ENCARGADA.- Aunque sin hacer referencia a las elecciones legislativas de este domingo, cruciales para el proyecto político y económico de Javier Milei, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, artífice del auxilio financiero, volvió a respaldar al Gobierno al afirmar que están “apoyando” a la Argentina por ser “un aliado de Estados Unidos”, y afirmó que “no habrá pérdidas para los contribuyentes” norteamericanos por el swap de US$20.000 millones.
De viaje en Malasia junto al presidente Donald Trump, Bessent fue consultado en una entrevista en NBC sobre las razones de la ayuda a la Argentina, en medio de crecientes críticas demócratas y hasta de algunos republicanos, como la congresista Marjorie Taylor Greene.
“[La ayuda a la Argentina] es ‘Estados Unidos primero’ porque estamos apoyando a un aliado de Estados Unidos. No habrá pérdidas para los contribuyentes. Se trata de una línea de swap. No es un rescate financiero, y proviene del Fondo de Estabilización Cambiaria [FSE, por sus siglas en inglés], que controla el Tesoro, y en el Tesoro nunca se ha registrado una pérdida. Esta vez tampoco se registrará ninguna pérdida“, dijo el influyente funcionario.
“Estamos apoyando a un aliado de Estados Unidos en América Latina, y queremos marcar la pauta en América Latina, porque miren lo que está pasando en Venezuela. Es un narcoestado fallido“, amplió Bessent, que en anteriores ocasiones ya había hecho ese paralelismo para justificar el auxilio financiero a la Argentina en la previa de las elecciones de medio término.
«Creemos que es mucho mejor utilizar el poder económico estadounidense de forma directa para estabilizar un gobierno amigo y marcar el camino, porque tenemos muchos otros gobiernos en América Latina, como Bolivia, Ecuador, Paraguay, que quieren seguirnos. Así que prefiero ampliar una línea de swap que disparar a los barcos que transportan drogas como tenemos que hacer con los que salen de Venezuela“, explicó Bessent, que se mostró como un “un gran admirador” de Greene al ser consultado por la periodista.

“Creo que es una voz fantástica en el Congreso”, describió sobre la congresista republicana por Georgia, quien durante varios años fue una de las defensoras más leales de Trump y cara visible de las posiciones más extremas del movimiento MAGA, base política del presidente norteamericano.
“Es incomprensible que hagamos esto con la Argentina”, había disparado la congresista en una entrevista con el sitio Semafor. “Hay mucha gente en MAGA que intenta siempre aferrarse a los argumentos… pero muchos no saben cómo darle un giro a este asunto”, señaló, al fustigar el plan ideado por Bessent para respaldar al Gobierno.
Para Trump, el compromiso para auxiliar financieramente al gobierno de Milei, a quien considera un aliado clave en América Latina, se ha convertido en un dolor de cabeza en el frente interno -incluso entre sus votantes republicanos- cada vez más intenso con el correr de los días, al ritmo de las noticias sobre la Argentina que inundan los medios norteamericanos y las redes sociales.
Las fuertes críticas de los legisladores demócratas al rescate del Departamento del Tesoro y las quejas de productores de soja y ganaderos por distintas medidas en torno a la administración libertaria fueron moneda corriente de las últimas semanas. Pero silenciosamente el descontento se ha expandido a los ciudadanos norteamericanos, que en su mayoría no ven con buenos ojos la ayuda explícita a la Argentina.
Más aún, seguidores de Trump han empezado a objetar el auxilio, al que ven como una contradicción de de la plataforma política “America First” (“Estados Unidos primero”) del presidente norteamericano, a la que Bessent volvió a hacer referencia en la entrevista de este domingo.
De acuerdo a una encuesta de la firma internacional YouGov y The Economist -realizada entre el 17 y el 20 de octubre- el rechazo a la ayuda financiera a la Argentina se impone con amplitud, incluso entre los partidarios de Trump. Solo el 20% la aprobó (5% respondió estar “totalmente de acuerdo” y 15% “algo de acuerdo”) y el 56% la desaprobó (38% contestó estar “totalmente en desacuerdo” y 18% “algo en desacuerdo). El restante 24% respondió no estar seguro de su posición.
Ahora, la sensación predominante en Washington es que el resultado de las elecciones legislativas de este domingo podría ser determinante para el futuro de la alianza entre la Casa Blanca y la Casa Rosada, la gran apuesta de Milei para el segundo tramo de su mandato.