MIAMI. La admisión pública del presidente Donald Trump de que ordenó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela han generado muchas esperanzas en círculos prodemocráticos. Pero puede que las celebraciones sean prematuras: Trump podría terminar aceptando un “madurismo sin Maduro” que no conduzca a la restauración de la democracia en Venezuela.
Trump ya ha desplegado 10,000 soldados y más de ocho buques de guerra en aguas del Caribe cerca de Venezuela, que han hundido al menos siete supuestos barcos de narcotraficantes, matando a más de 30 presuntos “narcoterroristas”. Ahora, Trump dice que está considerando ataques en suelo venezolano.
Funcionarios estadounidenses han dicho en privado en días recientes que Trump ya no busca únicamente frenar el tráfico de drogas y migrantes indocumentados de Venezuela, sino también la salida de Maduro del poder, según han reportado The New York Times, CNN y otros medios.
Pero, según me dicen expertos militares y exfuncionarios de Trump, es sumamente improbable que Trump ordene una invasión a Venezuela, como la intervención militar de 1989 en Panamá que derrocó al general Manuel Antonio Noriega.
Una invasión de Venezuela requeriría hasta 250.000 tropas estadounidenses, casi 10 veces la fuerza que usó Estados Unidos en Panamá. El ejército de Maduro es mucho más grande que el de Noriega, y el territorio de Venezuela es 12 veces más grande que el de Panamá.
Además, Trump siempre se ha jactado de oponerse a las intervenciones militares estadounidenses en el extranjero. Se opuso a la invasión estadounidense de Afganistán, y ha mostrado una y otra vez su aversión a poner en riesgo la vida de soldados estadounidenses en operaciones terrestres en el extranjero.
Entonces, ¿qué va a hacer Trump? Un escenario, aunque no el más probable, es un ataque aéreo contra un alto general venezolano acusado de narcotráfico, similar al ataque con drones estadounidenses de 2020 que mató al general iraní Qasem Soleimani.
Pero los expertos militares me dicen que eso sería muy difícil. Soleimani no fue asesinado con un dron en Irán, sino durante una visita a Irak. Irán, al igual que Venezuela, tiene defensas aéreas contra drones, y sería difícil que un dron estadounidense lograra acercarse a un blanco militar en Venezuela.
El escenario más probable, según expertos militares, es que Trump ordene un ataque aéreo limitado en una zona remota de Venezuela, como podría ser una base del grupo narcoguerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la frontera con Colombia, o contra un laboratorio de drogas.
La escalada de Trump tiene como propósito principal crear divisiones dentro del ejército venezolano e impulsarlo a derrocar a Maduro.
Elliott Abrams, exenviado especial de Estados Unidos a Venezuela e Irán durante el primer gobierno de Trump, me dijo que esa estrategia sería más efectiva si Trump buscara más declaraciones prodemocráticas de países latinoamericanos y europeos, y si les ofrece una amnistía a los militares venezolanos.
“Trump debería decirles a los militares: ‘No van a ir a la cárcel. Solo tienen que ayudarnos a deshacernos de Maduro’, y para eso debería conseguir un acuerdo con la oposición”, me dijo Abrams. “Ha habido amnistías en todas las transiciones democráticas de América Latina”.
Evan Ellis, un experto militar y exfuncionario del Departamento de Estado durante el primer mandato de Trump, me comentó que Trump podría apoyar una solución negociada con funcionarios del régimen de Maduro, a cambio de que Maduro se vaya.
“Eso permitiría al presidente Trump declarar victoria, incluso si no hay un verdadero cambio democrático” que permita la entrega del poder a Edmundo González Urrutia, el ganador de las elecciones presidenciales del año pasado, me dijo Ellis. González Urrutia ganó las elecciones, según las actas de la votación, pero Maduro se proclamó reelecto.
No me extrañaría que Trump acepte un escenario de “madurismo sin Maduro”, aunque ha dicho que ya ha rechazado un ofrecimiento de ese tipo.
Trump es un populista que ha centrado su política hacia Venezuela en el combate a las drogas y la inmigración ilegal, y no en la democracia. Podría estar buscando un gran titular para cantar victoria y pasar a otro tema. Si no empieza a hablar sobre la democracia, Venezuela podría reemplazar a un dictador por otro.
