El día después de sufrir la eliminación en la Copa Libertadores y sorprender al decir “defraudé a mi gente”, Gustavo Costas, el técnico de Racing, recibió el llamado de Diego Milito, el presidente del club. ¿El motivo? Tener una reunión tras el final del máximo sueño internacional del club. En consonancia con la reacción del plantel y de todo el mundo académico, que tanto en privado como en público manifestó su absoluto apoyo y valoración al trabajo del entrenador, el máximo dirigente, acompañado por el director deportivo, Sebastián Saja, le comunicó una decisión a Costas.
“Le ofrecimos a Gustavo poder continuar un año más con nosotros. Porque estamos realmente muy contentos, muy conformes, y creemos que éste es el camino. Así que esperamos, una vez finalizado el campeonato, que él lo decida y podamos rubricar un año más de contrato”, reveló Milito -en TNT Sports-, minutos antes del duelo entre Racing y Central Córdoba, en Santiago del Estero, en lo que significó la primera expresión pública respecto al proyecto deportivo albiceleste de cara a la próxima temporada.
En función de esa propuesta, el mandamás remarcó que Costas aún no dio una respuesta, algo que consideró lógico por la importancia que tiene lo que viene para la Academia: “Gustavo está sumergido en el campeonato, en las cosas importantes que nos jugamos. Queremos llegar a la final y, lógicamente, está el objetivo de (clasificar a) las copas del año que viene. Él está pensando en eso, pero yo quería que él tenga la tranquilidad de parte de la institución de que estamos muy conformes, muy contentos, y que éste es el camino a seguir”.
Previo a salir al campo de juego del estadio Madre de Ciudades, Racing contabilizaba 18 puntos en el grupo A y 46 unidades en la tabla acumulada de 2025, por lo que se encontraba fuera de la zona de playoffs y, también, a 6 puntos de la zona de repechaje de Copa Libertadores (ocupado por River, con 52). Por eso, pese al duro golpe que había significado marcharse de la Libertadores en semifinales, para la Academia resultaba imperioso dar vuelta la página y luchar contra Central Córdoba, que en caso de triunfar quedaría puntero del grupo.
A las ya sabidas bajas de Santiago Sosa y Franco Pardo, por una fractura de malar y un desgarro con desprendimiento, respectivamente, se sumaron a la lista de ausentes otros jugadores habitualmente titulares: el goleador Adrián Maravilla Martínez, el irremplazable lateral Gabriel Rojas (jugó desgarrado la serie ante Flamengo), Marcos Rojo y Tomás Conechny. Además, Matías Zaracho tampoco estuvo entre los citados debido a que volvió a desgarrarse minutos después de ingresar en la revancha de la Libertadores. Agustín Almendra, en tanto, viajó a Santiago del Estero pero no fue parte del once inicial y apenas sumaría algunos minutos en el final del partido.
A Racing le costó asumir el rol protagónico del encuentro, que en el primer tiempo tuvo al Ferroviario como el encargado de manejar la pelota e intentar poner en riesgo el arco de Facundo Cambeses, quien respondió con seguridad cada vez que fue exigido y ratificó su gran presente: consiguió su sexta valla invicta consecutiva en el Clausura y, si se suman los partidos que también disputó por Libertadores (cuatro) y Copa Argentina (uno), apenas recibió dos conquistas (de River y Flamengo) en 11 encuentros.
En los 45 minutos iniciales, estuvo más cerca el local, que tuvo la más clara en una acción que inició y terminó Gastón Verón, cuyo remate –tras un centro de Lucas Besozzi- concluyó con la pelota apenas al lado del palo de Cambeses. En el complemento, el arquero de la Academia se luciría a puro reflejo para evitar que un remate de José Florentín finalizara en gol.
Racing se caracterizó por la falta de ideas para construir jugadas que pusieran en riesgo a Central Córdoba. Sin embargo, pese a esa ausencia de inventiva, tuvo una ráfaga en el comienzo del complemento, cuando Alan Aguerre emergió para sostener el cero en su valla: Facundo Mura, quien jugó como lateral por la izquierda, encaró, dejó a dos rivales en el camino y sacó un remate que hizo lucir al ex Vélez y Newell’s, quien antes de los 10 minutos de esa segunda mitad también puso el cuerpo para neutralizar un remate de Santiago Solari.
Lo mejor del partido
Luciano Vietto, quien fue titular, casi no pudo conectarse con sus compañeros. Adrián Balboa, otra vez, mostró despliegue físico pero un aporte prácticamente nulo con la pelota. Duván Vergara nuevamente se tornó intrascendente. Y Solari, el que más intentó y exhibe un resto físico mayor respecto al resto, también alternó buenas y malas. Juan Ignacio Nardoni sigue con una marcha menos que en su plenitud y el equipo lo siente. Así, sumadas todas las ausencias, para Racing la victoria se presentaba casi imposible.
Central Córdoba, en tanto, intentó renovarse con variantes pero no tuvo cómo inquietar. El empate sin goles asomó como el más lógico resultado a un trámite deslucido. Racing, a dos fechas del final (recibirá a Defensa y visitará a Newell’s), no tiene garantizado su lugar en playoffs y, así, ve en serio riesgo la oportunidad de afrontar la Libertadores 2026.