Este jueves vino a divertirse al Senado… ¡Pedro Sánchez! Parafraseando la popular cita de Pablo Motos cuando presenta a su invitado diario en ‘El Hormiguero’, el presidente del Gobierno fue a pasar un rato divertido a la comisión de investigación del Senado que intenta dilucidar los tejemanejes de José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. Los que vaticinaban que Sánchez pasaría apuros durante el interrogatorio de sus señorías, no conocen al secretario general de los socialistas. Pregúntame lo que quieras que ya te responderé yo lo que crea oportuno, fue la tónica de la jornada.
Todos sabían a lo que iban. Los senadores del PP, Vox y Unión del Pueblo Navarro a intentar que Sánchez pasara un mal rato, y Sánchez a pasar el trago del “circo” (como calificó la comisión en varias ocasiones) lo más llevadero posible. Entre medias, senadores del los grupos que apoyan al Gobierno de coalición, que fueron también a vender su producto: como el de Compromís, que recordó que Carlos Mazón aún no ha acudido a ninguna comisión de investigación a responder por las víctimas de la DANA. Sánchez salió ileso. Incluso agradeció “la imparcialidad” del presidente de la comisión, del PP. “Es un sarcasmo”, aclaró el socialista.
Lo único que dejó claro el compareciente es que alguna vez ha podido cobrar en metálico de la caja oficial del partido: “He podido liquidar gastos siempre contra factura”, admitió, aunque no recordaba la cantidad. Son muchos años en el PSOE. De forma “anecdótica y puntual”, para recordar siempre que pudo que la financiación de su partido es “absolutamente limpia y legal”. Sánchez es un hábil parlamentario. “A mí no me han dado dinero escondido en cajas de puros”. Respondió lo que quiso y lo que no quiso, soltó el discurso que traía preparado. Que era el de enfrentar en el espejo la corrupción del PSOE con la del PP. Cuando le preguntaron por las “chistorras” que usaba Koldo para referirse presuntamente al uso irregular de efectivo, Sánchez respondía con bollos: “Antiguamente, en otro partido, se hablaba de magdalenas o bizcochos. Esta Cámara sabe de lo que hablo. A ilustres senadores se les ha descubierto hasta un millón de euros en sobres o cajas fuertes”, proseguía.
La verdad es que pasadas las preguntas de la senadora de UPN y del senador de Vox, las primeras y las más incómodas, a Sánchez se le vio cada vez más cómodo. Se puso incluso unas gafas nuevas (nunca se les ha visto públicamente con ellas) y como un profesor que pasa la lección llevó muchas de las cuestiones a su terreno. Algunas se notaban que estaban hasta preparadas, cuando un senador canario le preguntó por los presuntos sobresueldos que había cobrado Alberto Núñez Feijóo cuando era senador, y Sánchez sacó un papelito que llevaba y dio los datos precisos: “Nunca han existido sobresueldos a diferencia del PP (…) En el caso de Feijóo, cuando era presidente del PP y senador, declaró su sueldo como senador de base, pero no declaró gastos de representación ni por la presidencia del grupo popular que eran 70.000 euros”, afirmó.
Un Sánchez sonriente
Lo dicho, pregúntame lo que quieras que ya te responderé yo lo que crea oportuno. Hasta algunos senadores le afearon a Sánchez de que se ría demasiado durante la comisión. “A las insidias y las difamaciones es mejor responder con una sonrisa”, respondió. Él a lo suyo, a la “política patriótica” de Rajoy y a que “Gürtel solo hay una, y está en la calle Génova (…) el señor Aznar tiene 34 casos investigados, más de 1.000 millones robados”. Junts le llamó “trilero” y “houdini”, como el popular mago y escapista. El mejor ejemplo es que cuando le preguntaron por “la banda del Peugeot”, en referencia al apoyo que le brindaron en las primarias de 2017 Ábalos, Koldo y Cerdán. “Me acompañaron miles de compañeros. En el coche no caben todos”, bromeó: “¿Me está preguntando cuántos iban en el Peugeot? ¿De verdad, señoría? ¿Vamos a estar toda la mañana hablando de quién iba en el Peugeot? Pues señoría, depende del día”.
