El joven Carlos Manuel Espinoza Clavijo permanece desaparecido en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, desde el 28 de octubre de 2025. El hombre, de 24 años, viajó por trabajo junto a un compañero llamado Santiago por la vía que conecta los municipios de Ocaña y El Tarra, pero ninguno de los dos llegó a su destino, lo que generó la preocupación en sus familiares.
Carlos Manuel es un organizador de eventos que vive en Medellín, está casado y tiene una hija de apenas tres años. Su esposa, Lucía Daza, aseguró al medio regional Mi Oriente que la última comunicación que tuvo con él fue en Ocaña, donde le informó que iniciarían el viaje hacia El Tarra durante la madrugada del 29 de octubre.
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Desde ese momento, ninguno de los familiares de Espinoza Clavijo ni de su compañero ha tenido información sobre su paradero, por lo que dieron aviso a las autoridades para intentar localizar a los dos hombres. Adicionalmente, hicieron un llamado a la ciudadanía para que entregue cualquier información que pueda contribuir a dar con su ubicación.
Entre las hipótesis que manejan las autoridades y los familiares, se destaca un presunto secuestro por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), uno de los grupos armados al margen de la ley con mayor presencia en esa zona del país, que además es cercana a la frontera con Venezuela.
La compañera sentimental de Espinoza Clavijo explicó al medio de comunicación citado que recibió información que sugiere que ese grupo ilegal habría retenido a los dos jóvenes. El motivo del presunto secuestro sería que Santiago habría prestado el servicio militar en esa región del país, por lo que el ELN lo estaría investigando.

La mujer explicó que una persona en El Tarra le informó que esa guerrilla tenía retenidos a su esposo y a Santiago y que los ilegales estaban haciendo una investigación relacionada con el servicio militar del compañero de trabajo del padre de su hija.
“(La persona) le habían informado de que a ellos los tenían retenidos, el ELN. Que porque supuestamente Santiago había prestado servicio, y entonces que lo están investigando él algo, no sé, el compañero de mi pareja. Y desde esa información no hemos vuelto a saber más nada, más nada de ellos”, aseguró Daza al medio mencionado.
La hipótesis de una posible retención por parte del grupo ilegal alimentó aún más la incertidumbre y desesperación de los familiares sobre la repentina desaparición de los dos jóvenes en una zona estratégica para las actividades al margen de la ley de los grupos que operan en esa región.

Por su parte, la familia de Carlos Manuel enfatizó que él es una persona dedicada, trabajadora y completamente ajena al conflicto armado. Por ello, reiteraron su llamado a que la investigación se adelante con celeridad y el joven y su compañero de trabajo regresen a sus respectivos hogares.
Este caso pone en evidencia la delicada situación de seguridad en ciertas zonas del nororiente colombiano, donde la presencia de grupos armados ilegales como el ELN o las disidencias de las Farc sigue poniendo en riesgo la vida de civiles, aun de aquellos, como Espinoza Clavijo, que solo se encuentran en la región por razones laborales o personales.
El secuestro es una práctica que el ELN viene aplicando con mayor contundencia en la región del Catatumbo, presuntamente, esta tendría como fin ejercer presión en las autoridades y población civil con fines extorsivos para financiar su actividad delictiva en esa zona del territorio nacional.

De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, en abril de 2025 esta guerrilla tenía retenidas al menos a 50 personas que, presuntamente, serían “colaboradoras o miembros de las disidencias del frente 33″.