Una de las situaciones que se repite más de lo que nos gustaría cuando hacemos la colada es esa en la que metemos toda la ropa, cerramos la puerta de la lavadora y, al sacarla, descubrimos un auténtico desastre blanco. ¿El culpable? Un papel olvidado en uno de los bolsillos que termina ensuciando las prendas de pequeños restos imposibles de sacar. Aunque difícil de creer la situación no siempre tiene que pasar por volver a lavar toda la colada.
Uno de los trucos más sencillos y eficaces que se pueden emplear lo ha dado a conocer la creadora de contenido @recetasfacilesdecocina, y requiere exclusivamente de un objeto de cocina de uso diario que todos tenemos en casa: un estropajo.
EL TRUCO DEL ESTROPAJO
En su vídeo, la creadora muestra cómo consiguió eliminar los restos de papel con algo tan básico como la parte verde de un estropajo nuevo. Basta con pasarlo suavemente sobre la superficie de la ropa afectada, insistiendo en las zonas con más restos, como bolsillos o costuras, para que las fibras de papel se desprendan sin dañar el tejido.
Antes de este paso, es recomendable sacudir bien las prendas al aire libre para retirar los trozos más grandes. De esta forma, el trabajo con el estropajo se vuelve más rápido y eficaz. En cuestión de minutos, la ropa vuelve a quedar limpia, sin necesidad de un segundo lavado ni productos adicionales.
ALTERNATIVAS ÚTILES SI EL TRUCO NO ES SUFICIENTE
Si el papel está muy deshecho o las prendas son delicadas, existen otras formas de solucionarlo sin recurrir a la lavadora. Una opción sencilla es usar un rodillo quitapelusas, que arrastra fácilmente las fibras, o envolver la mano en cinta adhesiva ancha (como la de embalar) y dar pequeños toques sobre la tela para despegar los restos adheridos.
También puede funcionar humedecer unos guantes de goma -los clásicos de fregar- y pasar las manos por la superficie de la prenda. La fricción genera una ligera carga estática que hace que las pelusas y los trozos de papel se adhieran al guante.
REMEDIOS ADICIONALES PARA LOS RESTOS MÁS FINOS
Cuando la ropa queda limpia a simple vista, pero persisten diminutas partículas, se puede realizar un lavado corto sin detergente, añadiendo una aspirina disuelta en el agua. Este truco tradicional de lavandería ayuda a despegar las fibras de papel sin dañar los tejidos.
Otro método útil consiste en añadir un poco de suavizante puro y activar solo el ciclo de centrifugado. El movimiento y la textura del suavizante facilitan que los residuos se despeguen, sobre todo en prendas de algodón oscuro o tejidos que tienden a atrapar pelusas.
