Una mujer de 61 años recibió un disparo mientras paseaba en lancha por el arroyo Correntino en el partido bonaerense de Escobar y ahora se encuentra internada en terapia intensiva.
La víctima se llama Ana y fue herida sin que mediara discusión ni advertencia alguna. El ataque ocurrió este domingo cuando se encontraba acompañada por familiares y amigos, a pocos metros de una zona conocida como Kayak Escobar.
Según fuentes policiales, el balazo salió de la orilla este del arroyo cuando el grupo navegaba desde el Río Paraná hacia el Río Luján.
Tras ello, uno de los tripulantes dio aviso de inmediato a la seguridad del barrio y llamaron a una ambulancia. Ana fue atendida primero en el Hospital Erill de Escobar y más tarde trasladada a una clínica de la Ciudad de Buenos Aires, donde permanece internada en terapia intensiva.

El disparo correspondió a un arma calibre .22 y la bala ingresó por el omóplato, perforó un pulmón y terminó alojada cerca del corazón. El equipo médico decidió no extraerla para evitar riesgos adicionales, y hasta este jueves la evolución de la paciente es favorable.
El caso fue caratulado como tentativa de homicidio y está en manos del fiscal Claudio Aundjian, de la Unidad Funcional de Instrucción N°5 Descentralizada de Escobar, del Departamento Judicial Zárate-Campana.
Según contaron fuentes del caso a Infobae, quienes paseaban junto a Ana dijeron que, previo al tiro, “habían visto a una persona que, desde la orilla, los miró de una manera rara, desafiante, como si pareciera molesta”, aunque no lo observaron en ningún momento empuñando un arma o disparando hacia su embarcación.
“Dijeron que podría ser una bala perdida, porque nadie escuchó la detonación. Se dieron cuenta de lo que había pasado porque la víctima empezó a quejarse de un dolor, la revisaron y vieron que tenía la herida”, contó un investigador a este medio.

Y agregó: “Se hizo un relevamiento en el lugar, y se dialogó con personal de Policía Científica para realizar una pericia que determine desde dónde provino la bala”.
Con el correr de la investigación, los detectives identificaron a un sospechoso de 39 años que esa tarde fue visto en una de las varias casas abandonadas que hay en la zona. Así, el martes fueron a buscarlo.
Pero el resultado del allanamiento fue negativo: no se hallaron armas ni municiones y, por el momento, no se adoptó ninguna medida contra el vecino, ya que no hay indicios que lo ubiquen como el autor del disparo.
El relato del esposo de Ana
Ana estaba acompañada de su esposo, Martín, cuando fue baleada. En diálogo con C5N, el hombre contó que tras sentir el impacto, su mujer llegó a decir: “Algo me golpeó y no puedo respirar”. Fue una de las amigas quien notó el orificio de bala en la espalda de la víctima y empezó el traslado de urgencia. “De ahí fue todo desesperación, locura, un viaje al infierno”, recordó el marido.
Martín relató que el ataque fue completamente sorpresivo: “Sin mediar palabra, nos tiraron y le pegaron a Ana. A partir de que mostramos lo que pasó, otra gente de la zona empezó a contar que los habían amenazado de muerte y les habían mostrado armas”, dijo.
Y completó: “Es probable que haya gente que le molesten las embarcaciones porque estaban acostumbrados a que antes no pasaban. Pero nada justifica lo que pasó, es una locura”.
Sobre el estado de salud de Ana, contó: “Está viva de milagro. Dentro de toda la locura, nos da un poco de tranquilidad saber que se está poniendo bien. La idea de los médicos es pasarla a una sala de piso hoy o mañana”.
De un comunicado difundido por vecinos después del hecho se desprende que otras personas del lugar sufrieron amenazas y situaciones intimidatorias en ese mismo sector del arroyo.
Es por ello que en el texto se reclaman mayores controles y presencia policial para prevenir nuevos episodios. “El autor de los disparos continúa libre en una zona donde diariamente navegan familias, deportistas y vecinos, lo que genera una profunda preocupación por la seguridad en el área”, expresaron los vecinos.
