Las 24 horas del desastre de la DANA en Valencia que dejó 229 muertos: miles de llamadas de emergencia, una reacción tardía y la ausencia de Mazón

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El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, durante su visita a Paiporta (Valencia) tras la DANA, el 3 de noviembre de 2024. (Carlos Luján/Europa Press)

A las 23:06 del 28 de octubre de 2024, los estudiantes de la Universitat de València recibieron un correo electrónico que les informaba de que al día siguiente las facultades permanecerían cerradas. El Comité de Emergencias de la Universidad, tras estudiar la previsión meteorológica, suspendió las clases. Para el resto de habitantes de la provincia de Valencia, el 29 de octubre de 2024 debía ser un día corriente, rutinario. Se despertarían, irían a trabajar, a comprar y regresarían a sus hogares. No fue así. Aquel día, el paso de una DANA se llevaría por delante 237 vidas —229 en la provincia de Valencia, siete en Castilla-La Mancha (seis en Letur y una en Mira) y una en Málaga (Andalucía)—. Nadie anticipaba la cadena de negligencias que acabaría en tragedia. “No hubo nada en el terreno que les indicara peligro. Nadie les había dicho que iba a pasar algo”, ha indicado Nuria Ruiz Tobarra, la jueza del Juzgado de Instrucción número tres de Catarroja, que está investigando la responsabilidad detrás de estas muertes.

Retrocedamos un poco. El 20 de octubre, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había avisado de la formación de una DANA para los días 27, 28 y 29 de octubre, pero fue el viernes 25 de octubre cuando se emitió la primera nota informativa avisando del episodio de lluvias. Y el domingo 27 de octubre llegaría el aviso especial por un fenómeno meteorológico adverso. “El martes 29, que se prevé el día álgido de este episodio, la mayor probabilidad de estas precipitaciones intensas estará en el área mediterránea. […] Es probable que en puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia se superen los 150 litros por metro cuadrado en 24 horas”, rezaba el texto.

Ese martes 29, por la mañana, se renovó el aviso: “Hoy se dará el día álgido de este episodio, esperándose la mayor probabilidad de estas precipitaciones y tormentas intensas en el área del Estrecho, Andalucía Oriental, Murcia, este de Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Debido a la intensidad y persistencia de las precipitaciones, es probable que en estas zonas se puedan superar de forma local los 150-180 litros por metro cuadrado en 12-24 horas”. Aquella mañana, la Aemet lanzo la primera alerta roja, que implica “riesgo extremo” y “peligro extraordinario”. Pero tuvieron que pasar unas horas hasta que la Generalitat avisara a la población del riesgo al que se enfrentaba.

Las primeras horas del 29-O

El día 29 de octubre había comenzado con una aparente calma que, sin embargo, escondía los primeros indicios de la tragedia que se viviría. Mientras la mayoría de los valencianos dormía, el 112 se llenaba de llamadas en las que algunas personas alertaban de las primeras inundaciones. “Entra agua en la vivienda en cascada”, a las 06:03 en L’Énova; “se inunda el garaje por la lluvia”, a las 06:09 en Senyera; “casa inundándose, les llega por la cintura”, a las 06:50 en Tous. En las siguientes seis horas, se acumularon hasta 1.052 llamadas a Emergencias.

Evolución de la cifra de llamadas que recibió el teléfono de Emergencias de la Comunidad Valenciana en 29 de octubre de 2025. (Infobae)

El Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta) de la Aemet, que divide la provincia de Valencia en cuatro secciones (Interior norte, Interior sur, Litoral norte y Litoral sur), activó en tres de ellas el nivel rojo de alerta, aunque los avisos amarillo y naranja por lluvias y tormentas ya llevaban varios días activos.

Las cuatro secciones del plan Meteoalerta.

El primer aviso llegó a las 7:36 en el Litoral Sur, donde se ubican los municipios de Guadasuar, Algemesí y Alzira, tres de los más afectados por el temporal. En este último, hay un registro del 112 a las 07:35: “Cuatro personas en casa, no pueden salir, calzada inundada”. Apenas estaba amaneciendo y el teléfono de emergencias ya había recibido 1.621 avisos relacionados con las lluvias y las primeras inundaciones.

9:00 y 10:00: Piden “socorro llorando”

La exconsellera de Justicia e Interior del Gobierno valenciano, Salomé Pradas, encargada de las competencias de Emergencias de la Comunidad Valenciana, mantuvo una primera conversación telefónica con su número dos, el secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, a las 8:58. Minutos antes, el 112 registró un aviso de un hombre en Llombai, que se encontraba agarrado a una palmera para que el agua no se lo llevara. No se conoce el contenido de la conversación de los ahora investigados por la causa de la DANA, que instruye la jueza.

