
Corrientes fue la única provincia que logró romper con la polarización nacional, con una diferencia de apenas un punto. El resto de los gobernadores de Provincias Unidas no pudo imponerse en sus propios distritos: en Córdoba y Santa Fe, las más relevantes del frente antiextremos, fueron vencidos por La Libertad Avanza; en la Patagonia no consiguieron ninguna banca, y en Jujuy quedaron en segundo lugar. En la provincia de Buenos Aires el resultado fue adverso, como se preveía, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires Martín Lousteau dio la sorpresa tras un agónico recuento de votos.
En total, Provincias Unidas se quedó con ocho bancas en la Cámara de Diputados, con las que aspiran a conformar un bloque de al menos veinte legisladores. El resultado negativo para la fuerza antiextremos abre una incógnita sobre las futuras conversaciones que deberán mantener con la Casa Rosada para plantear sus necesidades y, sobre todo, sobre los posibles nuevos aliados que esperaban sumar. Entre ellos figuraban Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco), tres mandatarios que obtuvieron triunfos contundentes de la mano de una alianza con el Gobierno nacional.

De las nueve bancas que renovaba Córdoba, la lista de Juan Schiaretti obtuvo tres, quedando lejos del primer puesto de La Libertad Avanza. Un dato no menor: aun si Natalia de la Sota hubiera acordado con el oficialismo local, el peronismo unido tampoco habría alcanzado el primer lugar. El espacio mantiene así una racha de doce años sin ganar una elección legislativa nacional.
“Desde Córdoba vamos a impulsar que se eliminen las retenciones, que se sancionen las leyes que permitan a los jóvenes tener la chance real de trabajar en el campo de nuestra provincia, y que haya una ley de promoción del turismo, porque es una economía regional cordobesa y es lo que se viene en el mundo”, prometió Schiaretti en su discurso.

“Se repitió el escenario histórico de las legislativas de medio término en las provincias, donde la discusión se nacionaliza”, analizaron en Santa Fe tras una derrota que los dejó en tercer lugar, detrás de La Libertad Avanza y el peronismo. La lista de Maximiliano Pullaro, encabezada por Gisela Scaglia, solo pudo obtener dos bancas. En el equipo estratégico santafesino intentaron bajarle el tono al resultado adverso al considerar que las elecciones provinciales y nacionales “tienen lógicas completamente distintas”.
Durante el discurso que brindó Pullaro en el búnker santafesino, sostuvo que el resultado de este domingo demuestra que “el país y la provincia le dijeron no al kirchnerismo”. “No nos van a encontrar en el club del helicóptero ni deseando que el país fracase. Vamos a acompañar para que la Argentina pueda crecer, siempre con una mirada en defensa de Santa Fe y del interior productivo”, expresó, en referencia a la nueva etapa que se inicia este lunes, con la expectativa por una posible convocatoria de la Casa Rosada.

Una mirada similar tuvo Lousteau, quien ganó una de las bancas en disputa en el territorio porteño. El presidente de la UCR protagonizó un final ajustado, tras un conteo voto a voto. En el búnker instalado en el Comité porteño hubo horas de tensión, ante la posibilidad de que la polarización los dejara sin representación legislativa. Consultado por Infobae sobre las posibles razones del triunfo del Gobierno, reconoció que “hay algunos logros del gobierno”.
“Veníamos de una inflación del 211%, ahora tenemos una inflación del 30%. Eso es un logro. Y también es cierto que hemos visto en el pasado una economía disfuncional durante mucho tiempo. Me parece que nadie quiere volver a eso. Pero tampoco eso quiere decir que la situación actual, desde el punto de vista económico, esté bien. Creo que la gente le dio al gobierno un voto de confianza para sacarlo del pasado, pero también un voto con la expectativa de que construya otro presente y, sobre todo, otro futuro”, reflexionó.

La representación bonaerense fue la de Florencio Randazzo, quien conformó una lista con un radicalismo partido pero apoyado por el GEN y Emilio Monzó. El resultado fue de los más negativos: quedó quinto detrás de la izquierda y de Fernando Burlando.
Valdés, el único gobernador de Provincias Unidas que pudo celebrar, destacó que “a partir de ahora habrá un nuevo mapa electoral completamente definido, así que pongamos proa hacia el futuro y trabajemos para que a la Argentina le vaya bien”. El gobernador correntino logró imponer a su candidato, Diógenes González, frente a Virginia Gallardo, la postulante outsider de Milei. La diferencia fue de apenas unos seis mil votos.
En Jujuy, el conteo sorprendió a varios. Los primeros números daban ganadora a la lista de Carlos Sadir, un escenario que se consideraba consolidado, pero con el paso de las horas el resultado se revirtió. La Libertad Avanza los duplicó en sufragios y se quedó con dos bancas, dejando a Provincias Unidas con una sola. “Vamos a seguir trabajando para que todos los jujeños tengan una mejor calidad de vida, más oportunidades de crecimiento y que Jujuy siga progresando”, se limitó a decir el mandatario.
El panorama más adverso para Provincias Unidas fue en la Patagonia. “La pelea de La Libertad Avanza contra el kirchnerismo no dejó lugar para las terceras vías”, reflexionaron en Santa Cruz, donde Claudio Vidal quedó relegado al tercer puesto y sin bancas. En Chubut, gobernada por Ignacio Torres, se repitió el escenario: terceros y sin representación legislativa.
