La aparición de un lagarto overo en el barrio Gobernador Candioti de la ciudad de Santa Fe sorprendió a los vecinos de la zona. Según se conoció, el animal merodeó las calles Dorrego y Balcarce por debajo de los autos y eso provocó que quienes lo vieron se comuniquen con las autoridades para tomar cartas en el asunto.
Durante dos horas y media, el reptil se paseó por la vía pública y generó un estado de alerta entre los vecinos, que desconocían cuál podría ser el accionar de este animal. Tras un llamado a la Dirección de Zoonosis, personal especializado arribó al lugar y detectaron la presencia del lagarto debajo de un vehículo estacionado.
Al estar en un lugar incómodo para rescatarlo, los especialistas acudieron a un palo con un elástico en la punta para poder sujetar la cabeza del animal y así reducirlo. En un procedimiento que demoró varios minutos, un hombre lo acorraló, limitó sus movimientos y lo colocó en una jaula especial para trasladarlo con cuidados especiales.

Ante el temor de los vecinos por la aparición de estos animales, los expertos explicaron que los lagartos salen a la ciudad en búsqueda de alimentos como pequeños vertebrados, roedores, insectos y hasta restos de basura. Otro punto a tener en cuenta es que su hábitat natural fue modificado por la expansión urbana y la deforestación, lo que los lleva a buscar nuevos lugares de esparcimiento.
La llegada de las altas temperaturas también son un factor preponderante para la aparición de los reptiles, quienes, de a poco, comienzan a “urbanizarse” y a convivir con el resto de la población. Sin embargo, ante el desconocimiento de cómo es su comportamiento con los humanos, las personas sienten rechazo hacia ellos y acuden a especialistas para que sean derivados a su hábitat natural.

“Las sequías, las inundaciones, o temperaturas extremas, pueden forzar el movimiento de estos animales hacia áreas más seguras, con agua o alimento disponible”, indicó Vanesa Arzamendia, en declaraciones al medio Aire de Santa Fe. Su labor como doctora en Ciencias Biológicas y licenciada en Biodiversidad es vital para comprender los comportamientos de este tipo de vertebrados.
Por último, se indicó que está terminantemente prohibido darles alimentos como carne o huevos a estos animales, ya que comienzan a acostumbrarse y generan una dependencia peligrosa con el humano. “Los lagartos overos viven entre nosotros, son inofensivos y cumplen un rol en los ecosistemas urbanos. No les tengamos miedo, respetemos su espacio y no los alimentemos”, cerró la especialista.