“Váyase”, le pidió UPN. “Es que aún tengo que responder algunas preguntas de sus señorías”, respondió con ironía Sánchez. Hoy ha venido a divertirse… Ni le inmutaron las alusiones contra su difunto suegro, al que Vox llamó “el señor de los negocios de la prostitución”, ni los negocios de su mujer. “Máquina del fango”, repitió en varias ocasiones Sánchez para resumir lo que pensaba. El líder socialista sacó todo el argumentario que llevaba, hablando incluso de ‘lawfare’: “Hay una amplia mayoría de jueces que cumple con su trabajo y por desgracia una minoría minoritaria que hace política”. Tuvo para todos. A veces parecía que el guion estaba preparado. Cuando Carla Antonelli, senadora de Más Madrid, finalizó su intervención espetando a la bancada popular que “queda gobierno de coalición para rato”, Sánchez puntualizó: “digamos mejor ‘para largo’, que el del milagro… ya sabe”. Otra hostia al PP en la figura de Rodrigo Rato.
De Ábalos, Cerdán y Koldo habló poquito. Con el ex asesor, su relación era “anecdótica”. De la vida disoluta del exministro con las mujeres, mencionó la palabra “decepción”, y del hoy preso Cerdán, “tuve una colaboración política con él y eso no significa que tuviera un conocimiento de sus conductas”. Pasó de puntillas sobre otros personajes polémicos. Tras ser preguntado por su relación con el empresario imputado Víctor de Aldama, “no me acuerdo cómo le conocí, quizá en un mitin o el cumpleaños de Ábalos. Lo que es seguro es que con él no he tenido ninguna relación”. Sobre si la ‘fontanera’ Leire Díez ha realizado algún trabajo para el PSOE, un simple “que me conste a mí, no”.
En fin, rápido y a otra cosa. Porque había que contextualizar. Y Sánchez llevaba bien aprendido su contexto. “¿Qué diría el PP si mi hermano hubiera cobrado una comisión de 280.000 euros por un contrato de mascarillas en el momento más difícil de la pandemia?”, preguntó en referencia al hermano de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. “Probablemente, los senadores del PP deberían de recordar lo que dijo Pablo Casado entonces y qué es lo que hizo el PP. “Quitarlo (en referencia a Casado) y poner al amigo del narco, (Alberto Núñez Feijóo) al frente del PP”. Hasta en dos ocasiones distintas hizo referencia a este episodio que la primavera de 2022 abrió en canal a los populares.
El senador intubado
El “circo” no se animó hasta el final. El PP, con mayoría absoluta en el Senado, era el último en preguntar. El elegido fue Alejo Miranda, que recordó nada más empezar que hace cinco años el coronavirus le golpeó con especial virulencia (estuvo hospitalizado en estado crítico) y que la comisión de investigación versa sobre las comisiones ilegales que presuntamente se pudieron llevar miembros del Gobierno por la compra de mascarillas. “¿Le hace gracia que estuviera intubado?“, le espetó Mirando al ver asomar la primera sonrisa de Sánchez. La respuesta: las comisiones del hermano de Ayuso y ”Alberto Quirón». Y como traía los deberes aprendidos, recordó que Miranda formó parte de la Consejería de Sanidad que construyó el polémico hospital Zendal y que debería dar “explicaciones” sobre ello.
Miranda le preguntó entonces por el hermano de Sánchez, el que faltaba. “¿Vivía en Portugal?» Ya puestos a preguntar. “¿Qué tiene que ver esto con el objeto de la comisión?“, respondió Sánchez. Y luego el popular sacó otro de los temas favoritos de su partido: Venezuela y el viaje de la vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez a Madrid en el año 2020 y su relación con el rescate de la aerolínea Plus Ultra. Sánchez se puso sus nuevas y modernas gafas, llamó “Torquemada” a Miranda, y habló de todas las ayudas que su Gobierno dio a las empresas durante la pandemia. “Pido amparo”, dijo entonces el senador del PP. El embrolló siguió con un Miranda agresivo para la galería y montón de personajes en el escenario: Begoña Gómez, el coronel Antonio Balas de la UCO, el fiscal Grinda, el juez Peinado, el empresario Barrabés, incluso el padre de Rajoy. Cualquier espectador se perdería con tanto nombre. Incluso una compañera avió a Miranda que el presidente “te la está liando””Lleva Sánchez diciendo toda la mañana lo que le da la gana”, le espetó Miranda. Tuvo que llegar al final para que todos se dieran cuenta. Cinco horas después de comisión, pregúntame lo que quieras que ya te responderé yo lo que crea oportuno.
