
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado una pena de hasta siete años y tres meses de prisión para tres hombres que desembarcaron más de 45 kilos de pastillas de éxtasis o MDMA en el puerto pesquero de Roquetas de Mar (Almería).
Los hechos se remontan a octubre de 2023 después de que quedaran a la deriva y fueran recogidos por un cuarto acusado, que fue absuelto, ya que solo había salido a pescar y los auxilió sin saber qué cargaban en sus mochilas.
El alto tribunal andaluz ha desestimado el recurso de apelación elevado por uno de los tres acusados, condenado a la pena más alta frente a los siete años de cárcel que se impuso a los demás, al considerar que existe carga de prueba suficiente para demostrar que participaba en el transporte del estupefaciente.
La sentencia señala que el propio acusado, que rechazó un acuerdo previo con la Fiscalía a diferencia del resto de condenados, «vino a admitir que él era una especie de ‘mula’, que le encomendaban transportar una carga a un sitio determinado y así lo hacía sin preguntar».
Del mismo modo, consideran ajustada la imposición de la pena de siete años y tres meses de cárcel debido a la cantidad de droga incautada, de notoria importancia, y al uso de una embarcación para el transporte e introducción de la misma en la provincia almeriense.
En su sentencia de origen, la Audiencia señalaba que los tres condenados había quedado a la deriva en el mar el 12 de octubre de 2023. Fue el cuarto de los procesados –que fue absuelto– el que los encontró después de haber salido a pescar con su embarcación «como habitualmente hacía» desde el Puerto de Roquetas de Mar, donde tiene su amarre.
De este modo, los recogió y los condujo consigo hasta el puerto roquetero «sin saber» que cada uno de ellos portaba en sus mochilas distintas cantidades de pastillas.
A su llegada al puerto sobre las 17,00 horas fueron interceptados por la Guardia Civil, quienes se incautaron de 25 paquetes de estupefacientes destinados la tráfico ilícito. En este sentido, la resolución judicial apunta que los tres condenados actuaban «de común acuerdo», toda vez que cada uno de ellos portaba una bolsa.
Las pastillas estaban envasadas en bolsas según formas y colores además contaban con inscripciones con la nomenclatura propia del mercado ilícito de venta y consumo de drogas sintéticas tales como Popeye, Tik Tok, Ámsterdam, Audi, Heineken, Redbull o Maserati.
Además de la droga, que habría alcanzado en el mercado ilícito un valor superior a los dos millones de euros, también se intervinieron a los procesados diferentes teléfonos móviles y tarjetas SIM, empleadas para sus comunicaciones.
A los condenados, además de la pena privativa de libertad, el tribunal les impone el pago de sendas multas de ocho y seis millones de euros.