En aquellos días decía cosas como esta: “Alberto es un tipo inteligente, pragmático y un formidable armador”. Y también: “Macri fue ligeramente menos peor que el kirchnerismo. Le pusieron una montaña de dólares para arreglarlo, del Fondo y de los mercados, y en lugar de arreglarlo lo empeoraron. Tenés un problema de empleo mayor, un problema de déficit consolidado empeorado, tenés más inflación, más pobres, más indigentes, más deuda”.

El 12 de agosto, después de las PASO que sellaron el destino de Macri, escribió en redes un diagnóstico agónico del desastre económico que sobrevendría. Uno de sus seguidores fieles lo elogió y descargó toda su desilusión: “No tienen derecho de haber sido tan irresponsables de desperdiciar la revolución cívica q nos hizo frenar a 4 cms. del despeñadero”. Su nombre: Bertie Benegas Lynch, actual presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Otro que habrá aprendido de la experiencia.

Los tuits de Benegas Lynch y Milei después de las PASO de 2019

Deja un comentario

Next Post

La Granja VIP: esta fue la impactante tragedia familiar que marcó a Eleazar Gómez cuando era estrella infantil

La reciente participación de Eleazar Gómez en el reality ‘La granja VIP’ ha reavivado en redes sociales el recuerdo de una de las experiencias más dolorosas que ha atravesado su familia: la muerte de su hermano mayor, Hixem Gómez, quien se quitó la vida a los 18 años. Este episodio, […]
La Granja VIP: esta fue la impactante tragedia familiar que marcó a Eleazar Gómez cuando era estrella infantil

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!