Tres meses después, blanquearon. Finalmente, el sábado 25, Katy Perry y Justin Trudeau hicieron su primera aparición pública como pareja: tomados de la mano, fueron a ver el espectáculo de cabaret de Crazy Horse en París. Los paparazzi franceses los recibieron con una lluvia de flashes. Esa noche, la artista pop norteamericana cumplió 41 años.
Un romance inesperado
La historia de amor entre la estrella del pop global, Katy Perry, y el ex primer ministro canadiense, Justin Trudeau, es un capítulo inesperado y fascinante que la prensa internacional ha seguido con fervor. Este romance, que une los mundos de la política y del espectáculo, comenzó a fraguarse discretamente, pero no tardó en capturar la imaginación del público, especialmente después de que ambos salieron de relaciones de largo recorrido.
Los primeros indicios de esta conexión, tan improbable como magnética, surgieron a finales de julio, poco después de que Perry finalizara su compromiso con el actor Orlando Bloom, y un tiempo después de la sonada separación de Trudeau y su esposa, Sophie Grégoire. El epicentro de los rumores fue Montreal, Canadá, donde Katy Perry se encontraba con su gira mundial, Lifetimes.
El primer encuentro documentado fue un paseo por el pintoresco Mount Royal Park de Montreal, seguido de una cena íntima en un reconocido restaurante de la ciudad. Las fotografías iniciales, aunque discretas, desataron las especulaciones: ¿era un encuentro profesional, una simple amistad o el comienzo de algo más? Las dudas se disiparon ligeramente cuando, días después, se vio a Justin Trudeau, acompañado por su hija, en la audiencia del concierto de Perry en el Bell Centre, un gesto que sugería un interés más personal que una mera cortesía política.

Fuentes cercanas a la pareja describieron una “conexión instantánea” marcada por una mutua admiración. A pesar de sus trayectorias aparentemente dispares—una, forjada bajo los reflectores del pop internacional; el otro, en el complejo mundo de la política—, Perry y Trudeau compartían un perfil público de activismo y compromiso social.
Se dice que el exmandatario quedó impresionado por la energía y el idealismo de la cantante, mientras que ella encontró en el político un hombre “de calidad” e “interesante” intelectualmente. La atracción no era solo física, sino también una chispa que se encendía en conversaciones sobre cultura, educación y la posibilidad de generar un cambio positivo en el mundo.
Durante los meses siguientes, la pareja optó por mantener un perfil extremadamente bajo. La apretada agenda de Perry, con su gira internacional en pleno apogeo, y las nuevas responsabilidades de Trudeau tras dejar su cargo, obligaron a que el romance se desarrollara con discreción y paciencia. Se reportó que ambos estaban “muy interesados el uno en el otro”, pero que las distancias y los compromisos ralentizaban el ritmo. La dinámica era un baile entre continentes, con la promesa de reunirse en los breves periodos de descanso de la cantante.
Las fotos de Katy Perry y Justin Trudeau a los besos en un yate que confirmarían su romance
El secretismo se rompió de forma espectacular a mediados de octubre, cuando unas fotografías exclusivas publicadas por el Daily Mail mostraron a Perry y Trudeau besándose apasionadamente a bordo del yate de la artista, The Caravelle, frente a la costa de Santa Bárbara, California.
Katy Perry and Justin Trudeau were spotted together last month on KP’s US$4 million yacht in Santa Barbara. pic.twitter.com/903DzXNaEj
— Katy Perry Access (@accesskatyperry) October 12, 2025
Las imágenes, de alto impacto mediático, no dejaban lugar a dudas: el rumor era un romance confirmado, cargado de gestos cariñosos y una química innegable. La pareja se había tomado unas vacaciones en secreto, aprovechando un hueco en la agenda de la cantante. Incluso, la propia Perry realizó un sutil guiño a su nuevo noviazgo en un concierto en Londres, bromeando con el público sobre ya no enamorarse de hombres británicos, en una clara alusión a su exesposo Russell Brand.
La confirmación pública y oficial llegó en un escenario digno de película. Coincidiendo con el 41 cumpleaños de Katy Perry, el 25 de octubre la pareja se reunió en París. Cuatro días antes, la cantante había ofrecido un show en berlín.
Allí, tras disfrutar de una cena y un espectáculo de cabaret en el icónico Crazy Horse Paris, salieron tomados de la mano, sonrientes y bajo el clamor de los paparazzi y los fans. Por primera vez, Perry y Trudeau se presentaban ante el mundo como pareja, sellando su historia de amor con un gesto sencillo pero definitivo. La estrella pop, radiante con un vestido rojo, y el exmandatario, elegante en negro.
