Lo que el descubrimiento de una escultura de 12.000 años de antigüedad revela sobre el ego de nuestros ancestros

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Un notable descubrimiento arqueológico está arrojando luz sobre la forma en que nuestros ancestros se veían a sí mismos. Un pilar en forma de T con un rostro humano tallado fue desenterrado en Karahantepe, un antiguo yacimiento en Sanliurfa, en el sureste de Turquía.

Karahantepe es uno de los asentamientos más antiguos conocidos en que los humanos comenzaron a adoptar un estilo de vida sedentario hace unos 12.000 años. La representación del rostro humano, creada durante el Neolítico —una época anterior a la escritura, cuando la ganadería apenas estaba surgiendo— ofrece pistas vitales sobre el pensamiento simbólico y los conceptos abstractos en las primeras sociedades humanas.

“Complejidad artística”

El profesor Necmi Karul, responsable de la excavación y presente en el yacimiento el día del descubrimiento, dijo: “Hasta ahora, creíamos que las piedras que desenterrábamos representaban humanos, pero esta fue la primera vez que encontramos una representación facial real. Fue un momento increíblemente emocionante”.

También participa la arqueobotánica Ceren Kabukcu, de la Universidad de Liverpool, en el Reino Unido, que afirmó que el hallazgo es “un ejemplo evolucionado y altamente calificado de complejidad artística”. “Cuantos más ejemplos descubrimos, más nos damos cuenta de que este mundo era mucho más complejo, más allá de lo que podemos imaginar”.

Los investigadores encontraron en 2017 una representación de un rostro humano de 12.000 años de antigüedad en el yacimiento de Nahal Ein Gev, en la laderas suroccidentales de los Altos del Golán

La talla muestra rasgos faciales afilados, una nariz pequeña y cuencas oculares profundas. El profesor Karul advierte contra la suposición de que representa una deidad. “Puede que no represente a un dios o a un ser sobrenatural”, dice. “Es más probable que simbolice una idea o concepto a través de la forma humana”. Y esto se alinea con interpretaciones previas de la transformación cultural.

“Los tallados tempranos presentaban en su mayoría animales”, dice el profesor Karul. “Unos siglos después del cambio a la vida sedentaria, aparecen las estatuas humanas; primero combinadas con animales, luego como figuras independientes. Esto sugiere que los humanos estaban empezando a situarse en el centro del universo”.

Kabukçu destaca la dimensión emocional. “No solo tallaron una cara, sino que añadieron expresión”, dice. “Esa adición de significado apunta a una visión del mundo más compleja”.

“Conozco esa cara”

Las excavaciones en Karahantepe comenzaron en 2019, pero Turquía atrajo por primera vez la atención mundial sobre su herencia prehistórica con los descubrimientos en Gobeklitepe, un sitio del que se cree fue un santuario de importancia ritual. Ambos yacimientos fueron ocupados desde aproximadamente el 9600 a. C. hasta el 8000 a. C. Artefactos similares al rostro de Karahantepe fueron descubiertos en la región del Levante, que incluye el actual Líbano, Israel y los Territorios Ocupados.

En 2017, investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén desenterraron una representación humana de 12.000 años de antigüedad en el sitio arqueológico de Nahal Ein Gev II, en las laderas sudoccidentales de los Altos del Golán. La profesora Natalie Munro, de la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, que trabajó en ese proyecto, dice que el hallazgo de Karahantepe llamó inmediatamente su atención.

Las excavaciones en Karahantepe revelaron muchos otros pilares en forma de T. Se cree que sobre ellos se asentaban techos y edificios comunales, casas y monumentos

“Cuando vimos la foto, dijimos ‘conocemos esa cara’”, dice ella. “Su forma era muy familiar. Su estilo minimalista es sorprendente: unas pocas líneas que forman un rostro, una ceja y una nariz distintivas, con profundidad lograda mediante el tallado. Se parece mucho al rostro humano de piedra caliza que encontramos en Israel. Sentí la misma emoción que experimentamos cuando hicimos nuestro propio descubrimiento hace 10 años. Ver una cara tan similar en dos lugares tan distantes es realmente fascinante”.

“Historia compartida”

El Neolítico temprano experimentó un rápido cambio cultural en todo Oriente Medio. Pero aunque las comunidades de Anatolia, como las de Karahantepe y Gobeklitepe, y el Levante eran conscientes unas de otras, cada región desarrolló su propia identidad cultural característica, dice el profesor Karul.

“Sanliurfa es uno de los reflejos más monumentales de esta era”, afirma. Y sus sitios contienen los símbolos más parecidos a humanos de la época. La profesora Munro está de acuerdo. “Nuestra investigación anterior indicaba que este tipo de arte se movía hacia el norte, desde el Levante hacia Anatolia”, dice. “El reciente hallazgo en Karahantepe muestra que esa cadena continuó”.

El yacimiento de Karahantepe se extiende por 140.000 metros cuadrados en un paraje dominado por las rocas calizas en un parque nacional turco

Además del rostro esculpido, las excavaciones en Karahantepe, un yacimiento de 140.000 metros cuadrados situado en la cima de una cresta de piedra caliza dentro de un parque nacional, revelaron muchos otros pilares en forma de T —que se cree que sostenían los techos de edificios comunales—, hogares y monumentos.

Los expertos coinciden en que es mucho más que un tesoro turco. “Esto no se trata solo de Anatolia”, dice el profesor Karul. “Es un proyecto para la historia compartida de toda la humanidad”.

*Por Burak Abatay

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