El cambio de mando ocurrido en setiembre de 2025, tras la destitución de Dina Boluarte por el Congreso, ha dejado al país en un escenario de tensión política y social. La exmandataria enfrentó una de las mayores crisis de legitimidad de los últimos años, marcada por protestas en distintas regiones, denuncias de represión y un rechazo ciudadano que se mantuvo constante durante su gestión. Su salida dio paso al legislador José Jerí Oré, de Somos Perú, quien asumió la presidencia en medio de un ambiente de desconfianza y hartazgo político.
A casi un mes de iniciado su gobierno, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicó los primeros resultados de opinión sobre su gestión. La encuesta, aplicada entre el 18 y el 22 de octubre de 2025, muestra que el 53% de peruanos rechaza que Jerí haya asumido la presidencia, mientras que el 32% aprueba su llegada al cargo. Un 15% no sabe o no opina. El estudio, realizado a nivel nacional a 1.210 personas mayores de 18 años, tiene un margen de error de ±2,8 puntos porcentuales.
Rechazo mayoritario a la asunción de José Jerí
De acuerdo con el sondeo del IEP, la desaprobación hacia José Jerí predomina en todos los sectores sociales y regiones del país. Los mayores niveles de rechazo se registran en el sur y centro del Perú, zonas que también concentraron las protestas durante el mandato de Dina Boluarte. En contraste, la aprobación al nuevo presidente es más alta en Lima y en los estratos socioeconómicos A y B, aunque no logra superar el 40% en ninguno de los casos.

El estudio también indica que la población percibe una continuidad del poder del Congreso en el Ejecutivo, un factor que podría explicar parte del rechazo hacia Jerí. En una medición paralela, el 62% de encuestados consideró que el Parlamento tuvo “mucha influencia” en el gobierno de Dina Boluarte, y un 49% cree que ocurrirá lo mismo durante la gestión de José Jerí. Para un 23%, el Legislativo tendrá “algo” de influencia, mientras que solo un 16% estima que será “poca”.
Influencia del Congreso y percepción de continuidad política
El Instituto de Estudios Peruanos precisó que la percepción de control del Congreso sobre el Ejecutivo es una tendencia que se mantiene desde la crisis política de 2022. Tras la destitución de Pedro Castillo, la sucesión de gobiernos con respaldo parlamentario ha generado en la ciudadanía una sensación de continuidad en la toma de decisiones. En el caso de Jerí, su militancia en Somos Perú, partido beneficiado con más de S/5 millones de financiamiento público durante los últimos tres años, ha reforzado la idea de cercanía con la actual mayoría legislativa.
El sondeo también reflejó un nivel de escepticismo hacia la posibilidad de cambios reales durante la actual administración. El 26% de los encuestados afirmó que “da lo mismo” si Jerí permanece o es reemplazado, mientras que un 23% señaló que sería mejor nombrar a otra persona en la presidencia. No obstante, un 37% cree que lo más conveniente para el país es que se mantenga en el cargo, evidenciando una mezcla de desconfianza y resignación en la opinión pública.
Entre el rechazo y la estabilidad política

Pese a la alta desaprobación inicial, una parte de la población prefiere mantener la estabilidad antes que iniciar un nuevo proceso de transición. Entre los encuestados que respaldan la permanencia de José Jerí, algunos mencionaron espontáneamente que “ya no quieren más cambios” o que “todos los políticos son iguales”, de acuerdo con el informe del IEP. Estas respuestas reflejan un desgaste social frente a la crisis política continua que atraviesa el país desde hace varios años.
En las últimas mediciones, el IEP también registró un descenso sostenido en la confianza hacia las instituciones del Estado. Solo un 8% expresó tener confianza en el Congreso, mientras que el Poder Judicial y la Presidencia de la República no superan el 10% de respaldo. En este contexto, el inicio del gobierno de José Jerí enfrenta un desafío de legitimidad similar al de sus predecesores, con una ciudadanía que observa con recelo las decisiones políticas y el rol del Legislativo en la conducción del país.
