Sigue en pie el cierre en la Laguna de San Diego, en Samaná, Caldas, por un virus: hay más de 20.000 peces muertos

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Las autoridades implementarán controles de acceso y reforzarán el monitoreo y la extracción de peces muertos para asegurar la correcta disposición y mitigar riesgos sanitarios - crédito Servicio Geológico Colombiano

La Laguna de San Diego, ubicada en el municipio de Samaná, departamento del Caldas, permanecerá cerrada luego de que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) confirmara que la masiva mortalidad de peces registrada en el lugar se debe a la presencia del Virus de la Tilapia (TilV), enfermedad bajo control oficial en Colombia.

Más de 20.000 peces han muerto en el ecosistema, lo que llevó a las autoridades a mantener la medida mientras se controla y monitorea la infección.

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La decisión fue reforzada por Corpocaldas, que por medio de un comunicado informó el carácter preventivo del cierre.

“Se hace necesario mantener la medida de cierre mientras se monitorea el avance de la infección y se establecen medidas efectivas que permitan su control y la disminución del riesgo sanitario a otras especies y ecosistemas”, consta en el comunicado.

La entidad aclaró que la restricción busca preservar el equilibrio ecológico del Distrito Regional de Manejo Integrado (Drmi) Laguna de San Diego, así como evitar riesgos de salud pública, pues las especies allí presentes suelen ser destinadas al consumo o comercialización local.

Corpocaldas informó que el cierre es preventivo, y que se busca proteger la salud en otras especies - crédito Corpocaldas

El ICA, como autoridad sanitaria, expidió recomendaciones prioritarias, entre ellas la implementación de controles estrictos para prevenir el ingreso de contaminantes y restringir el acceso de personas, materiales y equipos, a fin de proteger otros cuerpos de agua.

Además, señaló la necesidad de mantener un programa continuo de monitoreo y extracción de individuos muertos, para asegurar su disposición adecuada y el cumplimiento de todas las recomendaciones sanitarias.

Este cierre temporal se mantendrá hasta que las entidades competentes verifiquen las condiciones ambientales y sanitarias requeridas para reanudar cualquier actividad en la laguna.

Los peces han sido hallados a lo largo de las últimas cinco semanas - crédito redes sociales/X

La prioridad, enfatizan las autoridades, es evitar la propagación del virus y proteger tanto la fauna como a las comunidades que dependen de este ecosistema.

Cuatro semanas atrás, la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) inició una investigación para esclarecer las causas detrás de la muerte de más de cuatro mil peces en la laguna de San Diego. Hasta ese momento, las razones científicas que explican este fenómeno permanecían indeterminadas.

La labor se realiza coordinadamente con la Alcaldía de Samaná, la Dirección Territorial de Salud de Caldas, la Policía Nacional y miembros de la comunidad local para identificar los factores responsables y reducir el impacto ambiental que ha generado la mortandad.

De qué se trata el virus de la Tilapia

El Virus de la Tilapia de Lago (TiLV) se ha consolidado como una amenaza emergente para la acuicultura y para las comunidades que dependen de la tilapia como principal fuente de sustento.

La Organización Mundial de Sanidad Animal destaca que este patógeno, de la familia Orthomyxoviridae, ha provocado brotes con niveles alarmantes de mortalidad. En situaciones de introducción a nuevos sistemas productivos, la mortalidad puede alcanzar hasta el 80%, causando pérdidas económicas severas a productores y pescadores.

La transmisión del TiLV ocurre fundamentalmente de manera horizontal por contacto directo entre animales, sin evidencia de propagación vertical. Este mecanismo facilita la rápida expansión del virus en granjas y ambientes naturales, lo que contribuye a su presencia documentada en países como Colombia, Ecuador, Israel, Egipto, Tailandia, India, Malasia y Filipinas. No obstante, la distribución geográfica actual podría estar subestimada por la limitada vigilancia epidemiológica.

Pez con virus de la tilapia y con afectaciones en su cavidad digestiva - crédito Darryl Jory/Global Seafood Alliance

El diagnóstico de TiLV se basa en herramientas moleculares como la RT-PCR, aunque requiere mayor validación para su uso rutinario, lo que complica una detección temprana y efectiva.

La sospecha clínica surge ante episodios de alta mortalidad y alteraciones oculares características en tilapias afectadas. El cultivo celular también es empleado como método presuntivo, observándose efectos citopáticos entre tres y diez días tras la inoculación.

Actualmente, la lucha contra TiLV se ve obstaculizada por la ausencia de métodos efectivos de control o tratamiento una vez que el virus se establece. La prevención se fundamenta en medidas estrictas de bioseguridad: limpieza y desinfección rigurosa de materiales, restricción del movimiento de ejemplares y vigilancia sanitaria constante. La cría de animales con resistencia genética o el desarrollo de vacunas aparecen como alternativas futuras, pero aun en fase experimental.

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