El número de llamadas que recibió la central de Emergencias no dejó de crecer. “Se ha desbordado un barranco”, avisan desde Massalavès a las 9:18. Un minuto más tarde, 50 vecinos de Turís piden “socorro llorando”. A esta hora, ya se vuelven habituales las llamadas de personas, especialmente mayores, atrapadas en sus casas por el agua.

Paiporta, Valencia, tras la DANA. (Eva Manez /Reuters)

Son las 9:30. Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, mantiene una reunión con guardias civiles y encargados de Emergencias en la que concluyen que la UME (Unidad Militar de Emergencias) debe estar preparada para cuando sea solicitada por la Generalitat. El Gobierno central no puede enviar al cuerpo armado sin una solicitud de una comunidad autónoma, que aún tardaría horas en llegar.

Mientras se llevaba a cabo esa reunión, se elevó el nivel de alerta de la Aemet en el Litoral Norte —donde se ubican Valencia capital, Paiporta, Catarroja, Aldaia, Torrent y Cheste, entre otros municipios arrasados por el agua y el lodo— y en el Interior Norte —donde se sitúa Utiel, que registró la muerte de seis vecinos—. A las 9:41 el nivel de alerta roja llegó a la mitad de la provincia y, de nuevo, la población no recibió ningún tipo de aviso. De hecho, faltaba casi medio día para que lo hiciera. El 112 ya había recibido cerca de 3.000 llamadas.

11:00 y 12:00: Primera llamada entre Pradas y Bernabé

A las 11:32, la televisión valenciana Ă Punt ya estaba informado del desastre y conectó en directo con una periodista en Chiva que mostró el nivel del agua. “Las consecuencias de la Dana en la C. Valenciana: Aviso rojo por lluvias en el litoral y interior norte de Valencia está vigente hasta las 18:00 horas, pero podría extenderse“, rezaba el rótulo que acompañaba a la periodista. Hasta ese momento, fue el único canal público dependiente de la Generalitat que aportó algún tipo de información sobre las inundaciones.

A las 12:00, el número de Emergencias ya había registrado más de 5.000 llamadas. A esa hora, Bernabé fue informada de que había una persona desaparecida en L’Aculdia a consecuencia de las lluvias y llamó a Pradas por primera vez. Mantuvieron una conversación de cinco minutos en la que la delegada de Gobierno, según su declaración como testigo, le ofreció la UME a la consellera. 20 minutos después, Pradas llamó al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. No respondió.

Entre tanto, la Confederación Hidrográfica del Júcar alertó de un aumento del caudal en la Rambla del Poyo y la Aemet publicó un video en Twitter en el que aparecía su portavoz, Rubén del Campo, para pedir precaución: “La situación es excepcional y esto ya está provocando inundaciones. Mucha precaución. Aléjese de cauces, ramblas, barrancos”.

Los reyes Felipe y Letizia visitan Paiporta días después de la DANA, el 3 de noviembre de 2024. (Carlos Luján/Europa Press)

15:00: “Pídeme la UME”

Media hora antes de que Mazón llegara al restaurante El Ventorro, Bernabé volvió a llamar a Pradas. “Pídeme la UME”, le indicó en una conversación telefónica. Pradas tardó 20 minutos en devolverle la llamada para hacer la solicitud formal, aunque de forma telefónica, y que se iniciaran los trámites de solicitud del cuerpo armado. Sin embargo, todavía faltaba hacerla por escrito. Esto no impidió que Bernabé llamará a la Dirección General de Protección Civil para ir adelantando los trámites. El correo electrónico no llegó hasta las 15:29, pero contenía errores, por lo que Bernabé pidió que lo volvieran a enviar. Pasaron otros 11 minutos y a las 15:41 llegó el correo certero.

Mientras, Mazón estaba comenzando su comida con la periodista Maribel Vilaplana. Y el 112 ya acumulaba 8.409 llamadas. “Dos mujeres, una de ellas mayor, se está ahogando”, a las 15:02; “mujer y hombre de 95 años subidos a una mesa dentro de vivienda”, a las 15:13; “hombre atrapado en garaje no puede salir”, a las 15:34. Todas en Utiel. Para las 16:00 de la tarde, el teléfono de Emergencias ya había recibido 10.000 llamadas, la Aemet había lanzado hace horas el nivel máximo de alerta, la Delegación de Gobierno había urgido a la Generalitat a solicitar la UME y la televisión retransmitía en directo las inundaciones.

