Mentir es parte del comportamiento humano, es una de las bases de la sociedad aunque mucha gente no quiera aceptarlo. Es una conducta que se practica desde siempre, sin embargo, la mayoría de las personas no son especialmente buenas descubriendo cuándo alguien lo hace. Esto puede cambiar, ya que hay una técnica utilizada por la CIA que revela inmediatamente al mentiroso de manera sencilla.
Entre los rasgos comunes de quienes mienten con frecuencia, se destacan su carácter extrovertido, estabilidad emocional, inteligencia, buena memoria y falta de empatía. Sin embargo, el “mentiroso perfecto” es aquel que jamás es descubierto, por lo que resulta imposible estudiarlo con precisión. Lo que sí puede hacerse es intentar desenmascararlo con preguntas bien planteadas.

José Astorga, especialista en comportamiento y comunicación no verbal, asegura que existe una fórmula muy efectiva para dejar sin salida al mentiroso. “La CIA la llama la ‘pregunta escoba’, porque limpia todo lo que ocultan”, explicó el experto en su cuenta de TikTok, donde suma miles de seguidores interesados en esta temática tan desconocida.
Según Astorga, la clave está en formularla al final de la conversación. “Guarda esta pregunta hasta el final”, recomienda. La frase simple, pero poderosa, es: “¿Qué es lo que no me has contado y creés que tenés que contarme?”. De acuerdo con el experto, ese planteo directo suele desarmar incluso a los más hábiles.
Esto se debe a que la mentira requiere una elaboración mental que es bastante ardua y depende de que la persona conecte distintos puntos de su relato. Al cuestionar ciertas partes de esa historia que aún quedan implícitas, el mentiroso empieza a perder claridad dentro de su confabulación.
Detectar la falsedad no es sencillo. Aunque mentimos con frecuencia, pocos logran reconocer las señales del engaño. Los mentirosos suelen ser personas seguras, pero impulsivas, y ante preguntas tan frontales pueden evidenciarse en sus gestos o microexpresiones.

En un reportaje con el medio español La Vanguardia, Juan Manuel García “Pincho”, también experto en lenguaje no verbal y negociador entrenado por el FBI, señaló que los mentirosos muestran un patrón físico inconfundible: apenas parpadean o lo hacen con nerviosismo. “La parte más fiable para detectar mentiras es la lingüística forense”, afirmó el Guardia Civil.
Exagentes de la CIA y del FBI compartieron en 2016 con la revista Inc. algunos de los comportamientos más reveladores. Por ejemplo, suelen dar respuestas demasiado extensas a preguntas simples, evitan el contacto visual o se cubren la boca al hablar. Otro gesto típico es mover los pies o las piernas, un signo de ansiedad que se puede detectar fácilmente.
Desde el ámbito científico, Emilio Gómez Milán, investigador de la Universidad de Granada, agregó una curiosa observación fisiológica: la temperatura facial cambia cuando alguien miente. “Cuando mentimos, la temperatura de la punta de la nariz desciende entre 0,6 y 1,2 °C, mientras que la de la frente sube entre 0,6 y 1,5 °C. Cuanto mayor sea la diferencia de cambio de temperatura entre ambas regiones de la cara, más probable es que esa persona esté mintiendo”, explica. De esta manera, para encontrar a un mentiroso no puede descartarse tocar su frente para ver qué cambios hubo también en su fisionomía.
