
El proceso de reestructuración de Duro Felguera contempla una reducción significativa del pasivo de la empresa y la salida de Mota-Engil México como accionista, cambios que buscan asegurar la viabilidad financiera de la compañía. Según informó Europa Press, el grupo asturiano ha solicitado la homologación judicial de su plan de reestructuración ante el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón, tras obtener un amplio respaldo por parte de los acreedores, dejando así atrás el estado de preconcurso en el que se encontraba desde el 11 de diciembre.
Duro Felguera dio a conocer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la presentación del plan ante el juzgado marca el cierre de las negociaciones extrajudiciales con los acreedores y el comienzo de la fase de revisión judicial. Europa Press detalló que la solicitud de homologación judicial del plan fue presentada después de formalizarse en escritura pública el 21 de octubre de 2025, habiéndose acreditado según el certificado expedido por Lexaudit Concursal, experto en reestructuraciones, que las distintas clases de acreedores, y en particular la denominada ‘Clase 1’, obtuvieron un volumen de adhesión superior a los tres cuartos del total de créditos incluidos en esa categoría.
De acuerdo con la normativa concursal recogida en el artículo 629.2º del Texto Refundido de la Ley Concursal, la obtención de estas mayorías permitió a Duro Felguera poner fin al periodo de preconcurso e iniciar el proceso de homologación ante la autoridad judicial. El grupo asturiano ha manifestado, según fuentes citadas por Europa Press, una disposición a ceñirse escrupulosamente a los plazos del juzgado y maneja “perspectivas positivas” respecto a la ejecución ordenada del plan.
La reestructuración incluye la organización de una junta general extraordinaria de accionistas, prevista para el 14 de noviembre en la sede de Duro Felguera en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón, donde se someterá a votación la aprobación o rechazo del plan en su totalidad. Este encuentro podrá celebrarse en una segunda convocatoria, programada para el día 15, si resulta necesario.
Según publicó Europa Press, el consejo de administración de Duro Felguera aprobó el plan la semana pasada, con el objetivo de salvaguardar su estabilidad económica, evitar el concurso de acreedores y garantizar la continuidad de sus actividades empresariales. El grupo Prodi, de capital mexicano, asumirá el control de la sociedad y se ha comprometido a inyectar nueva financiación bajo la modalidad de préstamos capitalizables, con el fin de dotar de liquidez a la empresa durante el periodo previo a la homologación y a las operaciones de ajuste de capital contempladas por el plan. Estos desembolsos ascenderán en total a 10 millones de euros, ajustándose a las necesidades de tesorería del grupo antes de completarse la reconfiguración societaria.
La estructura de la reestructuración, según reportó Europa Press, considera la reducción del endeudamiento mediante quitas dirigidas a acreedores ordinarios, subordinados y con reclamaciones litigiosas. En determinadas categorías, estas quitas podrán extinguir la totalidad de los importes pendientes.
Respecto a la composición accionarial, el plan de recapitalización estipula una disminución del valor nominal de todas las acciones del capital social, seguida de una segunda reducción de capital mediante la amortización íntegra de las acciones en manos de los actuales accionistas de control, concretamente de Prodi y Mota-Engil México. Esta segunda fase está condicionada a la realización simultánea de un aumento de capital por compensación de créditos, lo que permitirá a Prodi mantener la mayoría del capital y los derechos de voto, mientras que Mota-Engil México abandonará el accionariado.
La nueva financiación prometida por Prodi pretende garantizar el funcionamiento ininterrumpido de Duro Felguera mientras el proceso judicial de homologación avanza y se completan las transacciones societarias derivadas de la reducción y posterior aumento de capital. Este mecanismo sitúa a Prodi en posición de control mayoritario una vez culminada la etapa judicial aprobatoria y permite a la empresa afrontar próximas etapas con una estructura financiera saneada y una orientación hacia la competitividad operativa.
El plan de reestructuración y las medidas asociadas forman parte de una estrategia para consolidar el futuro de Duro Felguera como actor relevante en el sector de ingeniería y bienes de equipo, con una base financiera fortalecida y mayor agilidad en su gestión. Según ha sostenido la empresa en sus comunicaciones oficiales recogidas por Europa Press, la homologación judicial del acuerdo pretende ofrecer garantías tanto a antiguos como a nuevos inversores, así como a los socios industriales interesados en una eventual colaboración en etapas posteriores.
La intervención de la justicia mercantil asturiana tendrá como función revisar la legalidad y viabilidad del acuerdo alcanzado entre las partes, y su aprobación facilitaría al grupo la superación de las dificultades financieras que motivaron la solicitud de preconcurso. La empresa aspira a culminar este proceso sin afectar sus operaciones ni comprometer sus contratos en ejecución, en línea con los objetivos comunicados en su informe a la CNMV.