Pero no fue hasta las 16:18 que Bernabé recibió la primera convocatoria del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), el encargado en la gestión de emergencias en la Comunidad Valenciana, bajo la supervisión de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias. De nuevo, errónea. La correcta llegó minutos después y Bernabé se desplazó hasta la Delegación de Gobierno para conectarse a la reunión —que no se celebraría hasta las cinco de la tarde— por videoconferencia.

A las 16:29, Pradas llamó a Mazón y, de nuevo, no hubo respuesta. Mientras, las llamadas de auxilio no cesaban: en Requena, a las 16:39, hay “tres o cuatro personas atrapadas en tejado”; en Utiel, a las 16:50 hay “tres personas dentro de un bazar, no pueden salir”, y a las 16:56 un total de “17 personas no pueden salir del supermercado”. Mazón seguía en El Ventorro y aún no había empezado la reunión del CECOPI.

Coches apilados en el barrio De La Torre, Valencia, tras el paso de la DANA. (Manaure Quintero/AFP)

17:00: “Empezó a subir una ola, como si fuera un tsunami”

Esa reunión del CECOPI comenzó a las 17:00. Según ha declarado Bernabé, se desarrolló de forma extraña, ya que los miembros de la reunión que estaban presencialmente se sentaron de espaldas a la cámara y hablaban casi en susurros entre ellos.

Las llamadas de auxilio no paraban y ya se acumulaban más de 12.000. A las 17:30 se produjeron varias de las muertes que recoge la jueza en uno de sus autos, con testimonios de familiares de las víctimas.

Uno de ellos relata la historia de una mujer de 70 años que se encontraba en su casa junto a su marido y sus dos hijos. “Vámonos de aquí, que baja mucha agua por todos los sitios y no sabemos de dónde viene”, dice uno de ellos. Intentaron huir, pero fue inútil. El agua comenzó a arrastrar a uno de los hijos y a su perro. Su marido solo pudo chillar y su otro hijo intentó ayudar a su hermano, que estaba con los pies en la acera y cogido a una ventana. El padre intentó también ayudarlos, pero ninguno pudo contra la fuerza del agua. En tan solo cinco minutos, el agua se los llevó a los tres.

Paiporta, Valencia. (Vincent West/Reuters)

Minutos antes del suceso, se produjo la primera conversación entre el president de la Generalitat y la consellera de Interior. Tras dos intentos de Pradas, Mazón le devolvió la llamada a las 17:37 y hablaron durante dos minutos. De nuevo, se desconoce de qué se habló en esta conversación.

A las 17:55, una mujer de 92 años se encontraba junto a su hija y su yerno en su casa en Vilamarxant, viendo la televisión. La hija comentó que hacía un tiempo raro, pero que “no había nada en el terreno que les indicara peligro. Nadie les había dicho que iba a pasar algo”. En ese momento, el hombre vio un hilo de agua en la casa y decidió que iba a salir fuera a limpiarlo. “De repente, empezó a subir una ola, como si fuera un tsunami, él dio la vuelta intentando entrar, intentó subir por la parte de arriba, aporreó la puerta, se abrió la puerta que antes no se podía abrir”. El hombre trató de coger a su suegra, pero “el sillón se tambaleaba, era como un remolino”. El agua les arrastaba, pero el sofá atascó la puerta e hizo que la corriente no les sacara de la casa. El hombre sufrió heridas, y la mujer de 90 años fue hospitalizada y falleció.

18:09: “Se va mandar el SMS de aviso a la población”

Antes de las 18:00, según la declaración de Bernabé, Pradas avisó de que iban a parar el CECOPI para pensar qué hacer. Le comunicaron que cuando tomaran una decisión, ya avisarían. Entonces, se barajaba la opción de enviar a los teléfonos de los valencianos un mensaje de Es-Alert, que aún tardaría dos horas en llegar. A las 18:09, se habló por el grupo interno de WhatApp de Emergencias, según demuestran las capturas de las conversaciones: “Se va a mandar el SMS de aviso a la población para que la gente no salga de los domicilios”.

Los dos mensajes enviados en los grupos de emergencias. (Infobae España)

Durante ese receso, que duró una hora, Pradas habló en tres ocasiones con Mazón, que seguía en El Ventorro. El teléfono de Emergencias recibió 1.439 llamadas durante esa hora. Fue también en este receso cuando una joven de 26 años, embarazada de casi ocho meses, mantuvo una llamada con su madre desde un polígono, diciéndole que le entraba agua en el coche, que se ahogaba. Logró salir y se subió al techo de otro coche donde estaban otros jóvenes, pero un contenedor de mercancías les golpeó y cayeron. El cuerpo de la joven se encontró a los cuatro días.

