Superluna del castor 2025: a qué hora ver en España la luna llena de noviembre

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La luna llena del castor podrá verse mañana 5 de noviembre. / Wikimedia Commons

Tumbarse bajo un cielo estrellado es un acto romántico en el imaginario colectivo intergeneracional. Ya sea en planetarios, como Jim y Judy en Rebeldes sin causa (Nicholas Ray, 1955) o Ross y Rachel en Friends (1994-2004), hasta al aire libre, como Landon y Jamie en Un paseo para recordar (Adam Shankman, 2002). Si el aliciente es observar un fenómeno astrológico, todavía se torna en un encuentro más suculento. Un momento perfecto para este tipo de citas será la próxima noche del 5 de noviembre, cuando la órbita de la luna llena del castor alcance el punto más cercano a la Tierra. Concretamente, a poco más de 356.000 kilómetros de distancia, según EuroNews, y especialmente visible a partir de las 22 horas y durante toda la noche.

La luna llena más grande y luminosa del año podrá ser contemplada en la España peninsular, Canarias, Estados Unidos y otras regiones del mundo. De hecho, su proximidad con el planeta Tierra hará que su tamaño aparente aumente hasta un 14% respecto a una luna llena convencional y su brillo supere en un 30% el habitual, según estimaciones recogidas por El Confidencial. Aunque la diferencia puede pasar inadvertida para muchos observadores, la magnitud de este evento lo convierte en uno de los más destacados del calendario astronómico de 2025.

Aunque la diferencia de tamaño respecto a una luna llena común puede resultar difícil de percibir a simple vista, la ilusión lunar hace que el satélite parezca especialmente grande cuando se encuentra cerca del horizonte, debido a la comparación visual con elementos del paisaje como árboles o montañas, explicó la astrónoma Carolin Liefke a la Agencia Alemana de Prensa (DPA). Las mejores condiciones para la observación se dan en lugares oscuros y alejados de la iluminación urbana, como el campo, la montaña o la costa.

La luna llena del castor será la segunda superluna del año, tras la luna del cazador de octubre, y la penúltima antes de la llegada de la luna fría del 4 de diciembre. Después de esta última, no se repetirá una coincidencia similar hasta noviembre de 2026. Los aficionados a la astronomía recomiendan aprovechar la oportunidad para observar y fotografiar el fenómeno, especialmente al anochecer o al amanecer, cuando la luz residual del horizonte y la presencia de elementos naturales o arquitectónicos realzan el tamaño aparente de la Luna. El uso de prismáticos o telescopios de medio alcance permite distinguir detalles como los cráteres y los mares de la superficie lunar.

Noviembre de 2025 será especialmente atractivo para los observadores del cielo, ya que, además de la Superluna del Castor, se producirán varias lluvias de meteoros. Las Táuridas australes serán visibles alrededor del 4 y 5 de noviembre, coincidiendo con la noche de la superluna, mientras que las Táuridas del Norte aparecerán los días 11 y 12, y las Leónidas alcanzarán su punto máximo en torno al 17 de noviembre, con hasta quince estrellas fugaces por hora. Estas lluvias de meteoros, junto con la superluna, convertirán el mes en un periodo excepcional para los amantes (de la astronomía) que deseen tumbarse a contemplar el cielo.

El porqué del nombre ‘luna llena del castor’

La luna llena del castor será especial por su espectacularidad en lugares alejados de la contaminación lumínica, como los destinos Starlight de La Palma, Menorca, Sierra Morena, el Parque Regional de Gredos y la Sierra del Montsec. Pero, ¿por qué el nombre de luna llena del castor? Esta denominación tiene diversos orígenes posibles. El primero de ellos viaja hasta las tradiciones de los pueblos indígenas norteamericanos, quienes asociaban la luna llena de noviembre con la época en la que los castores reforzaban sus presas y madrigueras antes del invierno. Otra de las posibilidades de este bautizo coincide con la temporada de caza de estos animales para aprovechar la calidad de sus pieles.

No obstante, en otras culturas, la luna llena de noviembre recibe denominaciones distintas: en Europa en general, se la conoce como luna de escarcha o luna de hielo; en China, como luna blanca; entre los celtas, luna oscura; y en el hemisferio sur, donde coincide con la primavera, se la llama luna de maíz o luna de flores. En Alemania, el término habitual es luna de niebla, en referencia a la densa neblina matinal típica del otoño. Además, existen otras variantes como luna de viento, luna de nieve o luna de luto, esta última vinculada a las celebraciones de recuerdo a los difuntos en noviembre.

Una luna llena con nombre propio para cada mes del año

Igual que la cantidad de principios que decía tener Groucho Marx era abundante, parece que también existen tantos nombres propios para las lunas llenas mensuales, como meses del año hay. Con el tiempo, distintas culturas han bautizado a las lunas llenas a lo largo del calendario lunar. Hay multitud de nombres que las designan, pero los más populares son los heredados de los nativos estadounidenses.

En el mes de enero, es el lobo el animal que se une al astro de la noche por los aullidos que estos desatan al estar hambrientos por la escasez de alimentos en pleno invierno, según recogen los Museos Reales de Greenwich. Con una categoría animal, también está el mes de marzo (luna de gusano), julio (luna del ciervo) y noviembre (luna del castor). El gusano por los rastros de estos pequeños bichos que aparecían tras el deshielo, aunque también se conocía a esta luna como de la muerte, de la corteza o de la savia; mientras que el ciervo por ser el mes de julio cuando estos regeneran sus astas tras mudarlas.

Otras nomenclaturas recuerdan al clima propio de cada estación. Este es el caso de febrero, cuando la luna es luna de nieve, por ser el mes más fío y nevado en América del Norte; o diciembre, con la luna fría, por ser este momento en el que llega el invierno. Referencias varias son las que reciben el resto de lunas: la luna rosa, en abril, por una flor silvestre; la luna de las flores, en mayo, por las abundantes especies que aparecen esta temporada; la luna de las fresas, en junio, por su cosecha; agosto con la luna del esturión, por su abundante cantidad en el mar; luna llena del cazador, en octubre; o la luna llena del maíz, en septiembre, cuando se cosecha este cultivo.

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