El emisario ruso para la cooperación económica con Estados Unidos y jefe del Fondo de Inversión Directa, Kiril Dmítriev, viajó de urgencia a Nueva York tras la imposición de sanciones de la administración del presidente estadounidense Donald Trump a las petroleras Rosneft y Lukoil y la postergación de la cumbre pendiente entre los presidentes de ambos países en Budapest.
Dmítriev compartió a través de Instagram una imagen de su trayecto aéreo, poco después de pasar sobre Springfield, y según Axios, su agenda incluye un encuentro este viernes con el enviado de la Casa Blanca para Rusia, Steve Witkoff.
A su llegada, señaló a la prensa rusa, citada por TASS, que mantendrá “debates a puertas cerradas” con representantes de la administración norteamericana, enfocados en “continuar el diálogo partiendo de una actitud respetuosa respecto a los intereses de Rusia”.
El funcionario aprovechó para criticar tanto el enfoque de la administración Biden — a quien calificó de “erróneo y fracasado”— como las acciones de Europa y Reino Unido, a quienes acusó de obstaculizar el diálogo directo entre Moscú y Washington.
“Transmitiremos a nuestros colegas estadounidenses que no deben convertirse en nuevos Biden”, subrayó. En ese sentido, colocó como ejemplo la visita de Boris Johnson a Kiev en 2022, que, según él, impidió un posible acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania.

Dmítriev insistió en que “las presiones no funcionan con Rusia” y reiteró que un futuro de cooperación económica bilateral depende de una actitud mutuamente respetuosa y de que se tomen en cuenta los intereses de seguridad rusos.
El viaje de urgencia ocurre tras el anuncio del paquete de sanciones estadounidenses, al que se sumó el jueves el decimonoveno plan de la Unión Europea, con restricciones dirigidas contra la “flota fantasma” rusa y la prohibición adelantada de importaciones de gas natural licuado. El paquete sanciona además a empresas chinas e indias que ayudan a Moscú a eludir restricciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que Rusia actuará “por su propio interés” y pidió a Trump juzgar dentro de seis meses si Rusia es inmune a las medidas estadounidenses. No obstante, el presidente ruso Vladimir Putin calificó las sanciones como un “paso inamistoso” entre las relaciones bilaterales y descartó un impacto relevante en la economía nacional.
Ucrania resiste a los ataques de Moscú
Rusia continúa con su ofensiva sobre territorio ucraniano: el miércoles pasado las tropas rusas lanzaron un bombardeo masivo con drones y misiles contra Kiev que dejó un salto de 6 muertos y 17 heridos.
Ante el incesante fuego enemigo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenesky instó este viernes a sus aliados occidentales a ampliar las sanciones contra el sector petrolero ruso y fortalecer el apoyo militar a Ucrania, en el marco de un conflicto que supera ya los tres años.
Durante una rueda de prensa en el Ministerio de Exteriores en Londres, Zelensky agradeció los recientes paquetes de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea que afectan a empresas como Rosneft y Lukoil, pero insistió en que “hay que ir más allá si se quiere socavar la financiación de la guerra”.
El mandatario reclamó sanciones contra “todas las compañías petroleras rusas, las refinerías, terminales logísticas y la ‘flota fantasma’ que transporta el crudo y otros combustibles de Rusia”.
(Con información de AFP)