Cuando esta joven, que era transportista y conducía un camión, llamó a su madre, eran las 18:53. Quedaban unos minutos para que se reanudara la reunión del CECOPI. A las 18:55, el caudal del barranco del Poyo alcanzó 2.282 metros cúbicos por segundo. En ese momento la fuerza del agua, que venía reflejándose desde dos horas antes, acaba por arrastrar los sistemas de medición de la Confederación Hidrográfica del Jucar.

Paiporta, Valencia. (Vincent West/Reuters)

19:00: Un mensaje “tardío y erróneo en su contenido”

Las llamadas no cesaban y sobre las 19:00 una avenida de agua y barro “rápida y repentina” llegó a la residencia de mayores de la empresa Savia, en Paiporta. No llovía, pero fue como un tsunami. Los 15 trabajadores que estaban allí hicieron una cadena humana para subir a los residentes, que estaban cenando en la planta baja, al primer piso, solamente iluminados con las luces de emergencia. En total eran 95 personas. Seis de ellas fallecieron. Los trabajadores no pudieron salvarles.

Mientras tanto, Pradas y Salomé intercambiaron varias llamadas y, en la última de ellas, la delegada de Gobierno le pidió reanudar la reunión del CECOPI. Así se hizo y, de nuevo, se habló de la necesidad de enviar el Es-Alert. Pero aún quedaba una hora para que llegara, mientras el agua ya arrastraba a varios fallecidos y el 112 acumulaba más de 15.000 llamadas en todo el día.

Imagen de una calle de Paiporta tras la DANA. (Manu Bruque/Reuters)

Pasadas las 19:30 de la tarde, Pradas llamó dos veces más a Mazón, que aún no se había presentado en el CECOPI. Ya había abandonado El Ventorro, sobre las 18:30 según la versión de la periodista Vilaplana, pero se desconoce su ubicación. Un año después del desastre, aún no ha rendido cuentas ni ha especificado donde estaba. A las 19:43, Mazón llama a Pradas y hablan durante 48 segundos. De nuevo, el contenido de la conversación no ha trascendido.

Al tiempo que transcurría la convesación, una familia que se encontraba en el bar que regentaba en Benetússer veía cómo el agua empezaba a entrar en el local. El padre pensó que que la podrían sacar con facilidad. No fue así. A las 20:00 horas ya les llegaba por la cadera y a las 20:30 por el cuello. La persiana del bar estaba abierta, la puerta se rompió, pidieron ayuda a los vecinos de arriba, que bajaron una escalera, pero era muy corta. Su hija, al no alcanzar, se bajó y cayó al agua. Su madre la siguió: se tiró para sacarla, pero no pudo. El cuerpo de la menor, de tan solo 10 años, fue encontrado a los dos días.

Imagen de la cámara de seguridad del Centro de Coordinación de Emergencias incluida en el informe firmado por el coordinador de Prevención y Emergencias en la que se observa al president de la Generalitat, Carlos Mazón, accediendo a las instalaciones a las 20.28 del 29 de octubre. (EFE/Àgencia De Seguretat)

20:00: Llega el mensaje de alerta

A las 20:00, una mujer se encontraba en su vivienda, mientras su marido se encontraba en el garaje intentando ayudar a sus vecinos.Sobre las 20:02, entró una tromba de agua que les arrastró. A las 20:0,5 su marido le indicó que la situación iba “mal” y ella envió su último mensaje a las 20:07, que nunca obtuvo respuesta. El cuerpo de su marido fue encontrado seis días después. Quedaban aún tres minutos para que el CECOPI tomara la decisión de enviar el mensaje de alerta a la población.

A las 20:10, Pradas habló por teléfono con Mazón durante un minuto, y a las 20:11 se envió el Es-Alert a toda la ciudadanía. Los teléfonos sonaron cuando muchas personas ya se habían ahogado, estaban en las plantas altas de sus viviendas inundadas, agarradas a árboles o sobre vehículos que el agua arrastraba con suma facilidad. El mensaje fue “tardío y erróneo en su contenido”, según lo ha descrito la jueza en más de una ocasión. Mazón llegó al CECOPI a las 20:28. La reunión finalizó a las 23:59. Y el día terminó con 19.821 llamadas acumuladas al 112 y 229 fallecidos.

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