El dolor de espalda es una de las molestias más comunes, en especial en aquellas personas que pasan muchas horas sentadas o que tienen una mala postura. Aunque nunca deben descartarse las condiciones preexistentes de cada individuo, la mayoría de los médicos traumatólogos coinciden en que una rutina breve de ejercicios diarios puede aliviar el dolor y prevenir futuras contracturas.
En las consultas médicas muchos individuos manifiestan no tener tiempo para realizar actividad física o asistir al gimnasio, pero lo que remarcan los expertos es que solo se necesitan 15 minutos al día y algo de espacio en el hogar para realizar movimientos simples y efectivos que fortalecen la zona lumbar y dorsal. Según el portal especializado en medicina Mayo Clinic, existen en particular cinco que son los más recomendados para mantenerse en forma sin demasiados conocimientos. Entre ellos se encuentran:
1. Estiramiento de rodilla al pecho
Acostate boca arriba con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo. Con ambas manos, tirá suavemente de una rodilla hacia el pecho, manteniendo la otra pierna apoyada. Contraé el abdomen y presioná la espalda contra el suelo. Sostené la posición durante cinco segundos y cambiá de pierna. Luego, hacé el mismo movimiento con ambas rodillas al mismo tiempo.

2. Estiramiento giratorio de la región lumbar
Acostate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Mantené los hombros pegados al piso y girá lentamente las rodillas hacia un lado, sin forzar el movimiento. Sostené de 5 a 10 segundos y volvé al centro. Repetí del otro lado.

3. Ejercicios de flexibilidad lumbar
Acostate boca arriba con las rodillas flexionadas. Contraé el abdomen para levantar ligeramente la parte baja de la espalda, alejándola del suelo. Mantené la posición durante cinco segundos y relajá. Luego empujá el ombligo hacia el piso mientras tengas apoyada completamente la espalda.

4. Ejercicio de puente
Boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados, relajá la cabeza y los hombros. Activá los glúteos y el abdomen, y elevá lentamente las caderas hasta formar una línea recta desde las rodillas hasta los hombros. Sostené tres respiraciones profundas antes de bajar.

5. Estiramiento del gato
Colocate en cuatro apoyos (manos y rodillas). Arqueá la espalda y llevá el abdomen hacia arriba y la cabeza hacia abajo, como si quisieras mirar tu ombligo. Luego, bajá lentamente la espalda y levantá la cabeza. Este movimiento, inspirado en el yoga, relaja la columna y mejora la movilidad. Las repeticiones recomendadas son entre tres a cinco veces, dos veces al día.

Antes de comenzar cualquier rutina de entrenamiento, es importante escuchar al cuerpo y no forzar los movimientos. Aunque estos ejercicios son seguros y suaves, pueden generar molestias si se realizan con exceso de tensión. Además, algunos productos o posiciones podrían causar reacciones en personas con lesiones previas o sensibilidad muscular. Por eso, se recomienda realizar una prueba de tolerancia previa o consultar a un especialista en caso de dolor persistente. De esta forma se podrá generar una rutina apta para cada dolencia en particular.
