Raúl Ocampo habló de su experiencia con la pérdida de su pareja, Alejandra Villafañe, a causa de un cáncer, puesto que su vida se transformó en un testimonio de amor, duelo y reconstrucción personal. Incluso, en medio de su emotivo relato hizo llorar a Juan Pablo Raba, que lo entrevistó para el pódcast Los hombres sí lloran.
Allí, Ocampo compartió cómo el acompañamiento a su pareja durante los cinco meses de enfermedad se convirtió en un antes y un después en su vida, debido a que este proceso lo llevó a replantear su identidad, sus vínculos y su manera de enfrentar el dolor.
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El joven actor destacó el impacto que le causó el presenciar la entereza con la que ella enfrentó la adversidad: “Ver cómo ella empieza a afrontar todo esto es lo que a mí hoy puedo decir qué milagro, qué sorpresa, qué regalo tan grande de la vida”, afirmó.
La relación, que él define como una de las grandes historias de amor de su vida, se vio atravesada por la fragilidad y la intensidad de los momentos compartidos en medio de la enfermedad.

La frase que marcó su relación
El proceso del difícil padecimiento que atravesó la joven fue vivido con mucha intensidad, pues se raparon juntos, debido a los efectos que enfrentó por la quimioterapia. Del mismo modo, el actor y participante de MasterChef Celebrity Colombia resaltó una frase que los acompañó a lo largo de su relación: “Quiero que sepas que si me muero, te amo”, que adquirió un significado especial durante esos días.
Además, se refirió a su deseo de formalizar su compromiso con la también actriz, que se materializó en la preparación de un anillo de esmeralda, símbolo de salud y amor, con la inscripción “Quiero que sepas que”, demostrando la importancia de esa frase en su relación.
Sin embargo, la fragilidad de la salud de Villafañe impidió que la ceremonia de compromiso se realizara. Ocampo relató cómo, ante la imposibilidad de llevar a cabo el plan, optó por priorizar el bienestar de ella, guardando el anillo como un recordatorio de la promesa y el amor compartido.
Muerte de Alejandra Villafañe
La muerte de Villafañe ocurrió mientras Ocampo se preparaba para acompañarla a la clínica a uno de sus chequeos de rutina, lo que lo marcó bastante. Tras el fallecimiento, permaneció junto a ella, recostado, orando y agradeciendo el tiempo compartido: “Gracias por permitirme amarla tanto y entender cuánto me amo yo a través de amar a alguien”, expresó.

La reconstrucción personal tras la pérdida llevó a Raúl Ocampo a buscar refugio en su familia y a emprender un viaje por Europa, donde comenzó a redescubrirse y a redefinir su identidad.
El anillo de compromiso, que no llegó a utilizarse, fue transformado en un dije con forma de ojo, con la esmeralda como pupila, símbolo de la visión y el legado que su pareja le dejó: “Ahora va cerca al corazón, porque es la visión que ella me regaló”, explicó.
Cabe mencionar que Raúl plasmó su experiencia en un libro, pese a las advertencias de su psicólogo sobre los riesgos de revivir el trauma. El proceso de duelo incluyó la reflexión sobre la posibilidad de volver a enamorarse y la superación de sentimientos de culpa o victimismo.
“Por ella, claro que me voy a enamorar. Porque la amé a ella y supe lo que el amor puede hacer en una pareja, en un individuo, claro que me voy a enamorar y le voy a huir siempre a ese estado de victimismo y de culpa”, afirmó Ocampo en el pódcast.

En el proceso de reconstrucción, Ocampo enfrentó desafíos en su vida íntima y emocional, recurriendo a la terapia y al diálogo abierto con nuevas parejas para superar bloqueos y temores. La comunicación y la aceptación de la vulnerabilidad se convirtieron en herramientas fundamentales para avanzar: “El miedo no detiene la muerte, el miedo detiene la vida. Y luego, cuando uno está lleno de amor, pues eso es lo que experimenta, vida”.
