Seguir una alimentación equilibrada y practicar deporte se consideran aspectos fundamentales para tener un estilo de vida saludable. Pero lo cierto es que, con frecuencia, suele pasar desapercibida otra de las claves: mantener una buena hidratación. Y es que este es, de hecho, uno de los consejos que da la doctora Raquel Nogués, quien forma parte de la Unidad de Nutrición de Centro Médico Teknon. “No esperes a tener sed para beber. Eso indica que estamos mal hidratados”, explica.
La experta recomienda ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua diariamente, sin esperar a que aparezca la sensación de sed. El organismo elimina al menos 800 mililitros de orina cada 24 horas. Así, la sed, lejos de ser una señal trivial, cumple una función esencial como mecanismo de protección corporal. Esta sensación se activa cuando el cerebro detecta una pérdida significativa de líquidos, ya sea por actividad física, consumo de alimentos salados o evaporación a través de la piel.
Según Clara García, bióloga y doctora en Neurociencia, el cerebro responde a la falta de hidratación mediante la activación de la lámina terminal, una estructura encargada de regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
Cómo detecta el cuerpo que tenemos sed

Dentro de la lámina terminal residen neuronas especializadas capaces de detectar variaciones en la concentración y el volumen de sales en el organismo. Otros órganos también participan en este proceso, identificando posibles anomalías en los niveles de líquidos y enviando señales a la lámina terminal para activar la sensación de sed.
Esta región del cerebro reconoce los ritmos circadianos y puede incentivar el consumo de agua en momentos específicos del día, como antes de dormir, previendo un periodo prolongado sin ingesta de líquidos.
Las investigaciones han buscado durante años identificar los mecanismos cerebrales detrás de la sensación de sed, en particular las proteínas responsables de detectar cambios en la concentración de sodio y otros solutos en la sangre. Un estudio reciente, desarrollado por científicos de la Universidad Médica Capital y el Laboratorio de la Bahía de Shenzhen en China, ha identificado a la proteína TMEM63B como un sensor molecular de la sed. Esta proteína tiene un papel clave en la regulación de la necesidad de ingerir líquidos en los mamíferos.
Cuál es la mejor forma de que orinen los hombres: ¿de pie o sentado?

La fisioterapeuta Cristina Benjumea, especialista en uroginecología y obstetricia, sostiene que los hombres deberían orinar sentados por motivos de salud y prevención. Así lo expuso en una entrevista para el pódcast Hábito Zero.
Benjumea explica que, al orinar de pie, la musculatura postural y profunda del periné permanece activa para mantener la postura, lo que contribuye a cerrar parcialmente los canales uretrales e interfiere con el vaciado vesical. Según señala, la micción debería producirse únicamente por la contracción de la vejiga, sin que la musculatura intervenga activamente.
Además, advierte que orinar de pie puede ejercer mayor presión sobre la próstata y el perineo, incrementando el riesgo de molestias o problemas en esta zona. Por estas razones, aconseja a los hombres adoptar la postura sentada al orinar, ya que favorece la higiene y protege la salud prostática.
